Paz Padilla, sus consejos para superar la muerte con humor y amor
La periodista se ha enfrentado en poco tiempo a la pérdida de su madre y de su marido
Aunque actualmente triunfa como actriz y presentadora, a Paz Padilla la conocimos como humorista. Y es precisamente el buen humor y su espíritu positivo el que la ha ayudado en la durísima etapa que ha vivido. En poco más de un año, la conductora de Sálvame perdió a su madre, a su marido y a su suegra.
De todo lo aprendido a partir de entonces, ha publicado un libro, “El humor de mi vida”, en el que da sus consejos para superar la pérdida de un ser querido con humor y amor. Ella, por su parte, confiesa que ya no le tiene ningún miedo a la muerte.
En este proceso tan duro que ha vivido “a mí me ha ayudado la física cuántica, la cultura... Las respuestas me las da el universo. He leído miles de libros buscando respuestas. Cuando murió Antonio aprendí a vivir el aquí y el ahora”, asegura. De hecho, la meditación ha sido clave para ella.
En esos momentos postreros, aun sabiendo que el hombre de su vida se iba a morir, “echaba mano del humor, y él se reía con mis ocurrencias. Antonio perdió la vista en un ojo y yo le decía que, con lo fea que soy, mejor para él. Y cuando no podía andar, porque se le paralizó medio cuerpo, y parecía que venía de los carnavales, le cantaba ‘La cucaracha’. Si se giraba y no me estaba viendo, me hinchaba a llorar, pero hasta el final intenté que fuera maravillosa su muerte. Nos volveremos a encontrar algún día, porque el amor y las energías no se pueden destruir”.
“El tiempo que me queda quiero ser feliz”
Explica, convencida, que “tenemos que normalizar la muerte, asumir que se puede morir sin angustia”. Recomienda “tomarse el tiempo necesario tras el fallecimiento de un ser querido. Digerir su muerte y volver a la vida normal”. Y añade: “El tiempo que me quede quiero ser feliz. Se lo debo a Antonio. Deseo disfrutar de cada día de mi vida”.
En su futuro más inmediato, confiesa que “voy a impartir conferencias para ayudar a todas esas personas que le tienen miedo a la muerte, que se sienten tan perdidas como me sentí yo. Hablo mucho con Ana Obregón, ella está en su proceso, hemos leído los mismos libros. Al final, todos acudimos a las mismas fuentes” .
No cierra las puertas a enamorarse de nuevo
Mientras habla se emociona. A su espalda, una gran pantalla refleja imágenes de su vida con su marido, momentos de su boda y de los últimos meses de vida de Antonio.
P.: ¿Tu libro está escrito desde el desgarro?
P.P.: Desde el amor. Todo fue fluyendo con naturalidad.
P.: ¿Recomiendas tu libro a Ana Obregón?
P.P.: Ella sigue un proceso más vital y diferente. Sigue su camino y la noto mejor. Asumirá la muerte de su hijo, aunque continuará con su dolor, como nos ocurre a todos.
P.: ¿Te costará mucho enamorarte de nuevo?
P.P.: Tengo una gran capacidad de amar: a mi gente, a mis seis hermanos... con un amor diferente, más reflexivo, más maduro. Si este libro reclama que la gente se ame, ¿no voy a hacerlo yo?
P.: ¿Cómo era tu Antonio?
P.P.: Supercerebral, científico, serio, formal y muy cariñoso.
P.: Estás aquí después de superar el coronavirus.
P.P.: Me siento tan estupenda que es como si me hubiera sentado bien, ja, ja, ja. Mira, la muerte ya no me da miedo. Solamente temo irme porque perderé a mi gente, pero me enfrentaré a ella con la misma serenidad que mi Antonio, rodeada de los seres queridos, en casa y llena de amor. Es la muerte que deseo.