Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, destrozados, emiten un comunicado conjunto a los medios
Los padres de Daniel Sancho Bronchalo, que podría enfrentarse a la pena de muerte, han roto su silencio a través de un mensaje conjunto
Rodolfo Sancho y su familia se enfrentan a su peor momento.
Aunque Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo nunca han dejado de tener buena relación a pesar de su separación, en estos dolorosos momentos se han unido más que nunca. Su hijo en común, Daniel Sancho, fue detenido por el presunto asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, un crimen por el que podría recibir la pena de muerte.
En los últimos días, todas las miradas han estado puestas en la familia y en los siguientes pasos que darán, donde se incluye la posibilidad de que se instalen en el país asiático para permanecer cerca de su hijo tras este macabro crimen que ha dejado impactado a todo el mundo.
Cinco días después de la entrada del joven chef en la cárcel de Koh Samui, en régimen de prisión provisional, la policía tailandesa continúa con la instrucción del caso. Ahora, Silvia Bronchalo, que lleva una vida completamente anónima, ha dado un paso al frente hacer un importante anuncio con Rodolfo a través de un comunicado conjunto:
"Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, padres de Daniel Sancho Bronchalo, comunican que han realizado la contratación del Despacho Criminológico-Jurídico Balfagón-Chippirrás para encargarse de la colaboración con el letrado de Tailandia, contratado por la familia, y ejercer de portavoces ante los medios de comunicación".
Este es el texto que han enviado a la prensa, comunicando que serán sus letrados los que hablen públicamente sobre las novedades del caso de su hijo y dejando entrever que ellos no harán más declaraciones en este momento en el que su único deseo pasa por apoyar a Daniel, manteniendo el perfil discreto que han llevado hasta ahora y dejando en manos del Despacho Balfagón-Chippirrás y de Khun Anan (el abogado tailandés que han contratado para defender al joven) todo lo relativo con el caso.
La expareja, que se conoció con 18 años cuando ambos estudiaban en una escuela de interpretación, se convirtieron en padres de Daniel un año después, y se separaron cuando el niño todavía era pequeño.
Siempre han tenido una buena relación y en estos dolorosos momentos en los que su hijo podría ser condenado a pena de muerte o a cadena perpetua por el atroz crimen que presuntamente habría cometido, se están apoyando mutuamente y caminando juntos para prestar al joven toda la ayuda posible.