Sonia Martínez: de ídolo de la TV a víctima de las drogas
Las adicciones y el SIDA se llevaron la vida de Sonia Martínez hace ya tres décadas, el 4 de septiembre de 1994. Ahora tendría 61 años
Con José Luis, el hombre que la sacó de la calle y cuidó de ella.
El fatídico 4 de septiembre de 1994, fue su amigo y protector, José Luis Sánchez, un funcionario de 50 años quien, a las 9 de la mañana, me comunicó la fatal noticia. Para entonces, los restos mortales de Sonia Martínez descansaban en un ataúd en una oscura sala del Tanatorio Sur de Madrid.
Solamente Jesús Martínez, su padre; José Luis y yo le dimos un último adiós. Nadie más se acercó a la capilla ardiente. Sonia Martínez se fue en silencio, y con su adiós se marchitaron los propósitos de enderezar una vida marcada por los despropósitos.
Sonia Martínez en el programa “Dabadabada”, que presentaba con Torrebruno.
En TVE, el lugar donde ella trabajó tantos años, van a rendirle tributo a los 30 años de su fallecimiento con un documental antes de que finalice el año. Todavía quedan por grabar algunas entrevistas y se confía en que la emisión tenga lugar el 1 de diciembre –Día Mundial de la Lucha contra el Sida– como muy pronto.
César Vallejo, codirector del mismo, aclara que "provisionalmente, el documental lleva por título 'La última noche de Sonia Martínez'. Va a ser un recorrido por su vida, haciendo una revisión de los años 80, con el contexto de su paso por la televisión, su adicción a la heroína y el contagio del sida. Es un documental que pondrá en orden algunas cosas que se dijeron de ella, que no son verdad".
Cesar Vallejo: Codirector de 'La última noche de Sonia Martínez'.
PRONTO: ¿Quiénes intervienen en el programa?
CÉSAR VALLEJO: Familiares, amigos y muchas personas que mantuvieron algún tipo de contacto con Sonia. Aparte de ti, que eras su amigo y la conociste muy bien porque le hiciste muchas entrevistas para la revista Pronto, contamos con los testimonios de Irene, su hermana; Hugo, su hijo, José Luis Sánchez, el hombre que la ayudó y con el que convivió hasta el final de sus días; Chelo García-Cortés, Charo Reina, el paparazzi Francisco Javier Pavia, Nieves Herrero…
Sonia Martínez murió prácticamente sola
Sonia y su padre, que le pagó muchos tratamientos sin éxito.
Sonia Martínez, buena estudiante y deportista –fue subcampeona de natación de Castilla– comenzó su carrera televisiva en 1982, en el programa para los pequeños '3, 2, 1… contacto', al que siguió, en 1983, 'Dabadabada', donde coincidió con todo un clásico de la tele infantil, Torrebruno.
Sonia tenía apenas 20 años y se convirtió en una de las presentadoras más queridas por los niños. Sin embargo, aunque todo indicaba que su carrera iba por el buen camino, su destino iba a ser muy distinto al deseado.
La muerte de su madre y el hundimiento de su carrera televisiva
A Sonia Martínez se la relacionó con personajes tan conocidos como Cayetano Martínez de Irujo, Emilio Butragueño y Diego Armando Maradona. Ella nunca quiso confirmar esos romances, pero, en cambio, sí que anunció su noviazgo con un futbolista, Fede Castaños. Con él quería irse a vivir a Burgos y casarse, pero la oposición de los padres del futbolista acabó con esa historia de amor dejando a Sonia Martínez muy tocada.
Petri, su madre, cuya muerte a los 43 años fue un duro golpe para Sonia Martínez.
La muerte de su madre, Petri, a los 43 años, en 1985, sumió a Sonia Martínez en una grave depresión. Y ya no levantó cabeza. Entre otras cosas, también porque, al año siguiente, la revista ‘Interviú’ publicó unas fotografías que le hicieron en “topless”, mientras estaba rodando una película en Ibiza.
En TVE, algunos altos cargos se escandalizaron, consideraron que no era aconsejable que siguiera trabajando en un programa infantil y decidieron prescindir de sus servicios.
Una de las fotos de Sonia en "top less".
Que el ente público le cerrara las puertas fue un duro golpe para Sonia Martínez, que empezó a frecuentar locales nocturnos y malas compañías que la empujaron a un mundo sórdido dominado por las drogas. Y, aunque llevó a juicio a TVE y consiguió que la readmitieran, ya era tarde.
Cartel de la película 'Perras callejeras'.
Aun así, antes de caer en el abismo, la vimos en programas como ‘La bola de cristal’ y en icónicas películas como ‘Epílogo’ y ’Perras callejeras’ y en series de TV como ‘Segunda enseñanza’.
Un día le perdí la pista, hasta que una confidencia me condujo a la Casa de Campo madrileña, donde la antaño presentadora ejercía la prostitución. Allí, otra chica me dio la dirección de Sonia Martínez. Vivía con José Luis en un piso cercano al río Manzanares. Este hombre era 20 años mayor que ella, estaba enamorado y la cuidaba, pagaba sus gastos médicos y le brindaba afecto desinteresado.
Foto de Hugo cuando era una bebé.
En nuestro reencuentro, vi a una Sonia Martínez demacrada y desilusionada. Me dijo, muy seria: “He tirado mi vida por la ventana”. Me explicó que se había casado, en 1989, con José Manuel Padilla, otro drogodependiente, que pudo dejar su adicción. Con él tuvo una hija, Yaiza, que nació el 9 de febrero de 1991, pero, siendo muy pequeña, acabó en un centro de menores de la Comunidad de Madrid y que, con el paso de los años inició la transición de mujer a hombre y hoy atiende al nombre de Hugo.
En 1991, entrevistada por Nieves Herrero
Un día, éste me llamó y charlando con él me hizo una emotiva confesión. "Cuando indago en las hemerotecas para conocer datos sobre mi madre, no puedo evitar que se me salten las lágrimas. Estoy convencido de que me quería y de que sufrió muchísimo al no tenerme a su lado", me dijo. Y era cierto. La propia Sonia Martínez reconoció en una de las entrevistas que le hice que su "sueño" era recuperar a su hija.
Hugo, su hijo, con un retrato familiar.
"Quiero curarme para poder estar con ella", aseguró Sonia Martínez, a quien acompañé dos veces al centro viendo cómo se abrazaba a Yaiza llorando. Era sobrecogedor. Entraba feliz y salía bañada en lágrimas por la despedida. También recuerdo que un día me pidió "500 pesetas para comida". Era mentira, las quería para comprar heroína. En lugar de darle el dinero la llevé a un supermercado.
Poco después, desapareció de nuevo y, cuando volví a encontrarla, me dijo: "Sé que me queda poco tiempo de vida. Cada día estoy peor y he perdido la esperanza de recuperar a mi hija y de enderezar mi vida. Estoy metida en un infierno del que soy incapaz de escapar".
Sonia Martínez no logró salir adelante
Con una de sus parejas.
Personajes como Pepe Navarro y José María Cano le pagaron tratamientos en clínicas de las que acababa escapándose.
Y dos meses antes de morir, José Luis me contó que “estaba siguiendo un tratamiento a base de pastillas. Pero no debió de ser efectivo. Tuvo que ser ingresada en la Clínica de la Concepción, donde acabó falleciendo”.