Trasladan a Daniel Sancho al módulo de alta seguridad de la prisión de Surat Thani
El hijo de Rodolfo Sancho se encuentra en una de las prisiones más duras de Tailandia después de que la Corte de Koh Samui le condenase a cadena perpetua por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta

Menos de 24 horas después de que la Corte de Koh Samui condenase a Daniel Sancho a cadena perpetua por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, el hijo de Rodolfo Sancho fue trasladado por sorpresa a la cárcel de Surat Thani. Aunque es de reciente construcción, se trata de una de las instituciones penitenciarias más duras de Tailandia en la que conviven cerca de 5.400 prisioneros, el doble de personas para las que se creó.

Prisión de Surat Thani
Una cárcel muy diferente a la que estaba acostumbrado Daniel Sancho. Ya no tendrá la oportunidad de hacer deporte ni de coger libros en la biblioteca, como hasta ahora estaba haciendo en la prisión de Koh Samui. De primeras, Daniel Sancho fue trasladado a un módulo en el que estuvo en cuarentena para ser sometido a un test de Covid a la espera de obtener los resultados y no poner en riesgo al resto de reclusos.

Prisión de Surat Thani
Pasada la cuarentena, se ha podido conocer que Daniel Sancho ha sido trasladado al módulo en el que cumplirá su condena. En concreto, se encuentra, desde este jueves, en el módulo 6 de la prisión de Surat Thani, el único catalogado como de alta seguridad de Tailandia, donde sus condiciones serán muchos más difíciles que las que tenía en su anterior centro penitenciario.

En su celda tendrá que pasar nueve horas al día junto con varios reclusos hacinados. Como ya le advirtió la mujer de un expreso de esta cárcel, en este lugar son continuas las peleas y las drogas. "El director es muy estricto. Si te metes en una pelea en prisión, te castigan con tareas como limpiar los baños. No hay libertad, debes seguir el protocolo si eres prisionero, al igual que mi esposo que lo fue", dijo en 'TardeAR'.

Desde el arresto abuela y nieto no habían tenido contacto directo.
A la espera de presentar la apelación a la sentencia dictada y de que el juez resuelva la petición de traslado a otra cárcel más segura que han hecho sus abogados, Daniel Sancho tendrá, por el momento, que acostumbrarse a su nueva realidad. Tendrá que empezar por conocer el idioma local, ya que en esa prisión son muy pocos los que hablan inglés. Ni siquiera los funcionarios de la prisión.