Marta Sánchez y su hija, Paula Cabanas, acudían el pasado sábado al famoso mercadillo de Majadahonda, en Madrid, en busca de algún chollo que comprar. Lo que parecía un día tranquilo de compras se convirtió en una auténtica pesadilla debido a las altas temperaturas de la capital española y a las grandes aglomeraciones de gente que se congregaron a la una del mediodía en los puestos ambulantes.