Piqué y Shakira: sus hijos siguen siendo su gran preocupación
La artista querría mudarse a Miami con los niños, pero el futbolista podría impedírselo legalmente si no llegan a un acuerdo
Tras 12 años juntos, la pareja está intentando poner fin a su relación sin que los niños sufran.
Como la mayoría de las parejas que se separan, Shakira Mebarak y Gerard Piqué tienen como prioridad el bienestar emocional de sus dos hijos, Milan, de 9 años, y Sasha, de 7, y conseguir que su ruptura les afecte lo menos posible va a ser, junto con el varapalo que supone el fin del amor, la parte más difícil.
El futbolista, de 35 años, y la cantante, de 45, que se enamoraron en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica del 2010, no se casaron ni juntaron sus fortunas –de unos 300 millones de euros la de ella, y de más de 80 la de él– por lo que no tendrán pleitos económicos, pero lo que parece ser una separación civilizada podría mutar en guerra si no logran llegar a un acuerdo sobre los niños.
Un nuevo hogar
El problema es que la colombiana siente que ya nada la retiene en Barcelona y estaría deseando instalarse permanentemente en la mansión de 15 millones de euros que posee en Miami y que es su "base de operaciones" cuando trabaja en Estados Unidos y Latinoamérica.
Obviamente, Shakira querría llevarse a los niños con ella y ahí es donde podría tener problemas, pues lo más probable es que obtengan la custodia compartida, como es lo más habitual actualmente, así que debería pactar y firmar con su ex el tiempo que cada uno tiene a los niños consigo. Contra el posible traslado a Miami, los abogados de Gerard podrían alegar que Milan y Sasha están arraigados en Barcelona, donde han nacido, se han criado y escolarizado.
Por otro lado, aunque no es su hogar habitual, en Miami –a donde viajan regularmente y podrían pasar las próximas vacaciones–, también se sienten en casa y tienen un buen círculo de allegados. Allí viven sus tíos, Tonino y Lucy Mebarak, y Shakira cuenta con muchos amigos de dentro y fuera del mundo musical, como Ricky Martin, Gloria Stefan y Jennifer López.
La casa de Shakira en Miami.
Protegerlos también de los rumores
En caso de no llegar a un acuerdo, si la artista se llevara a los niños sin el permiso expreso de Piqué, podría ser denunciada por secuestro, pero desde el entorno de ambos ha trascendido que la expareja hará lo imposible para no pelearse en los juzgados y ceder, pensando siempre en el bienestar de sus hijos.
Mostrando a sus hijos su último vídeo y jugando.
Pero una cosa es el mensaje de cordialidad que ellos les trasladen dentro de casa y otra muy distinta la información que a los chavales les pueda llegar desde fuera, rumores dañinos como, por ejemplo, la alarma que se creó diciendo que una ambulancia había acudido a su casa para asistir a Shakira que sufría un ataque de ansiedad –cuando en realidad, sucedió que su padre sufrió un fuerte traumatismo en la cabeza por una caída– o las informaciones sobre la supuesta infidelidad de Gerard con una joven de 20 años y sus presuntas juergas en exclusivos locales de Barcelona.
Por muy bien que lo lleven, la situación para los niños va a ser complicada y es normal que Shakira y Piqué estén preocupados.