España seguirá sufriendo temperaturas extremas en el futuro
Así lo afirma el experto Javier Martín-Vide, con el que hablamos para entender qué son las olas de calor y por qué las estamos sufriendo cada vez con más frecuencia
España fue el segundo país europeo en el que más fallecidos hubo en el verano del 2022 debido al calor, un total de 11.324. Así lo concluye un reciente estudio elaborado por ISGlobal. Un problema que sigue preocupando este 2023, en el que nuestro país está sufriendo temperaturas extraordinariamente altas.
"Las olas de calor que normalmente se registraban sólo una vez cada 20 años podrían sucederse como promedio cada dos o cinco años a mediados de este siglo", afirman desde la Organización Mundial de la Salud.
De este fenómeno climático hablamos con Javier Martín-Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, expresidente de la Asociación Española de Geografía y el que fuera primer presidente de la Asociación Española de Climatología.
PRONTO: ¿Qué es exactamente una ola de calor?
JAVIER MARTÍN-VIDE: Se considera ola de la calor cuando se alcanzan temperaturas máximas muy altas durante tres días en una parte relativamente extensa del territorio español.
P.: ¿Qué diferencia hay entre las que sufrimos ahora y las que había antaño?
J.M-V.: Siempre hemos sufrido olas de calor. Pero la diferencia es que ahora, en el contexto del cambio climático que estamos sufriendo en nuestro país y el resto del mundo, son más frecuentes, más intensas, con temperaturas más exageradas y, además, más duraderas.
"La temperatura del cuerpo puede superar los 41º"
P.: ¿Cuáles son las causas de este cambio?
J.M-V.: El aumento de la temperatura debido al calentamiento global.
P.: ¿Desde cuándo se dan estas olas de calor tan extremas en España?
J.M-V.: La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) afirma que en estos años que llevamos del siglo XXI las olas de calor son el doble de frecuentes que las que sufríamos en nuestro país en el último tercio del siglo XX. Y, además, son ahora más tempranas. Aparecen en junio, una novedad que antes era muy rara. Antes se concentraban casi exclusivamente en julio y agosto. Ahora, el verano llega antes y se prolonga hasta bien entrado el otoño. Lo que popularmente se conoce como "veroño".
P.: ¿Cómo afectan estas altas temperaturas a la salud de la población?
J.V-M.: Está demostrado que pueden tener riesgos muy graves para la salud debido a los golpes de calor. Es un proceso muy grave que requiere asistencia médica urgente. La temperatura del cuerpo llega a superar los 41º y se puede perder el conocimiento. La piel se seca, y se cae en un estado de coma que puede llegar a la muerte. Afortunadamente no son muchos los que se producen, pero cada año tenemos noticias de alguna persona que ha muerto por golpe de calor. Es diferente a una insolación, que es un desvanecimiento pasajero tras una exposición al sol. El exceso de calor produce un aumento de la mortalidad en la ciudadanía, por lo tanto es un problema de salud pública.
P.: ¿Cómo podemos combatir un golpe de calor?
J.M-V.: Hay que actuar urgentemente requiriendo asistencia sanitaria. Hay que evitar que a la persona le dé el sol y ponerle agua por el cuello, axilas e ingles para intentar que su temperatura baje. Si es una insolación, hay que llevarla a la sombra y, cuando se recupere del mareo, darle agua.
P.: ¿El Gobierno debería tomar medidas?
J.M-V.: Yo lo que le diría es que hay que aplicar la ley de cambio climático y transición energética. Además, las instituciones públicas, aparte de intentar aislar térmicamente las viviendas más precarias, también deberían ofrecer asistencia sociosanitaria a las personas más vulnerables.
P.: ¿Seguirá España sufriendo estas temperaturas extremas en el futuro?
J.M-V.: Sí. Todos los modelos climáticos anuncian que las olas de calor y las temperaturas muy altas serán, en las próximas décadas, más frecuentes que en la actualidad. Debemos estar preparados y adaptarnos a un país más cálido y con unos veranos más tórridos.