¿Cabello fino o grueso? Sácales el máximo partido

Te damos las claves para que te enamores de tu cabello sea cual sea su textura…

La coloración y el corte ideales

¿Mechas sí o no? A través del color puedes lograr el efecto que deseas tanto en el pelo más lacio como en el de más calibre. Combinar reflejos claros con otros más oscuros permite ganar visualmente un atractivo grosor. Las "mechas babylight", que imitan los cambios de tono que suelen darse naturalmente en los niños, son también muy recomendables para las melenas finas. En contraste, si tu cabello es grueso controlarás mejor el volumen con coloraciones uniformes, brillantes y de tonalidades oscuras. 

¿Cómo cortarlo? Una melena estilo "bob" saca lo mejor de los cabellos cuando necesitan ganar espesor y movimiento. Otra opción son los cortes a capas. Ten cuidado con las melenas XXL que pierden volumen con facilidad y suelen obtener mejores notas en cabellos gruesos, sobre todo si añades un flequillo abierto o desfilado. Haz la raya al medio para distribuir el peso de forma equitativa. Asimismo, el pelo grueso suele llevarse bien con los cortes a lo "garçon".

Optimizar a la hora de lavar y secar

Los ingredientes importan. Otra regla para triunfar es utilizar en el lavado productos específicos para tu tipo de cabello. Los finos necesitan ingredientes texturizantes y que hidraten sin apelmazar, como el aceite de coco, la levadura de cerveza y la provitamina B5. Descarta las siliconas que "pesan" y aplica el acondicionador desde la parte media hacia las puntas para que el pelo pueda ahuecarse más fácilmente. 

Hidrata en profundidad. El pelo grueso –cuanto menos lo laves mejor– necesita champús nutritivos a base de aceites como el de jojoba, de argán o la manteca de karité que aumentan su flexibilidad. Busca un acondicionador que no requiera enjuague y cree una capa protectora para todo el día. O bien, no lo elimines del todo durante el aclarado.

Cuidar el secado. El cabello grueso también agradece que lo seques sin moverlo demasiado. Puedes envolverlo con una toalla de microfibras en forma de turbante mientras haces otra cosa. Después, la plancha será una de tus mejores bazas. En contraste, podrás aumentar el volumen del cabello fino de forma natural si lo secas cabeza abajo, mientras lo sacudes con cuidado y peinas con los dedos para despegar y ahuecar las raíces. Y aplica un espray de volumen para conquistar un volumen extra.

Frenar el encrespamiento

En el pelo fino. El encrespamiento es uno de los grandes caballos de batalla en ambos casos. Si tienes el cabello fino y éste es uno de tus problemas, hazte con un acondicionador que hidrate sin apelmazar. Otra solución es aplicar un sérum antiencrespamiento, sobre todo si vas a usar la plancha o el secador. Y, naturalmente, que no te falte una mascarilla reestructurante una vez a la semana. 

Volumen bajo control. El encrespamiento, frecuente en el cabello grueso, puede combatirse con productos humectantes como un sérum, un aceite o un espray a base de siliconas o de queratina vegetal que formen una capa protectora sobre las fibras capilares. Una bruma de laca también ayudará a fijar el peinado y un truco "stop frizz" que funciona consiste en desenredarlo con un peine de púas de madera bajo el agua fría durante el aclarado.

Protección bajo el sol

Melenas más finas. Protegerlas del sol es un "must", para que no se debiliten aún más. Puedes lavarlas con un champú cuyos ingredientes absorben los rayos ultravioleta y, además, tonifican. Antes de salir de casa, aplica unas gotas de aceite en el cabello. Y, si tiendes a quemarte, cubre tu pelo con un pañuelo o una pamela. 

Cabellos de más calibre. Los productos en crema son los más adecuados. También puedes extender sobre ellos unas gotas de sérum con un peine de púas anchas. Los geles se reservan para los gruesos más cortos y hay acondicionadores en espray que aportan una protección instantánea y brillo.