Ana Obregón escribe a Álex, su "guerrero de la eterna sonrisa"
"Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá #GRACIAS"
"Mi querido Hijo", así empieza la carta de Ana Obregón a su hijo, Álex Lequio. La carta de una madre al que siempre será su pequeño, al que desgraciadamente perdió con tan solo 27 años a causa del cáncer contra el que estuvo luchando con valentía a lo largo de dos años.
Ana ha compartido sus sentimientos, a corazón abierto. Se ha dirigido a su hijo Álex y ha tocado nuestras almas. Lo ha hecho para agradecer todo el cariño que su hijo ha recibido y ha confesado que el haberlo visto enfrentándose a esa dura batalla sin una queja "ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar". Estas son las bellas palabras que ha enviado directas al cielo.
La carta completa que Ana Obregón ha compartido en su perfil de Instagram
"Sé que nunca te ha gustado que hable de ti públicamente, perdóname, me lo pide el corazón y ahora que tengo un poquito de fuerzas tenía que agradecer los cientos de miles de mensajes de cariño y admiración hacia ti.
Tus primeras palabras fueron: "yo solito" antes que papá y mamá. Y tú solito has querido vivir una vida discreta, sin protagonismos a pesar de tus padres famosos.
Te has ganado a pulso el cariño de todos los que te conocieron; primero en el colegio, luego en la Universidad con la beca que conseguiste para estudiar en Estados Unidos que culminaste en tu regreso a España creando una empresa de éxito con 24 años.
Hasta que un día apareció la palabra "cáncer" en nuestras vidas.
Has luchado valientemente dos años contra esa maldita enfermedad con una sonrisa, colaborando con fundaciones, ayudando y animando con tu sentido del humor a todos los que también la padecían. Te convertiste en su ejemplo. Demasiado noble, generoso, solidario, Único y grande para caber en este mundo.
Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización, y sufrimiento.
Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso, pero también viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar.
Tu viaje ha roto el corazón de toda España porque en vida has brillado TU SOLITO como decías de pequeño. Ahora brillas en la eternidad iluminándonos para siempre.
Sé que desde ahí arriba quieres agradecer tantos miles de mensajes de amor y admiración inesperados para ti pero que te ayudarán a tu largo viaje.
Qué puedo decirte hijo?
Que eras / eres mi vida y ahora ya no hay nada.
Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir.
Y tú querías vivir, casarte algún día y tener 5 hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso.
Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos. Mi Aless, ha sido y es un verdadero privilegio ser tu madre.
Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá #Gracias".