La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin buscan refugio en sus amigos
La decisión del juez de negar al cuñado del Rey el tercer grado fue un golpe muy duro del que se está recuperando
La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, han vuelto a tierras catalanas en busca del “calor” de sus seres queridos. Y es que, desde que al cuñado del rey le denegaron el tercer grado, su estado de ánimo cayó en picado. De modo que la pareja debió pensar que la mejor manera de recuperar el optimismo y las ganas de seguir adelante podría ser rodeados de los amigos que conservan en Barcelona y sus alrededores.
Parece ser que la infanta Cristina y su marido están pasando unos días en casa de unos amigos en Cabrils, localidad de la comarca del Maresme muy cercana a la capital catalana. De esta manera, eluden estar bajo el foco mediático que podrían sufrir si se quedaran en Barcelona.
Iñaki Urdangarin está “tocado” psicológicamente
Por lo visto, la decisión del juez de denegar al yerno del Rey emérito el tercer grado, le hundió psicológicamente. Y es que Urdangarin estaba convencido de que, tal y como ya sucedió con su exsocio, Diego Torres, podría ver mejoradas sus condiciones de encarcelamiento. Sin embargo, el tribunal se negó alegando que era causante de “alarma social”. Ahora, el marido de la infanta deberá intentarlo de nuevo y podría lograr su objetivo en mayo del año que viene.