Peñafiel destapa a los grandes amigos del rey Juan Carlos
Están los íntimos, los de la infancia y también las amistades peligrosas, pero, por encima de todos, destacan dos, el gallego Pedro Campos y el catalán José Cusí
El Rey con José Cusí y Pedro Campos, sus amigos más cercanos.
Dicen que el Rey no debería tener amigos, aunque lo correcto es reconocer que no debe tener ciertos amigos. Entre otros motivos, porque la amistad es una igualdad armoniosa, una relación entre semejantes y, tratándose del monarca, esa igualdad no es posible. Y, de existir, debe ser tomada, tan sólo, como un honor que obliga y no como un salvoconducto que legitima.
Pero don Juan Carlos se siente solo y busca la complicidad de ciertos amigos para salir de esa soledad, como ha hecho estos días, cuando ha regresado del exilio para recalar en Sanxenxo, Galicia. En esta triste y delicada situación, un gran amigo como Pedro Campos no sólo le recibió a pie del avión, acompañado por su esposa, la brasileña Cristina Franze, sino que le ha albergado en su casa.
Claro que en su llegada al Club Náutico de la localidad, también pudo sentir el calor de la tripulación con la que siempre ha navegado y competido: Jane Abascal, Roi Álvarez, Iñaki Castañer, Alberto Viejo, Eduardo Marín y Roc McDonald.
En una cena compartiendo mesa con Pedro y su esposa, Cristina (izquierda).
Una familia de políticos
Don Juan Carlos y Pedro se conocieron en 1983, gracias a la mediación del íntimo amigo del Rey, el armador José Cusí, y fue su pasión por la vela lo que les unió. La vida de Campos está vinculada al mar desde que era niño y salía a navegar por las aguas de la ría de Arousa con su padre, Marcial Campos Fariña, ingeniero y propietario del mayor balneario de Galicia, las Termas de Cuntis, que murió de forma inesperada en un accidente de tráfico en 1995.
Pedro es el quinto hijo de una familia de 11 hermanos y su madre era Enriqueta Calvo Sotelo, hija de José Calvo Sotelo, que fue ministro con Primo de Rivera, y prima del que fue presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, y que falleció el pasado abril a los 101 años, siendo aún presidenta de honor de las termas familiares.
El monarca y Manuel Prado Colón de Carvajal, que fue su administrador 20 años.
En cuanto a su vida sentimental, el regatista y empresario, de 72 años, se casó por primera vez a los 43, con Begoña Gil de Barroeta, con quien tiene dos hijas, Begoña y Paloma. Después de separarse, volvió a dar el "sí, quiero", en el 2017, a la brasileña Cristina Franze, de 42 años, que es terapeuta y astróloga.
En el mundo náutico, Pedro Campos es mucho más que una institución. Además de haber ganado 16 campeonatos del mundo y 11 copas del Rey, ha hecho fortuna en el sector que mejor conoce, el de la náutica. Su empresa Pilon Inversions se dedica a la preparación, organización y dirección de campeonatos de vela, así como al alquiler y venta de embarcaciones deportivas, y ha sido presidente de North Sails, la mayor empresa de comercialización de velas del mundo.
Un detalle que demuestra el nivel de amistad de Campos y el emérito es que el gallego hizo todo lo posible por conseguir un barco para que don Juan Carlos pudiera competir sentado, debido a sus problemas de movilidad. Fue en el 2015 y lo hizo con la complicidad del armador José Cusí, ya que, entre los dos, le regalaron el 'Bribón XVI', un velero finlandés que habían restaurado completamente.
Juan Carlos no pudo ir a visitar a su gran amigo durante su visita a España
José Cusí está dentro del grupo de amigos íntimos de Juan Carlos y su relación es tan fuerte o más que la que mantiene con Pedro. El armador y el padre de Felipe VI se conocen desde 1972, cuando comenzaron a navegar juntos en Mallorca; el rey emérito es padrino de una de las hijas de Cusí y dicen algunos que éste último es como el hermano mayor que no ha tenido.
Hoy, cuando su compañero de regatas está gravemente enfermo, en su reciente visita a España, el emérito habría querido poder visitarle. Pero le fue imposible, ya que, después de la reunión en la Zarzuela, se vio obligado a abandonar España.
El grupo fiel de Las Jarillas
Si hablamos de los amigos de don Juan Carlos, no podemos olvidarnos de los ocho compañeros del primer colegio al que fue, Las Jarillas, nada más llegar a España desde el exilio de Estoril, Portugal, con tan sólo 10 años.
Juan Carlos con sus amigos del internado Las Jarillas, en 1949, entre ellos, a la derecha, Fernando Falcó.
Son estas amistades fieles, eternas, de grato recuerdo y, a diferencia de algunas peligrosas, de las que hablo más abajo, han sido un canto a la discreción.
El pequeño Juan Carlos se encontró en el internado con chavales de su edad que, eso sí, pertenecían a familias de plena confianza, sobre todo monárquicas y de la alta burguesía, cuando no de la aristocracia. Ahí estaban entre otros, su primo, Carlos de Borbón Dos Sicilias, con quien compartía dormitorio; Jaime Carvajal y Urquijo, que en una ocasión lo recordaba como un chico "normal, alegre, travieso, todo corazón"; Fernando Falcó, marqués de Cubas, y Juan José Macaya.
Los compañeros más ricos
Entre los amigos ricos que frecuentaron la amistad real los hay de todo pelaje. Algunos no sé si entrarán, cuando les llegue la hora, en el reino de los cielos. Pero en el de don Juan Carlos entraban con suma facilidad.
Y no hablo sólo de Mario Conde y Javier de la Rosa, que llegaron a salpicar al soberano con su amistad. También me refiero a Manuel Prado y Colón de Carvajal, su administrador durante 20 años e implicado y condenado en más de un proceso judicial, y a Francisco Sitges, presidente de los astilleros Mefasa, donde se construyó el 'Fortuna II', que Conde quería regalarle al Rey pero que éste, con buen criterio, rechazó.
En este enace te lo contamos todo sobre la división en dos bandos de la familia real española.