Guillermo y Máxima de Holanda: 20 años de luces y sombras

Han pasado 20 años desde que, mirándose a los ojos, Máxima y Guillermo de Holanda se dijeron "sí, quiero", y en este tiempo, han vivido momentos llenos de alegría y esperanza; otros, en los que el destino se ha ensañado con ellos, y algunos más en los que sus errores han llegado a poner en crisis la institución monárquica

Boda de sonrisas y lágrimas

El 2 de febrero del 2002, fue, según la propia Máxima, "el día más bonito del mundo". Y, sin embargo, a pesar de su inmensa alegría al ver cumplido su sueño de casarse con el príncipe Guillermo de Holanda, llevaba una espina clavada en el corazón.

Sus padres, Jorge Zorreguieta y Carmen Cerruti, no estuvieron a su lado en la catedral de Amsterdam, porque su progenitor había sido ministro en el gobierno del dictador argentino general Videla y fue vetado por la reina Beatriz y por el Parlamento.

Meses antes, fue ella quien, entre lágrimas, como las que derramó en su boda, le dijo a su padre que no iba a poder asistir al enlace. Tampoco acudió a su coronación en el 2013.

Tres hijas como tres soles

Sin duda, entre los recuerdos imborrables y más alegres de sus vidas están los nacimientos de sus tres hijas: Amalia, la heredera, que vino al mundo el 7 de diciembre del 2003 (y a quien se le hizo una asignación millonaria cuando cumplió 18 años); Alexia (que fue una de las protagonistas de la polémica fiesta en el internado de la princesa Leonor), el 26 de junio del 2005; y Ariadna, el 10 de abril del 2007.

Con sus tres princesas forman una familia en la que las sonrisas son tan espontáneas y naturales como el respirar. Y cuando están juntos hay quien dice que todo se ilumina.

Residencia de escándalo en Mozambique

Corría el año 2007 cuando Guillermo y Máxima se embarcaron en la construcción de una villa de lujo a orillas del océano Índico en ese país africano, para tener un lugar tranquilo donde pasar sus vacaciones.

A la vez, aseguraban que, con la inversión que eso suponía, ayudarían a la población local. Pero este proyecto recibió duras críticas del Parlamento y de la opinión pública, que cuestionaban que la operación inmobiliaria fuese a aportar algo al desarrollo económico de la zona, además de señalar que el dispendio era inmoral teniendo en cuenta la crisis que estaba sufriendo Europa.

La consecuencia fue que, en el 2009, se deshicieron de la casa por "una cantidad simbólica".

Fastuosa villa griega

En el 2012 se compraron una fastuosa villa en Kranidi, en el Peloponeso griego. El desembolso que hicieron de 4,5 millones supueso un escándalo en Holanda dada la recesión económica. Sin duda, un suma y sigue de escándalo que no han hecho más que mancillar, de algún modo, la imagen de los reyes.

Coronación con importantes ausencias

A partir del 30 de abril de 2013, en el trigésimo tercer aniversario de la ascensión al trono de la reina Beatriz de los Países Bajos, la princesa Máxima se transformó en la soberana consorte de ese reino, debido a la abdicación de la reina —quien es ahora princesa de los Países Bajos— a favor del heredero Guillermo Alejandro de los Países Bajos.

Muerte de la hermana pequeña de Máxima

En agosto del 2018, Máxima se enfrentó al durísimo golpe de la muerte de su hermana pequeña, Inés. La joven, que tenía 33 años y sufría problemas psicológicos, se quitó la vida en su casa de Buenos Aires y dejó a Máxima hundida.

"Si alguien de tu familia se suicida, no sólo sientes pena y frustración, también hay miedo, tristeza, vergüenza. Es mucho más complicado que una muerte natural. Y siempre queda la cuestión de haber podido hacer algo más", diría años más tarde de aquella tragedia.

Errores durante la pandemia

Mientras que el gobierno holandés pedía a los ciudadanos desplazarse lo menos posible durante la pandemia, los reyes y sus hijas Amalia, Ariane y Alexia viajaron a Grecia de vacaciones. Ante la polémica que se montó, pidieron perdón.

Descubre más sobre los 20 años de matrimonio de los Reyes de Holanda en tu Revista Pronto.