Nuevo coleccionable Grandes historias de amor: esta semana, Guillermo y Kate
Desde esta semana, Pronto te ofrece los romances más apasionados e impetuosos de los últimos años. Amores de cine, amores reales y, sobre todo, amores que han superado todas las pruebas que el destino les ha puesto por delante
Guillermo y Kate, muy felices juntos.
Tal era la admiración de Kate Middleton por el hijo mayor de Lady Di que dicen que la princesa se tomó un año sabático antes de empezar la universidad para poder coincidir con su príncipe en Saint Andrews. Sea cierto o no, en el 2002, Guillermo quedó deslumbrado por la joven Middleton en un desfile, organizado en su residencia universitaria, en el que sus miradas se cruzaron por primera vez.
Guillermo y Kate: una boda de cuento
Guillermo le regaló a Kate, en la pedida, una joya muy especial para él: el anillo de compromiso de su madre, Diana de Gales.
Su noviazgo no fue siempre un cuento de hadas y tuvieron que superar las dudas propias de la juventud y el miedo a un compromiso demasiado temprano, pero por suerte, Cupido hizo bien su trabajo, y tras mucho esperar, el 29 de abril del 2011, la abadía de Westminster, fue el escenario de una de las bodas reales más bellas que se han celebrado.
La boda de la pareja se celebró el 29 de abril del 2011, diez años después de haberse conocido.
Los entonces duques de Cambridge comenzaron su vida matrimonial lejos de Londres, en busca de tranquilidad y para poder llevar una vida de pareja como la de cualquier otro matrimonio. Su destino fue en la isla de Anglesey, en Gales, donde Guillermo trabajaba de piloto de rescate en una base de la Fuerza Aérea. Estuvieron hasta el 2013, cuando se mudaron a Kensington Palace al poco de nacer su primogénito, George. ”Esta isla ha sido nuestro primer hogar juntos y siempre será un lugar inmensamente especial para los dos”, declaró el príncipe.
Después de George, la familia siguió creciendo, a pesar de los problemáticos embarazos de Kate, que, en todos, sufrió hiperémesis gravídica, dolencia que produce vómitos continuos durante el primer trimestre de gestación. Charlotte llegó en el 2015 y Louis, el pequeño, en el 2018.
Los cambios de hogar y adversidades de Kate y Guillermo
Kate y Guillermo son aliados y mantienen una complicidad y un cariño que ahora, con la enfermedad de la princesa, brillan con más intensidad que nunca.
Años más tarde, convertidos en príncipes de Gales tras la muerte de la reina Isabel, se mudaron, tras vivir un tiempo en Anmer Hall, a Adelaide Cottage, en Windsor, en busca de un entorno en el que sus hijos pudieran crecer rodeados de naturaleza y en el que ellos pudieran trabajar con más calma que en la capital. Los dos han demostrado formar un gran equipo y tienen un firme compromiso con las causas solidarias que defienden, como la de la salud mental.
Y, aunque han pasado por épocas complicadas y, ahora, están haciendo frente a la enfermedad de Kate Middleton, en todas estas situaciones les hemos visto crecer como pareja y mantenerse firmes en un amor que parece destinado a ser eterno.
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