Días después de viajar juntos por ocio hasta Alemania para ver a unos de sus nietos jugar a balonmano, los reyes eméritos se desplazaron hasta Luxemburgo para asistir al funeral del Gran Duque de Luxemburgo. La despedida se celebró en la catedral de la capital del país 12 días después de su fallecimiento a causa de una neumonía que no pudo superar. Tenía 98 años.
El concurrido funeral reunió a un gran grupo de representantes de las casas reales europeas y algunas africanas, como las de Marruecos y, Jordania, entre muchas otras. Además, tampoco faltaron a la despedida algunos personajes del ámbito político, como Nicolás Sarkozy, expresidente de Francia.
Si quieres más información sobre la protocolaria ceremonia, puedes leerla en la revista Pronto de esta semana.