Marius Borg y su padre, igual de conflictivos
El hijo de Mette-Marit, detenido tres veces en los últimos meses, sigue los pasos de su progenitor, Morten Borg, que pasó dos años en la cárcel

Marius Borg, de 27 años.
Antiguamente los príncipes sólo se casaban con princesas. Y en Noruega eso pasó hasta que el rey Harald se enamoró de Sonia, hija de un comerciante, y su hijo, el príncipe heredero Haakon, de Mette-Marit, una joven que era madre soltera y con un pasado conflictivo.
Los inicios de este último noviazgo fueron tan polémicos que, incluso, se habló de él fuera del país nórdico a causa del pasado salvaje de quien sería la esposa del futuro rey y, por tanto, reina consorte. La historia tenía todos los ingredientes para que nadie tomara en serio su romance. Mette-Marit, incluso, antes de conocer al príncipe, había acudido a un programa de televisión en busca de pareja cuando ya se encontraba embarazada de su primer hijo. Fue tal el escándalo por su estilo de vida y, sobre todo, por su relación con el conflictivo Morten Borg, el padre de su hijo Marius, que se vio obligada a pedir perdón cuando ya había sido sometida a escrutinio público.

Morten, Marius, Mette-Marit y Haakon.
Ni la Familia Real ni el pueblo noruego estaban a favor de esta boda a la que yo asistí y que se celebró el 25 de agosto del 2001 en la catedral de Oslo. Desde ese día, aquella chica de tan turbio pasado se convirtió en Alteza Real y Princesa de Noruega. Pero se ignoraba la parte más vulnerable de su vida, su hijo Marius Borg Høiby, un joven que hoy tiene 27 años y ha convertido los últimos meses de la vida de su madre en los más amargos de su vida.
Todo empezó el pasado agosto, cuando fue retenido por la policía unas horas después de protagonizar un incidente en el apartamento de una exnovia.
Mette-Marit y Morten, un corto idilio en los 90

Sus padres, que tienen una buena relación a pesar de estar separados.
Desde entonces, Marius ha sido detenido dos veces más, por lesiones, daños a tres exnovias, amenazas a un hombre, conducir sin carné y, la última, por dos presuntos casos de violación, y ha permanecido varias semanas en prisión. Por todo ello muchos son los que han recordado el polémico pasado de su padre, Morten, preguntándose qué habrá sido de él. Desde que Mette-Marit se casó con Haakon, apenas hemos oído hablar del ex de la princesa, de su vida o de cómo logró salir adelante.
Morten y Mette-Marit se conocieron en los años 90 cuando ella trabajaba de camarera y él era "dj" de música electrónica en un club. En esa época, según la revista noruega 'BT', "Borg tuvo muchos problemas con la policía y fue condenado a dos años de prisión por tráfico de drogas tras ser detenido por posesión, compra y venta de cocaína". Además, también tuvo otras denuncias por actitudes violentas y conducir bajo los efectos del alcohol. Y con su hijo Marius, la historia parece repetirse.

Mette-Marit (con Marius en brazos) y Haakon de Noruega el día de su boda, el 25 de agosto del 2001.
Según la revista francesa 'Point de vue' el romance de la princesa y Morten Borg duró apenas unos meses y, cuando Marius nació, aunque ya estaban separados, él no se desentendió del bebé. La expareja acordó una curiosa custodia: mientras la educación del hijo recaía íntegramente en la madre, el padre podría disfrutar de la compañía del niño dos fines de semana al mes.
Su relación ha seguido manteniéndose a pesar de la boda de Mette-Marit con Haakon, y la relación entre todos ellos siempre ha sido buena. Tanto que Morten estuvo en la boda de su ex en la catedral de Oslo en el 2001.
Morten Borg ahora lleva una vida tranquila

Marius está acusado de múltiples agresiones.
Morten Borg, que ahora tiene 54 años, rehízo su vida en el 2004 al contraer matrimonio con Celine Maktabi, modelo e hija de un conocido comerciante libanés de alfombras persas que reside en Oslo y con quien tiene un hijo, Lucas.
Por cierto que, en su boda, el pequeño Marius, que tenía entonces 7 años, se encargó de repartir el programa del enlace a los invitados. Después de 15 años, Morten y Celine rompieron y, actualmente, él es un empresario que trabaja como analista financiero y lleva una vida tranquila y totalmente alejada de su polémico pasado.