Belén Esteban pasa por su momento de salud más complicado
Una caída fortuita en directo le provocó a la madrileña una fractura de la tibia y el peroné, que la obligó a pasar por el quirófano diez días después del accidente
En ocasiones, la vida cambia por completo en pocos segundos, y eso le ha sucedido a Belén Esteban. El pasado 25 de abril, la colaboradora televisiva empezó su participación en "Sálvame" alegre y optimista, y abandonó el plató dolorida y custodiada por los servicios médicos del programa. En apenas una hora se informaba de que la madrileña se había roto la tibia y el peroné, un diagnóstico que la hundió.
La que tenía que ser una distendida prueba del programa se tornó en una pesadilla para Belén. Emulando a los concursantes de "Supervivientes", la princesa del pueblo debía enfrentarse con Lydia Lozano y resistir colgada mientras estaba suspendida de una barra. Antes de que diera comienzo el reto, la de San Blas ya mostró su reticencia a hacerlo, temiendo que el vestido corto que llevaba se le subiera y enseñara más de la cuenta.
Creyó haberse roto el tobillo
Una vez el cronómetro empezó a contar, Belén apenas resistió cinco segundos. Sus manos resbalaron de la barra y cayó al suelo. "¡El tobillo, me he roto el tobillo!", gritó repetidamente. Ante su insistencia y el hecho de que explicara que había oído el chasquido de un hueso, sus compañeros llamaron al personal médico, que le vendó la zona que ella indicaba que le dolía y fue trasladada hasta el madrileño Hospital La Luz, donde las pruebas confirmaron la fractura de la tibia y el peroné.
Todavía afectado por lo sucedido en directo, el propio Jorge Javier daba la noticia aquella misma tarde en "Sálvame" y el espacio envió a Omar Suárez al centro hospitalario para conocer la última hora. "Se ha derrumbado varias veces", aseguraba el reportero, quien también contó que Belén había hablado por teléfono con su marido y con su madre.
Tras tener el diagnóstico y ser escayolada, la de San Blas pudo marcharse a su casa a la espera de que los médicos le comunicaran si había que intervenirla, algo que no tardó en suceder. El ingreso de la madrileña en el Hospital La Luz para el preoperatorio se produjo el 28 de abril, tan sólo tres días después del accidente. Consciente de que había cámaras por todas partes, Belén llegó tumbada en la camilla tapada con una manta para que no la inmortalizaran en un momento tan delicado para ella. De su lado no se separó su marido, Miguel. La cirugía tuvo lugar una semana después, y ese mismo día el propio Miguel, sanitario de profesión, confesaba que había sido un éxito.
"Está totalmente devastada"
Desde que se produjo la caída, la madrileña dejó claro que tenía pánico a pasar por el quirófano. Tremendamente abatida durante los días que estuvo en casa antes del ingreso, no quiso coger el teléfono a nadie y se refugió en su marido y su hija. "Está tocada porque tiene que estar entre seis y ocho semanas de reposo total y en este tiempo Belén tenía bastantes compromisos", revelaban en "El programa de Ana Rosa" a la mañana siguiente del fatal incidente en el plató de Telecinco.
Sus compañeros de "Sálvame" también se hicieron eco del bajo estado de ánimo de la colaboradora. "En conversaciones con este programa, Belén se ha mostrado emocionalmente hecha polvo, totalmente devastada. Esta noche no ha podido dormir en su cama, porque no puede subir las escaleras y ha dormido en el sillón de la planta baja", relató Jorge Javier.
Transcurridas 24 horas de su fractura, la madrileña reunió fuerzas para dar señales de vida y escribió en Instagram: "Muchas gracias a todo el mundo por los wasaps y las llamadas. Lo agradezco de corazón. Perdonad que no conteste, no estoy con mucho ánimo".
Este contratiempo de salud cayó como un jarro de agua fría sobre los planes de Belén, que tenía muchas ganas de divertirse en la Feria de Abril de Sevilla, la primera desde que estalló la pandemia, y también debía atender diferentes proyectos profesionales. En Telecinco, no sólo faltará a su cita con "Sálvame", sino que tampoco podrá ejercer de defensora de su amiga Anabel Pantoja, que concursa en "Supervivientes", al menos en plató, ya que no sería de extrañar que, durante su recuperación, conectara a través de videollamadas.
Su faceta empresarial, aparcada
Además, la de San Blas no podrá ocuparse como quisiera de sus negocios. Hace dos semanas, nuestra revista se hacía eco de la presentación de un nuevo gazpacho de Los Sabores de la Esteban, marca que Belén quiere exportar fuera de nuestro país. En este tiempo de obligado reposo, la madrileña deberá tener paciencia porque, si no, el período de recuperación se le antojará eterno.