Carlos Sobera nos cuenta en exclusiva cómo es en la intimidad
El presentador del momento nos habla de sus hijas, de su matrimonio con Patricia y de sus problemas de salud
Poco le importa a él que media España esté de vacaciones, que el cuerpo pida a gritos playa y chiringuito o que el termómetro marque estos días más de 40 grados; para Carlos Sobera, lo único que está que arde es su agenda laboral, que no le da tregua ni en verano.
Y es que, además de haber estado conduciendo la gala de los martes de 'Supervivientes' y seguir con 'First Dates' –está grabando nuevas entregas por la mañana–, el baracaldés se ha vuelto a enrolar en otra obra teatral, esta vez como productor y actor, y ni más ni menos que para el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Así que dedica sus tardes a ensayar el texto 'Miles gloriosus', de Plauto, que estrenará el próximo 3 de agosto junto con un reparto en el que también están su hijastra, Arianna Aragón, y los actores Elena Ballesteros, Ángel Pardo, Elisa Matilla o Juanjo Cucalón.
Como mucho, disfrutará 15 días de vacaciones
"Yo lo de trabajar lo llevo siempre bien, currar nunca me ha impresionado", ha confesado en exclusiva a tu Revista Pronto. Con suerte, cuando le toque soplar velas y celebrar su 62º cumpleaños –el 11 de agosto– igual ya está de vacaciones.
"Aunque pillaré 15 días como mucho", dice, resignado. Es lo que tiene haberse ganado a los espectadores con su simpatía, su complicidad y su espontaneidad: que todo ello lo han convertido en un indispensable de nuestra televisión.
"El amor de Anabel y Yulen no es falso"
De camino a un ensayo teatral, Carlos nos atendió para contarnos cómo disfruta de 'First Dates', tras seis años de emisión, y cómo compagina esta vorágine laboral con una vida familiar estable al lado de su mujer, Patricia Santamarina. Con ella tiene una hija, Natalia, de 13 años, y lleva 18 de fantástica relación, además de compartir su pasión por las artes escénicas.
PRONTO: Menudo ritmo llevas este verano, Carlos, y lo que te espera. Tras una edición de 'Supervivientes' de lo más movidita, ¿qué opinas del gran romance de la edición, el de Anabel y Yulen? ¿Realidad o estrategia?
CARLOS SOBERA: Yo siempre creo en el amor. En todas las ediciones, cada vez que aparece un romance, hay quien lo critica y piensa que es un fake love, pero yo sigo insistiendo en que hay que tener unas tragaderas inmensas, pero inmensas, para simular un amor sólo por interés estratégico. No es fácil. Y menos cuando das pasos adelante en la relación como han hecho Yulen y Anabel, que se han comprometido con sus declaraciones, con sus actos y mezclando a sus familias. A mí me parece que el de Anabel y Yulen no es un amor falso. Lo que pasa es que con las relaciones que surgen en 'Supervivientes' ocurre lo mismo que con las que nacen en una discoteca o en el puesto de trabajo, que lo que parece que va de maravilla se puede torcer y no culminar, porque el amor es complicado y difícil. Pero yo soy de los que piensan que la relación entre Anabel y Yulen es sincera.
'First dates' acaba de cumplir 1.500 programas
P.: Dices que eres un firme defensor del amor. No podría ser de otra manera llevando seis años ejerciendo de 'celestino' en 'First Dates'. ¿Imaginabas que duraría tanto?
C. S.: Al principio de los proyectos uno no imagina nada, porque sabe lo difícil que es el mundo de la tele, y lo difícil es abrirse hueco, pero aún más lo es mantenerlo. Uno se plantea hacerlo bien, disfrutarlo, y luego ya se verá. No haces proyecciones de futuro, pero la verdad es que, desde el principio, la gente lo recibió con los brazos abiertos, les sorprendió la frescura del formato, fue creciendo y ha llegado a conseguir cuotas de audiencia muy buenas.
"“First Dates” te enseña otras formas de ver el mundo y la vida"
P: ¿Las cifras siguen manteniéndose altas?
C. S.: Sí. Están en torno al millón y medio de espectadores al día y eso me parece un éxito. El programa es del gusto de la gente y puedo entenderlo, porque es fresco, te libera, te relaja y te proporciona, incluso, otras maneras de ver el mundo y la vida que te pueden venir bien.
P.: ¿A ti te ha ayudado a abrir la mente en cuanto a temas de relaciones, poliamores, libertad...?
C. S.: Sin duda, yo creo que una de las grandes ventajas de 'First Dates' es que naturaliza mucho las diversas formas de relación y de amor. Yo he aprendido mucho con el programa y la verdad es que ahora soy más liberal que antes y tengo una visión más integradora del amor y de las relaciones. Yo antes no juzgaba, pero ahora lo hago muchísimo menos y soy más respetuoso.
"Al principio era más impresionable"
P.: De todos estos años guardarás muchas anécdotas, porque has conseguido ya casar a varias parejas y dar la bienvenida a muchos bebés surgidos de romances creados en el programa.
C. S.: Pues no llevo la cuenta, pero ya ha habido unas cuantas parejas y nos han invitado a sus bodas, aunque nunca podemos ir porque el trabajo nos lo impide. El programa seguro que lleva la cuenta, pero yo no, aunque a veces hemos grabado algún 'Second Dates' en el que celebramos una relación, una boda o el nacimiento de un hijo y tenemos un contacto más directo con esas parejas.
P.: ¿A ti qué casos te han impactado por su forma de entender el amor?
C. S.: Yo al principio era más fácilmente impresionable. Recuerdo a sujetos como Platania, que eran tremendamente enriquecedores, gente muy viva, muy fresca e inclasificable, que actuaban con auténtica libertad y dejaban más huella. Hace unos días, fíjate, recibimos a una mujer que se llama María Corazón y que me sorprendió porque tiene siete amantes a la vez, en siete ciudades distintas, para poder satisfacer toda su necesidad amorosa, ¡no le basta con uno! Estamos menos acostumbrados a escuchar eso de una mujer y sorprende, pero, a la vez, hay que celebrarlo y decir: "¡Bendita tú, que eres capaz de tener siete relaciones y gestionarlas todas a la vez!". Lo que no entendía era qué hacía en el programa, si buscar la octava… No sé cómo lo hace, pero me ha sorprendido de forma maravillosa.
18 años de felicidad junto a Patricia
P.: A ti con una mujer te basta y sobra para ser feliz.
C. S.: Desde luego, ja, ja, ja. Ya llevamos 18 años juntos, y casados desde el 2015, siete años. Lo hicimos en Tulum (México), siguiendo el rito maya. Luego al llegar a España nos casamos por lo civil, pero la boda emocional fue la de México.
P.: Estáis unidos en lo personal y lo laboral, porque ella está contigo en la productora teatral, Arequipa. ¿Eso os acerca más como matrimonio?
C. S.: A nosotros, sí, aunque hay parejas que piensan lo contrario, pero yo soy de los que creen que cuando compartes pasiones –y en nuestro caso la empresa audiovisual y teatral es una pasión y una forma de vida– esto te une mucho más porque tomamos decisiones y asumimos riesgos, disfrutamos y pasamos más tiempo juntos. Y eso fomenta nuestra complicidad.
Juntos en sus momentos más complicados
P.: Pero no todo en vuestra vida ha sido de color de rosa. Ambos habéis sufrido ciertos achaques de salud que imagino que os han cambiado la visión de la vida. Patricia padeció un ictus en febrero del 2019, que superó, y tú, además de diabetes, tuviste una septicemia que casi se te lleva por delante.
C. S.: Sí, sí, yo tuve un problema de salud fuerte provocado por una fístula que se me infectó y estuvo a punto de causarme una septicemia. Me tuvieron que operar de urgencia y, por pocas horas, consiguieron que no entrara la bacteria en la sangre y salvarme. Pero sí, fue conflictivo. Y esas cosas siempre unen. Se suele decir que a los amigos –y con los amores pasa igual– se les conoce de verdad en los momentos más difíciles, porque ahí es cuando hay que ser más generoso, estar pendiente, cuidar y hacer más sacrificios y, en consecuencia, eso hace que la unión y la complicidad aumenten.
P.: ¿Tú cómo llevas la diabetes, Carlos? ¿Condiciona mucho tu vida?
C. S.: Claro que la condiciona, porque hay muchas cosas que no puedo hacer o comer. Tengo que procurar hacer ejercicio y no hay más remedio que estar ojo avizor. Además, debo hacerme chequeos rutinarios, medirme el azúcar en sangre todos los días… Afortunadamente, soy diabético de tipo 2, me puedo tratar con pastillas y esto hace que mi vida sea más normal.
Sus hijas, tras sus pasos en la interpretación
P.: ¿Cómo están vuestras chicas? Arianna está a tope con la interpretación y, como nos has contado, va a ir contigo a Mérida.
C. S.: Sí, ahora mismo está a mi lado porque vamos a ensayar, ya que va a formar parte del reparto de la obra de teatro de Mérida, 'Miles gloriosus', y la peque estudiando. Acaba de volver de Londres y ahora va a coger sus vacaciones. Y en septiembre, a regresar al cole.
P.: ¿A Natalia le llama también la atención este mundillo? ¿Seguirá vuestros pasos en el espectáculo?
C. S.: De momento, no, pero no te digo yo que no entre en este mundo, porque es muy artista también. Así que no me extrañaría que la pequeña siguiera los pasos de su hermana, la mayor.
P.: ¿Qué vas a hacer durante los pocos días que tengas de vacaciones?
C. S.: Ir a descansar, como siempre, a Málaga o a Cádiz, o a ambas, y a finales de agosto, volver de nuevo a Madrid para empezar la gira teatral y continuar en Mediaset, que es lo más importante, con 'First Dates' y con lo que venga. Que algo vendrá, seguro.