Carlos Sobera nos cuenta lo más divertido y sorprendente de su vida
El presentador acaba de sacar una autobiografía que nos permite conocer mucho mejor a uno de los presentadores más queridos de la televisión
"Ahora ya puedo morirme tranquilo"
Carlos Sobera con sus compañeros de First Dates
PRONTO: ¿Te queda tiempo para disfrutar de la familia?
CARLOS SOBERA: Claro, no sabes el provecho que le saco a los fines de semana. Organizándote bien, tienes tiempo para todo.
P.: Hasta para animar a tu equipo de fútbol favorito.
C.S.: Mi Bilbao del alma, que acaba de ganar la Copa del Rey. He tenido que esperar 40 años para celebrar un título tan importante. Ahora ya puedo morirme tranquilo. Soy muy futbolero, es un deporte que me apasiona.
Carlos Sobera con su mujer, Patricia Santamarina
P.: ¿Haces ejercicio, te cuidas mucho?
C.S.: Hago un poquito de pesas, abdominales y oblicuos, procuro andar… Hay que estar en forma, más por salud que por estética.
P.: Patricia es uno de los grandes motores de tu vida.
C.S.: Indudablemente. Llevamos juntos 20 años maravillosos. Es mi gran amor, la mujer de mi vida.
Su vocación desde niño era ser actor
Carlos Sobera con Jorge Javier y Sandra Barneda en Supervivientes
De eso no cabe la menor duda. Esta abogada que estuvo antes casada con Rody Aragón, con el que tuvo una hija, Arianna, lo es todo para este baracaldés amable y socarrón, que asegura estar feliz con lo que la vida le ha dado, que él dice que es muchísimo.
Es cierto, aunque, si se lee su libro autobiográfico, es un hombre que ha trabajado –y trabaja– muchísimo. Él asegura que posiblemente los dos años que pasó preparando unas oposiciones para notario que finalmente abandonó le sirvieron para entrenar la memoria, la capacidad de esfuerzo y la paciencia.
Carlos Sobera en su emocionante viaje con Jesús Calleja- CED-0739660
Esas virtudes le han acompañado después, cuando se atrevió a probar suerte como guionista y presentador en Euskal Telebista, la cadena de televisión vasca, al tiempo que daba clases en la Universidad de Derecho, carrera en la que se licenció.
Unos estudios que no le gustaban, pero que siguió porque no se vio con valor de hacer las maletas e irse a Madrid para seguir la vocación que tenía desde niño: ser actor. Pero, en su caso, la vida se las arregló para, antes o después, ponerlo en los escenarios que tanto ansiaba y (esto quizás no se lo esperaba) en los platós de televisión, donde mediante series y concursos se ha convertido en una de las figuras más conocidas de la pequeña pantalla.
Carlos Sober charlando con Jesús Calleja- CED-0739658
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