Carmen Ordoñez: su difícil relación con su padre, abuelo de Fran Rivera
Carmina y su padre, Antonio Ordóñez, se adoraban, pero sus diferentes maneras de ver la vida les llevó a chocar en varias ocasiones

Carmen Ordóñez con su padre, Antonio, en el entierro de su madre.
Los Ordóñez Dominguín representaron, durante los años 50 y 60 en España, el epítome de familia perfecta: Antonio Ordóñez fue el torero más famoso de la época; su mujer, Carmen Dominguín, pertenecía a otro de los clanes taurinos más importantes; y ambos tuvieron dos preciosas hijas, famosas desde su nacimiento: Carmen y Belén Ordóñez.
El matador, considerado "maestro de maestros" en el mundo del toreo en nuestro país, crio a sus hijas entre algodones y, durante mucho tiempo, Belén y Carmen fueron lo que todas las niñas de España querían ser.

Antonio Ordóñez con sus hijas, Belén y Carmen.
Antonio Ordóñez: la excesiva disciplina que inculcó a sus hijas

Antonio Ordóñez y Ernest Hemingway.
La llegada de los años 70 supuso una apertura para el país en muchos aspectos, y las hermanas Ordóñez quisieron abandonar pronto el hogar familiar, algo que chocaba con las férreas convicciones de su padre, que había impuesto una dura disciplina en su casa.
La rebeldía de las Ordóñez Dominguín, hizo que tanto Carmina como Belén se casaron a los 17 años: 'La Divina' con Paquirri, y su hermana, con Juan Carlos Beca Belmonte.

Carmen Ordóñez con su primer marido, Paquirri.
La boda de Carmina Ordóñez con Paquirri supuso el pasaporte perfecto para que la joven saliera de casa por la puerta grande: pese a su juventud, la hija de Antonio Ordóñez se casaba con un hombre que aprobaba su padre.
Las tempranas bodas de las hermanas Ordóñez Dominguín acabaron en divorcio: Carmina y Paquirri se separaron en 1979, tras convertirse en padres de Fran y Cayetano Rivera.
Carmina, Belén y Antonio Ordóñez recibieron el golpe más duro: la muerte de Carmen Dominguín

Antonio Ordóñez con sus hijas, en el funeral de su mujer.
En agosto de 1982 fallecía la madre de Carmen Ordóñez a causa de un cáncer, dejando desoladas a sus hijas y a su viudo.
La madre de las niñas había ejercido de pegamento familiar y, tras su muerte, sucedió un hecho que hizo que los problemas entre Carmina y su padre volviesen a aflorar: Antonio Ordóñez quiso casarse con Pilar Lezcano, solo 14 meses después de la pérdida de su mujer.

Pilar Lezcano, segunda mujer de Antonio Ordóñez.
"Se lo tomó como un ataque, como si quisiera desplazar a mi abuela", dijo Julián Contreras Jr. en 'Lazos de sangre' sobre cómo vivió Carmina la boda de su padre con esta funcionaria madrileña.
Aunque esta nunca aceptó a la segunda pareja de su padre, lo cierto es que Pilar Lezcano siempre ha defendido su matrimonio con el matador: "En nuestras miradas se veía el amor que nos teníamos", confesó en el mismo programa.
Antonio, muy dolido por todo lo que se decía de su hija en la prensa

Antonio Ordóñez.
Tal y como reveló Pilar Lezcano en una entrevista con el diario ABC en 2012, durante el final de la vida de Antonio Ordóñez, la relación con su hija Carmen fue muy tirante, debido a que al torero no le gustaba lo que se decía de ella en la prensa rosa.
"Antonio tuvo debilidad por Carmen (...) pero en su mundo del toro no era agradable escuchar las cosas que se comentaban de su hija. Le dolía mucho", confesó, añadiendo que "siempre se tragó las lágrimas".