Isabel Pantoja no gana para disgustos. Aunque pone 'dientes, dientes' a los malos tiempos, lo cierto es que son días aciagos para la tonadillera, en los que se encuentra totalmente distanciada de sus hijos y en la obligación de poner en venta gran parte de sus propiedades para saldar algunas deudas. Ni amigas le quedan ya prácticamente después de que Mariló de la Rubia, su gran confidente desde hace muchos años, decidiese alejarse de todo lo que rodeaba al clan.