Entrevista con Carlos Mata: "No quería ser el galán de 'Cristal'"
El actor Carlos Mata vuelve a los escenarios con la obra ‘Desnudo y con sombrero’

Carlos Mata.
Ni las arrugas ni las canas propias de sus 72 años van a evitar que el idolatrado venezolano que nos conquistó hace más de tres décadas protagonizando míticas series como 'Cristal' o 'La dama de rosa' vuelva a seducirnos.
Sobrado de encanto y de un gran sentido del humor para eso y mucho más, Carlos Mata vuelve a lo grande, desnudándose -en el sentido más metafórico de la palabra, para desgracia de sus fans- sobre el escenario con la obra teatral 'Desnudo con sombrero'. Hablamos con el actor Carlos Mata.
Carlos Mata: “Siempre sentí que no merecía ser una celebridad”

Carlos en un instante del su espectáculo 'Desnudo con sombrero'.
PRONTO: Vuelve un Carlos Mata muy atrevido a los escenarios. La que vas a liar.
CARLOS MATA: En la obra hago una metáfora sobre lo que me parece el oficio de actuar. Yo llegué a desnudarme en dos películas y lo pasé muy mal porque soy extremadamente tímido. De hecho, yo hice Arquitectura y era feliz en mi mesa de dibujo, pero eso me encerraba mucho en mí mismo, y como me gustaba la música entré a hacer teatro musical por accidente y me enamoré del oficio. Me apasiona el teatro, la música y el cine, me gusta jugar, el niño que llevo dentro me sale, lo tengo muy vivo. Pero nunca me he tomado en serio a mí mismo en muchos aspectos, así que en la obra me río mucho de mí mismo o de la otra cara de las telenovelas. ¿Por qué el desnudo con sombrero? Porque yo siempre quise ser aceptado por lo que yo soy, no por lo que represento, no por lo que vende, no por la careta. De hecho, siempre agradecí ser una celebridad, pero siempre sentí que yo nunca merecía eso.

La química que Carlos y Jeanette Rodríguez mostraron en 'Marisela' les llevó a protagonizar 'Cristal' y 'La dama de rosa', dos exitazos.
P.: Fuiste el sex symbol de millones de fans, no sería fácil digerir tu gran fama.
C.M.: Lo irónico es que yo jamás busqué eso. Claro que salir a cantar y que haya 40.000 personas ahí es un masaje al ego. Y me asustaba perderme, porque veía a otros artistas que se creían el cuento del ídolo… ¡como si no fueran como el resto, pues igual nos vamos a morir todos! Era muy fácil caer en esa cosa tan narcisista del autobombo, pero en mi casa me educaron con valores que no tenían nada que ver. Mi padre era muy rígido. Con mi mamá tuvo siete hijos, ella murió muy joven, a los 35 años. Luego mi padre se casó y vinieron tres hermanos nuevos. Así que yo en casa era uno más del montón. Por eso lo de sex symbol nunca lo entendí. Todo lo contrario, yo de hecho rechacé dos veces protagonizar telenovelas, no quería hacer 'Cristal', decía: “¡Yo no soy un galán! ¡Esto va a ser un fracaso si me ponen de galán!”. Decía: “¿Por qué no me dan un papel de asesino en serie?”. Habría preferido los papeles de villano a los de galán.

Carlos el día de su boda con Marlene Maseda
P.: Te fuiste de España en el 95. ¿Por qué en plena cresta de la ola decides dejarlo todo?
C.M.: Fue por una crisis personal y familiar. Para mí no había nada más importante que mi familia y era a lo que menos le dedicaba tiempo. Yo siempre he tenido una relación preciosa con mis hijos pero he sufrido mucho las ausencias. Así que entre la culpa y el agotamiento emocional, rechacé una novela por la que me daban una fortuna, rechacé grabar otro disco y me dediqué a recuperar a mis hijos. En el caso de la que era mi esposa, aquello ya no se pudo y lo malo es que se llevó a los pequeños a Venezuela. Y entré en un bajón y no me apetecía ni volver a la música.
Carlos Mata, que ahora vive en Madrid junto a su segunda mujer, reconoce que tras trece años de parón, luego fueron sus propios hijos quienes le animaron a volver a los escenarios y seguir labrando una carrera irrepetible.
Ahora, con la película 'La casa azul' pendiente de estrenar y muchos conciertos en cartera, reconoce que es feliz disfrutando de la España que en los inicios de los 90 no pudo disfrutar, pues se pasaba los días encerrado en los hoteles y leyendo.

P.: ¿Cuál es tu secreto para estar tan bien a los 72 años?
C.M.: Mi amor, ¡yo no tengo 72 años, tengo 378, pero no lo digas! Miénteme así cada día. No tengo secretos, y a pesar de mi buen carácter eso no quiere decir que yo no amanezca deprimido como cualquier otro ser humano en un momento dado, la vida implica a veces dolor, desánimo o angustia, pero ¿cómo confrontas eso? Valorando el ahora, y con humor.
P.: Eso te ayudaría con el carcinoma que tuviste.
C.M.: ¿Por qué andas hurgando en mi vida? (Bromea). Sí, a finales de 2023 llamé a mi hermano, que es cirujano oncólogo, porque me había salido una mancha en la nariz. Yo estaba en Miami, me hicieron una biopsia y vieron que era un carcinoma. Pero mi hermano me dijo que era basocelular, así que podía estar tranquilo. Era un sitio complicado porque casi todo es cartílago, pero no se me ve mucho la cicatriz. Lo importante es que lo quitaron y aquí sigo.