Isabel Pantoja: así es el piso que no puede vender por culpa de Junko
La tonadillera enfrenta dificultades para vender una de sus propiedades en Sevilla debido a la permanencia de Junko, ex cuñada de la artista, en el inmueble
Junko se niega a abandonar la vivienda en la que lleva décadas residiendo
Junko, viuda de Bernardo Pantoja (Telecinco).
Junko, una bailarina de origen japonés, fue la pareja de Bernardo Pantoja, hermano de Isabel, durante más de dos décadas, y ha permanecido en el piso ubicado en el barrio sevillano de Triana, en la zona del Tardón, desde entonces. Aunque la propiedad pertenece legalmente a Isabel Pantoja, la situación se ha complicado debido a la resistencia de Junko a abandonar el inmueble.
La venta de la propiedad podría ayudar a Isabel Pantoja a liquidar sus deudas
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La casa en cuestión, con una superficie de 99,30 metros cuadrados, cuenta con 79,50 metros útiles distribuidos en un baño, salón, cocina completamente equipada, dos dormitorios y una amplia terraza exterior. Además, el inmueble incluye una plaza de garaje de 24 metros cuadrados y un trastero de 11 metros, lo que incrementa su valor en el mercado.
Este piso fue la primera propiedad que Isabel adquirió gracias a los ahorros de sus exitosos inicios en el mundo de la música. Sin embargo, tras mudarse a Cantora durante su relación con Paquirri, decidió dejar la vivienda en manos de su madre, doña Ana, y posteriormente en las de su hermano Bernardo, situación que ha derivado en el actual conflicto.
Junko no tendría derechos como viuda de Bernardo Pantoja
Anabel Pantoja con su padre, Bernardo Pantoja.
Aunque los abogados de Junko afirman que la bailarina se encuentra en una situación de vulnerabilidad y, por lo tanto, no está dispuesta a abandonar el piso, hasta el momento no ha recibido ninguna demanda formal por parte de Isabel Pantoja, aunque sí una advertencia por parte de Agustín Pantoja, hermano de la artista. Cabe destacar que, al no haber contraído matrimonio con Bernardo, Junko no tiene derechos como viuda sobre la propiedad, lo que complica aún más la situación.
Este conflicto se ha convertido en un obstáculo significativo para Isabel Pantoja, quien sigue buscando formas de liquidar sus deudas. La venta de este inmueble podría representar una fuente crucial de ingresos para la tonadillera, pero mientras Junko permanezca en la vivienda, la operación parece estar en un punto muerto.
Una vez más, la vida de Isabel Pantoja se ve envuelta en una compleja trama que le impide encontrar la estabilidad que tanto anhela.