Olga Moreno, Tom Brusse, Melyssa Pinto, Lola Mencía y Gianmarco Onestini: su cambio físico tras Supervivientes
Adelgazamiento extremo, bronceado intenso y cambios en el peinado marcan la nueva imagen de esos los finalistas de este "reality"
Mientras que muchas personas pagan por bajar de peso, los concursantes de "Supervivientes" cobran por perder kilos. Lo cierto es que no es exactamente así, pero el adelgazamiento extremo (el récord en la historia del programa lo tiene José Antonio Avilés, que se dejó 23 kilos) es una de las consecuencias más habituales, evidentes e impactantes en los cuerpos de los participantes del concurso más extremo de Mediaset.
En la edición de este año, los finalistas, Melyssa Pinto, Tom Brusse, Olga Moreno, Lola Mencía y Gianmarco Onestini, mostraban un aspecto absolutamente diferente que cuando viajaron a Honduras. Te mostramos el antes y el después de los robinsones que más tiempo se han mantenido en los cayos.
La báscula no engaña
Los dos chicos, Tom Brusse y Gianmarco Onestini, que llegaron a la isla hondureña con 79 y 84,6 kilos respectivamente, tras cuatro meses de pasar un hambre canina y toda suerte de incomodidades, habían perdido entre 12 y 14 kilos. Esto se ha traducido en barrigas sin una gota de grasa y un marcado "six pack", desaparición de bíceps y tríceps, aparición de costillas, clavículas muy marcadas, barbas pobladas, cabello de color natural y rostros muy afilados.
Melenas frente a recompensas
En el caso de las chicas –Olga, Melyssa y Lola–, también ha habido una reducción notable en el peso, apreciable en la ausencia total de vientre, cintura más marcada, piernas estilizadas y una o dos tallas menos del sujetador. La concursante leonesa es, probablemente, la que menos kilos se ha dejado porque, durante su larguísima estancia en Playa Destierro, consiguió convertirse en una excelente pescadora.
En el caso de las dos primeras, también han cambiado el peinado, ya que ambas renunciaron a las largas melenas que lucían y de las que se sentían muy orgullosas a cambio de recompensas en forma de comida o llamada telefónica. ¡Lo que hace el hambre y la separación de los seres queridos!
No fue el caso de Onestini, que se negó varias veces en la mesa de las tentaciones a raparse, pese a que le ofrecían tres pizzas por una melena que, durante las últimas semanas del popular concurso, el italiano se recogió en un moño, lo que llevó a sus compañeros a llamarle "samurai".
El color de piel ha cambiado también radicalmente en el caso de todos los finalistas, que se han ido de la isla con un moreno de los que hacen época y que, como aseguraba Marta López, segunda concursante en ser expulsada, sienta genial.
Cambios que han permanecido
La experiencia de las anteriores ediciones muestra que la mayoría de los concursantes vuelven a ganar peso y pierden el bronceado, pero para algunos ha sido un buen cambio sin marcha atrás. Sólo hay que ver el caso de Rosa Benito, Ana María Aldón o Antonio Canales.