Penélope Cruz nos habla en exclusiva de su infancia y de su papel como madre
La actriz nos habla de su papel de madre dentro y fuera de la pantalla, de su niñez y de sus prioridades en la vida
A sus 48 años, Penélope Cruz vive un gran momento personal y profesional. Casada con Javier Bardem desde el 2010 y madre de dos niños, Leo, de 11 años, y Luna, de 9, se ha convertido en un valor seguro para directores dentro y fuera de España y en un referente para muchas mujeres gracias a sus personajes, que afrontan duras problemáticas sociales.
Por ejemplo, sus dos últimos estrenos son la italiana 'L’immensità', que trata de niños trans y violencia doméstica, y la española 'En los márgenes', que habla de familia, solidaridad...
"No planeo elegir este tipo de papeles –explica la actriz madrileña– porque, desafortunadamente, no puedes encontrar eso en cada filme que haces... Las películas no están hechas para cambiar el mundo, pero cuando pueden contribuir a iniciar un debate sobre algo importante, me hacen mucho más feliz".
PREGUNTA: Dices que conoces a mujeres maltratadas, ¿fue cuando eras niña, en la peluquería de tu madre?
PENÉLOPE CRUZ: Escuché un par de historias allí, pero también, hace tres años, supe de alguien a quien yo conocía, y muy recientemente, las mujeres que conocimos preparando 'En los márgenes'.
"Mis padres eran muy abiertos de mente"
P.: En el cine, sueles interpretar a mujeres fuertes, ¿de dónde surge tu faceta feminista?
P. C.: Creo que de la forma en que me criaron mis padres, que eran muy jóvenes. Me tuvieron a los 20 años y siempre fueron muy abiertos de mente. Además, nací en 1974 y vi cómo cambiaba el país.
P.: ¿Te inspiras en tu propia experiencia como madre para este tipo de papeles?
P. C.: Ser madre me cambió por completo desde el primer segundo, todas mis prioridades cambiaron. Desde entonces, nunca pienso en mí primero. Es algo natural que sucede y que es muy saludable. Siempre he estado muy volcada en mi familia porque así fue en mi infancia. Mis hijos son mi prioridad. Por eso, hago, más o menos, una película al año, en verano, para poder estar todos juntos. Si no, priorizo algo que pueda rodar en Madrid o donde estemos durante el curso escolar.
"Me encanta haber tenido tiempo para aburrirme"
P.: De tu personaje en 'L’inmensità' todos piensen que es "rarita", ¿alguna vez te has sentido así?
P. C.: Tal vez cuando, de niña, me encantaban las artes, la música, el cine, el teatro, el ballet, la ópera... y me sentía muy sola, sobre todo, cuando decía: "¿Por qué no hacemos un espectáculo?". Muchas veces, me miraban como diciendo: "Eres rara", pero me acostumbré y dejó de importarme. Así que, cuando estaba en clase y sabía que había aprendido lo que se suponía que debía aprender, me desconectaba y "volaba", era otra persona e imaginaba diferentes posibilidades para el futuro. Pasé muchas horas de mi infancia y adolescencia haciendo eso. Fue genial ¿y sabes lo que me hace sentir mal por los adolescentes de ahora? Pues que me encanta haber tenido tiempo para aburrirme, entonces mi imaginación se incendiaba y yo soñaba con mi futuro, pero ahora, ¿cuándo tienen tiempo para no hacer nada? Porque de esa nada pueden salir muchas cosas buenas, aunque, claro, depende de los padres.
P.: Ahora tienen las redes sociales para no aburrirse...
P. C.: Nunca dejaría que un niño tuviera acceso a las redes sociales. Es una responsabilidad de los padres y no vale decir: "Todos lo hacen". Pienso que debemos priorizar lo que creemos bueno para su salud mental, y no es saludable darle acceso a las redes sociales a un niño de 12 años.
P.: ¿Y ganas en esas discusiones con tus hijos?
P. C.: Es que no hay discusión. Simplemente no les das acceso. Si todos dijéramos que no... Es que hay muchas formas de ser niño sin redes sociales y no quedarse aislado: jugar afuera, hacer deporte, estar en la naturaleza y disfrutar de no hacer nada.
P.: En 'L’inmensità', hay un momento dedicado a tu idolatrada Raffaella Carrà...
P. C.: Fue genial hacerle ese homenaje porque la admiro desde niña. Iba con mi abuela al parque y, como me sabía todas sus canciones, hacía algunos de sus números delante de sus amigas. El día en que rodamos la canción "Rumore", entró el productor y nos dijo que Raffaella había muerto. ¡El mismo día! Hablábamos de invitarla al plató para el otro número musical o, por lo menos, contarle lo que estábamos haciendo y cuánto la admirábamos. Y, en ese momento, nos enteramos. Fue muy, muy triste. Nadie sabía que estaba enferma.
"Ser madre es lo más importante que tengo en mi vida"
P.: ¿Disfrutas de estos papeles de madre?
P. C.: ¡He interpretado a tantas madres! Incluso cuando era muy joven!, y para mí ha sido un honor cada vez. Por ejemplo, con Pedro (Almodóvar), he hecho siete películas y en cinco de ellas, soy madre. Él siempre me ha visto como una madre y creo que no es una coincidencia. Tengo un instinto maternal muy fuerte y me fascina lo que sucede dentro de cualquier familia, en todas pasan cosas distintas e interesantes, el material es interminable. Además, a los 5 años ya quería ser mamá y les contaba a todos en el parque mis planes de serlo lo antes posible. Siempre lo he tenido dentro en mí y, por supuesto, ahora que lo soy, es lo más importante que tengo en mi vida.
P.: Finalmente, en un par de años, cumples 50. ¿Asusta cambiar de década?
P. C.: No tengo miedo a los cumpleaños, y nunca mentiría sobre mi edad. Quiero llegar a ser muy, muy, muy vieja y disfrutar de cada segundo.