Rafa Nadal: cómo prepara su millonaria jubilación
El mallorquín Rafa Nadal, que se acerca a su retirada, ha intensificado la inversión de su fortuna en negocios muy diversos
Dinero como tenista e imagen publicitaria
Vista general de la Rafa Nadal Academy, que funciona en Manacor desde el 2016 y dispone de plaza para 140 alumnos.
Para llevarlo a cabo, los dos socios, que ya lo son en otros negocios, invertirán más de 200 millones de euros mediante su empresa Palya Invest, heredera de la que ya tenían, Mabel Capital. Una inyección financiera que Nadal y Matutes esperan rentabilizar con creces.
Porque el objetivo de Rafa Nadal es ése: garantizarse con sus inversiones una jubilación de oro para cuando no pueda seguir jugando. Para ello, lleva tiempo rentabilizando los más de 135 millones de euros que ha ganado desde su debut como profesional, en el 2001. Un dineral al que hay que sumar las cantidades que le ha reportado ser imagen publicitaria de marcas como Kia, Movistar, Banco Santander o Heliocare. Todo ello le ha llevado a ser el deportista más rico de España y la persona con más dinero de Baleares, según la revista 'Forbes', que cifra su fortuna en casi 300 millones de dólares.
Pisos de lujo. El tenista y su socio han convertido un edificio señorial en una de las zonas más exclusivas de Madrid en apartamentos de alto standing.
Todo ese dinero no lo ha guardado bajo el colchón de su cama, sino que, a través del holding familiar, Aspemir, lo hace trabajar en negocios muy distintos: desde el sector inmobiliario y hotelero hasta la elaboración de complementos alimenticios y de perfumes, pasando por la producción cinematográfica y las energías renovables, sin olvidar el que, probablemente, debe de ser el negocio preferido del deportista: la academia de tenis que lleva su nombre y está en su localidad natal, Manacor.
Pisos de lujo, una cadena de hoteles y complementos
Otra imagen de uno de sus pisos de lujo.
En funcionamiento desde el 2016, esta enorme escuela deportiva puede acoger hasta 140 alumnos, que pagan 56.000 euros anuales por la escolarización, el dormitorio, la comida y los servicios básicos y, sobre todo, por los entrenamientos personalizados de tenis. El centro, que es una máquina de hacer dinero, no para ni en vacaciones y también ofrece "stages", campus veraniegos y cursillos de fin de semana.
Entre sus inversiones en "ladrillo", destaca una promoción inmobiliaria de lujo en la plaza Villa de París, en el centro de Madrid, considerada como una de las más exclusivas (y caras) de nuestro país. Marta Ortega, presidenta de Inditex, es propietaria de uno.
Movilidad marina sostenible. Nadal en el lago Como (Italia), donde hace unos días probó una de las embarcaciones eléctricas de su equipo.
Rafa tiene también participación empresarial en la productora Komodo, que está detrás de series como 'Soy Georgina' y 'Tamara Falcó: La marquesa', así como en la organización del festival de música Mad Cool, y, hasta hace muy poco, era uno de los propietarios de Tatel, cadena de restaurantes de la que participa Cristiano Ronaldo, que cuenta con locales de lujo en Madrid, Ibiza, Beverly Hills, Doha y Valencia.
Hoteles Zel. Con Meliá como socio, Nadal abrió el primero de esta cadena en Mallorca y se acaba de inaugurar el segundo en la Costa Brava (en las fotos). El proyecto contempla tener 20 establecimientos en países y enclaves turísticos.
Nadal es socio con la empresa Meliá de la cadena de hoteles Zel. El primero lo abrieron en Mallorca y el segundo se ha inaugurado hace poco en la Costa Brava, pero el proyecto contempla llegar, en los próximos cinco años, a tener hasta 20 establecimientos repartidos por medio mundo.
También tiene intereses en Cantabria Labs, empresa de complementos alimenticios para mejorar el rendimiento en el deporte. En el 2023, Rafa y su mujer, Mery Perelló, lanzaron su propio perfume, comercializado por una empresa francesa de alta perfumería.
Villas hoteleras al lado del mar.
Su espíritu competitivo y su idea de que la movilidad marina tiene que dejar contaminante le ha conducido a su más reciente inversión, que seguramente no será la última: de la mano del yerno de Aznar, Alejandro Agag, es propietario de un equipo de embarcaciones eléctricas.