Rocío Carrasco desvela qué pensaba Rocío Jurado de su apodo, 'La más grande'
Rocío Carrasco ha explicado en una entrevista qué pensaba su madre cuando se dirigían a ella como "la más grande"
Rocío Jurado, junto a Ortega Cano, el día que reunió a los medios de comunicación en su casa para hablar del cáncer que padecía.
18 años después de su muerte, Rocío Jurado sigue siendo considerada como 'La más grande', un sobrenombre por el que se la conoció también en vida.
Pero... ¿qué opinaba la chipionera más universal de este apodo? Ahora, su hija Rocío Carrasco ha hablado de ello por primera vez.
Rocío Carrasco junto con su madre Rocío Jurado.
Durante una charla con el diario El Mundo, Rocío Carrasco ha sacado a relucir un curioso dato: Rocío Jurado nunca estuvo cómoda con el apodo 'La más grande'.
Rocío Carrasco revela que su madre odiaba que la llamasen 'la más grande'
Rocío Carrasco, en una de sus intervenciones en Telecinco.
Carrasco destaca en la entrevista la humildad de sus padres, tanto de Rocío Jurado como de Pedro Carrasco. Y era precisamente por ese motivo por lo que "lo de 'la más grande' a mi madre la mataba".
Rocío Carrasco, en la presentación de su línea de cremas.
"No podía con ese título, no lo soportaba, y le costó un disgusto con la casa de discos", explica Rocío Carrasco (que sigue siendo la mayor fan de su madre, como pudimos ver recientemente en un baile con Nagore Robles).
Esa humildad, según Rocío Carrasco, a su madre le vino de cuna: "Cuando empezaba a despuntar y la gente flipaba con ella y todo eran halagos y ponerla por las nubes, mi abuela le decía: 'Rocío, hija, no te lo creas, que las madres siguen pariendo fenómenos al mundo todos los días'".
Rocío Carrasco revela el plan favorito de Rocío Jurado en los descansos de sus giras
Rocío Carrasco hablando en un podcast.
Para explicar mejor esa sencillez de su madre, la empresaria ha compartido uno de los mejores recuerdos de su infancia: cuando Rocío Jurado tenía algunos días de descanso en sus giras y se iba a Chipiona para estar con su hija.
La cantante mandaba entonces a su hija a comprar "una bolsa de pipas de cinco duros. Y allí nos sentábamos las dos, en unos sofás blancos que había en el porche, a comer del paquete de 25 pesetas. Eso es lo que más feliz la hacía del mundo", ha revelado Rocío.
