Sheila Devil se va de fiesta con sus amigos: las impactantes imágenes
Camilo Blanes, hijo de Camilo Sesto, vuelve a salir de fiesta con sus amigos y comparte unas preocupantes imágenes
Camilo Blanes impacta con las duras imágenes que comparte.
Camilo Blanes, conocido por su estilo de vida extravagante, ha vuelto a sorprender a sus seguidores con una nueva fiesta que no deja indiferente a nadie en las redes sociales. Las imágenes de Sheila Devil de fiesta con amigos son impactantes.
Sheila Devil se va de fiesta otra vez
Camilo Blanes, ahora Sheila Devil, de fiesta con amigos.
Las imágenes de la última fiesta de Sheila Devil con amigos no dejan a nadie indiferente. Al parecer, esta vez han decidido abandonar el domicilio de Camilo Sesto y desplazarse al interior de un bar de copas en el que poder disfrutar de una animada juerga.
Sheila Devil se lo pasa en grande en sus fiestas.
Además, también ha salido del local para mostrar a cámara su singular dentadura y sus curiosas acompañantes de jarana, seguramente buscando la luz del día para que sus seguidores puedan apreciar mejor las imágenes.
Camilo Blanes, ahora Sheila Devil, de fiesta con amigos.
Suponemos que en el interior del local han disfrutado de total libertad para hacer lo que les apetezca, ya que se puede comprobar como Sheila Devil se hace fotos con amigos que están detrás de la barra del local de ocio.
Lourdes Ornelas, madre de Camilín, harta de la situación de su hijo
Sheila Devil preocupa a su entorno.
Lo más seguro es que la preocupación crezca en el entorno familiar de Sheila Devil por estas nuevas imágenes. Recordemos que su madre, Lourdes Ornelas, ya desveló hace unas semanas el dramático declive de Camilo Blanes: “La situación de mi hijo es terrible, está en manos de un camello que le suministra drogas y no puedo hacer nada, porque las leyes no me protegen”.
Sheila Devil en una de sus últimas imágenes.
A pesar de todo, Lourdes Ornelas sigue apoyando a su hijo, quien ya ha cumplido 40 años: “Voy casi todos los días a verle, aunque haya quien piense que no estoy presente en la vida de mi hijo, la realidad es muy distinta. Me desvivo por él… Le llevo comida, medicamentos, todo lo que necesite. Pero el panorama que me encuentro es desolador. Le pido que coma, que duerma lo suficiente y que tome mucha agua para contrarrestar los efectos de las drogas”.
