Ana Boyer: su discreta y lujosa vida de millonaria junto a Fernando Verdasco
Es la hija más discreta de Isabel Preysler, pero ¿qué sabemos del estilo de vida de Ana Boyer? Para empezar, no está al alcance de todos los bolsillos...
Sobre el debate de quién es la gran heredera de estilo de Isabel Preysler hay dos claras corrientes: mientras unos dicen que es Tamara Falcó quien ha seguido los pasos de su madre como reina de corazones (aunque el suyo estos días esté recomponiéndose), otros sentencian que es Ana Boyer quien más se parece a su famosa madre.
Lo cierto es que ambas hermanas han heredado mucho de la que fuera primera mujer de Julio Iglesias y, mientras que la mayor de ellas cuenta con una exposición mediática mucho más amplia, la segunda ha optado por permanecer en un discreto segundo plano.
De ella alaban su inteligencia, haciendo hincapié en que es herencia de su padre, el que fuera ministro Miguel Boyer. "Ana es superlista. Era la más estudiosa, la que sacaba mejores notas, y mami no tenía que estar pendiente de que hiciera los deberes. Se quedaba sin salir y sin viajes para estudiar. Yo, en cambio, era un desastre", explicó la propia Tamara en una ocasión.
Pese a sus diferentes personalidades, ambas están muy unidas, y en cuanto Ana supo de la ruptura de Tamara con Íñigo, no dudó en volar hasta Madrid para arropar a su hermana mayor en sus horas más bajas.
Pero... ¿qué sabemos de la vida de esta discreta joven que vive a caballo entre Qatar y España?
Ana Boyer, la "empollona" de la casa, tuvo una boda de ensueño
No sólo Tamara: todos están de acuerdo en la gran inteligencia de la benjamina de Isabel Preysler. Licenciada en Derecho y Administración de Empresas, dicen que desde la muerte de su padre en 2014, es Ana quien revisa uno a uno todos los contratos publicitarios de su madre y le asesora a la hora de negociar.
En 2015 entró a trabajar en el madrileño despacho de abogados Uría & Menéndez, para posteriormente incorporarse como becaria a la sede en Nueva York del Banco Santander. Tras unos meses allí se mudó a Sao Paulo, donde trabajó en el banco BTG Pactual. Pero el amor se cruzó en su vida y por este lo dejó todo...
Ana Boyer y Fernando Verdasco se casaron en el 2017, en una preciosa boda celebrada en la isla caribeña de Mustique. Su enlace tuvo un sabor agridulce para ella, ya que cuatro años antes había fallecido su padre, pero en su camino hacia el altar tuvo un padrino de honor: su hermano Julio José.
Desde entonces, la hija de Preysler y el tenista son la viva imagen de la felicidad. Ana dejó su trabajo para dedicarse a acompañar a Fernando en sus viajes y torneos por todo el mundo... y ahora no lo hace sola: también van con ella los pequeños Miguel y Mateo, los hijos de la pareja.
De Doha al mundo
Antes de mudarse a Doha, capital de Qatar, la pareja vivía en un ático de lujo en la exclusiva zona de El Viso, en Madrid. Se trataba de un piso de 140 metros cuadrados con piscina privada y terraza, que tenía un valor de dos millones de euros.
Pero cuando a Fernando Verdasco se le presentó la ocasión de instalarse con su familia en Doha, no se lo pensaron, ya que al tenista le cedieron una lujosa casa a cambio de promocionar la ciudad por todo el planeta.
Desde entonces, ambos tienen en la capital catarí su vivienda principal, pero viajan por todo el mundo cuando el trabajo de Verdasco así lo requiere.
Además, los dos siguen muy unidos a Madrid, donde viven tanto la famosa familia de ella como los Verdasco, propietarios de varios de los restaurantes más conocidos de la capital. Fue precisamente en España donde pasaron el confinamiento, para estar así más cerca de los suyos.
Ana Boyer y Fernando Verdasco se han convertido así en una de las parejas no solo más estables, sino también más glamourosas de nuestro país. Si bien su discreción contrastaba con la exposición de la formada por Tamara Falcó e íñigo Onieva, lo cierto es que el tenista parece haber encajado mucho mejor en el mediático clan Preysler.