Marta Ortega: la discreta vida de millonaria de la hija de Amancio
Pese a ser hija de la sexta persona más rica del mundo y presidenta de Inditex, Marta Ortega lleva una vida alejada de los focos y de la prensa
Marta es la tercera hija de Amancio Ortega, y la más mediática.
A sus 38 años, Marta Ortega es una de las mujeres más ricas de este país. Hija de Amancio Ortega, el hombre más acaudalado de España y el sexto del mundo (con una fortuna estimada en 45.500 millones de euros), la gallega es también, desde este mismo año, presidenta de Inditex, el grupo empresarial que fundó su padre.
Desde 2007, Marta ha estado unida a esta gran empresa: antes de ocupar la presidencia tras la salida de Pablo Isla, trabajaba en el departamento de diseño de producto de la línea Zara Woman, en las oficinas de Arteixo. Hoy, 15 años después, Ortega es la presidenta no ejecutiva de este gran conglomerado de marcas de moda low-cost, con Zara (y sus más de 2.000 tiendas repartidas por todo el mundo) como buque insignia.
Por este trabajo, según revela el diario El País, Marta Ortega cobra un millón de euros al año: 900.000 por su labor en la presidencia, y 100.000 más en concepto de consejera.
Graduada en Comercio Internacional por la European Business School de Londres, Marta puede presumir de haber recibido la mejor educación (estudió en un prestigioso internado suizo) y habla a la perfección cinco idiomas: español, gallego, inglés, francés e italiano. Como no podía ser de otra manera, la moda ha sido siempre su vida y, pese a ser la heredera de uno de los grandes imperios de moda asequible del planeta, su verdadera pasión son las grandes firmas de lujo, como Valentino, Balenciaga o Lanvin.
Marta, junto al fotógrafo Peter Lindbergh y Alber Elbaz, el que fuera director artístico de Lanvin, fallecido en 2021.
Una vida (y una boda) al alcance de muy pocos
Pese a no hacer jamás alarde del gran lujo que rodea su vida y tener un perfil mediático bastante bajo (su cuenta de Instagram es privada y apenas supera los 1.000 seguidores), lo cierto es que Marta Ortega se mueve en unos selectísimos círculos donde pueden entrar solo unos pocos privilegiados.
Es una habitual del club hípico gallego Casas Novas, donde es habitual verla practicar su afición favorita (montar a caballo) e incluso celebró su boda con Carlos Torretta en 2018.
La pareja, el día de su enlace.
El de Marta y el hijo del diseñador Roberto Torretta fue uno de los grandes enlaces de ese año, y la prensa especializada cifró la celebración en casi cinco millones de euros.
La hija de Amancio Ortega lució cuatro vestidos de Valentino, de unos 100.000 euros cada uno, además de contar en la ceremonia con un cantante de excepción: Chris Martin, vocalista de Coldplay, cuyo caché para estos eventos está cifrado en unos 650.000 euros, según reveló Business Insider.
Un año después de casarse, Torretta entró en la empresa familiar de su mujer, con un cargo en el departamento de comunicación de Zara. ¡Todo queda en casa! La pareja vive feliz y alejada de todo en A Coruña, junto a su hija Matilda, de dos años, y Amancito, el hijo que Marta tuvo durante su primer matrimonio, con el jinete Sergio Álvarez.
Marta Ortega tiene dos hijos: Amancio (en la foto) y Matilda, nacida en 2020.
Residente en Galicia, pero con una lujosa vida por todo el mundo
Marta vive y trabaja en Galicia, pero sus obligaciones laborales la llevan a viajar por todo el mundo y a atender innumerables compromisos. Para viajar por España más cómodamente, Ortega posee, además del pazo gallego donde vive con su familia, dos lujosos apartamentos, uno en Madrid y otro en Barcelona.
En pleno barrio de Salamanca (donde el metro cuadrado puede llegar a costar 14.000 euros), Marta posee un lujoso apartamento, pero su "joya de la corona" se encuentra en Barcelona: en pleno Paseo de Gracia, la empresaria cuenta con un pisazo de más de 500 metros cuadrados, en un edificio que pertenece a su padre y que se caracteriza por su gran seguridad. De hecho, dicen, es una especie de "búnker".
Marta, en una fiesta con sus padres y Jon Kortajarena.
Todo esto, sin contar las largas vacaciones que pasa navegando con su familia en el Drizzle, el yate de su padre, valorado en 30 millones de euros.
Los Ortega, con Marta a la cabeza de la segunda generación de millonarios (su hermana mayor Sandra tiene un perfil mucho menos mediático que ella, pese a ser la mujer española más rica), han demostrado que la ostentación no es lo suyo: ellos prefieren llevar una discreta vida, hermética a las miradas de los curiosos.
