Así eran las Navidades de hace 50 años. ¡Te emocionarás!
Aunque se sigue festejando lo mismo –el nacimiento de Jesucristo– las fiestas han cambiado en cinco décadas: algunas tradiciones se mantienen, otras son diferentes, las hay nuevas y otras han desaparecido
Para empezar, ese chaval llegaría a una casa decorada con bolitas y espumillón, con el aparador lleno de "christmas" de papel que llegaban por correo postal y un belén con un río hecho de papel de plata y musgo auténtico, en el que los niños hacían avanzar cada día a los Reyes Magos hacia el portal.
Ni rastro de arbolitos en la sala de estar, ni de lucecitas de colores en el balcón, ni de ningún Papá Noel en la barandilla. Este señor nórdico con una bolsa de regalos a la espalda empezaba entonces a rondar por estos lares.
Comida a precios ridículos
El niño se sentaría a la mesa de Nochebuena y Navidad para disfrutar de opíparas comidas (el resto del año no se comía tanto, ni tan bueno), en las que no faltarían cordero, sopa, besugo, marisco y huevo hilado, comprados con pesetas a precios que ahora nos parecen ridículos.
La carta a los Reyes, que los niños escribían con mucha ilusión y su mejor letra, se daba a los pajes y, tras la mágica cabalgata, llegaban los regalos que más lo petaban ese año: juegos de magia, Marujitas que caminaban, Madelmans y sobre todo... el Scalextric.
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