Carmen Ledesma: la emotiva historia de una ilustradora con cáncer y su hija
Carmen Ledesma falleció pocos días antes de poder firmar el cuento ecologista que había creado con su hija, Laia
A contrarreloj
Laia firmó el libro en honor a su madre, fallecida tres días antes.
Fue su último proyecto juntas, pues Laia lo escribió en el 2023, cuando el cáncer de colon que Carmen sufría desde el 2020 había derivado en una metástasis. A pesar de sus durísimas circunstancias, la ilustradora logró acabar la historia, que fue premiada en un concurso literario.
El 23 de abril, festividad de Sant Jordi, Carmen tenía previsto firmar el libro a sus fans, pero falleció tres días antes y su hija sacó fuerzas de flaqueza y dedicó los cuentos en nombre de su madre en un merecido y emotivo homenaje que permanece en su recuerdo y en el de su padre, Jesús Madrid.
Laia Madrid: “La protagonista ama a los animales y tiene dependencia del móvil, igual que yo de niña”
Imagen de la portada y contraportada del libro 'Laura y la tortuga'.
PRONTO: ¿Qué tiene este cuento de ti?
LAIA MADRID: ¡Todo! Físicamente, la protagonista es igual que yo cuando era pequeña: siente amor por los animales y tiene dependencia del móvil, como yo tuve. Mi intención era escribir un cuento enfocado en un tema tan actual como los plásticos.
“La ilusión de su vida era ilustrar su cuento”
La artista realizó numerosos trabajos gráficos, desde libros a carteles para fiestas locales.
P.: ¿De dónde viene tu conciencia medioambiental?
L.M.: De mis padres, que me la han inculcado desde pequeña.
P.: ¿Crees que las nuevas generaciones estáis más concienciadas?
L.M.: Totalmente. Yo lo veo en los niños pequeños, que enseñan a sus padres a reciclar.
P.: ¿Qué piensas que diría tu madre si viera la gran acogida que ha tenido su libro?
L.M.: Estaría feliz, porque la ilusión de su vida era ilustrar su propio cuento. Había dibujado muchísimos, pero nunca uno suyo. Fue muy chulo hacerlo juntas.
Carmen con su hija que sostiene su libro en la mano.
P.: ¿Qué legado te ha dejado?
L.M.: ¡Un montón de cosas! Hay dibujos suyos por todas partes, en libros, camisetas... Está muy presente.
P.: ¿Seguirás sus pasos en el mundo editorial?
L.M.: Yo estudio Ganadería y Bienestar y quiero montar una granja escuela porque me encantan los animales y los niños y así uniría mis dos pasiones.
Aunque en proceso de duelo todavía, Jesús Madrid, padre de Laia y viudo de Carmen, comparte el entusiasmo de su hija por este bonito proyecto y le encantaría que el cuento tuviera una segunda parte.
Al marido de Carmen le encantaría que la historia tuviera una segunda parte.
PRONTO: La historia tiene varios mensajes...
JESÚS MADRID: Sí, la intención es que tenga un impacto visual y que llegue a los niños. Además, puede ser muy útil, ya que al final hay varios códigos QR sobre la fundación Cram, dedicada a la protección y conservación marina. Y también habla de la problemática de los adolescentes con la tecnología.
P.: El libro ha tenido una gran acogida.
J.M.: ¡Sí! y ahora la idea es llevarlo a Europa, incluso, a Estados Unidos. El proyecto pretendía que Laura tuviera otras vivencias vinculadas al medio ambiente. Las compañeras de trabajo de mi mujer se han ofrecido a hacerse cargo de los dibujos y, mi hija, del texto. Me encantaría que tuviera una segunda parte, aunque todavía estamos muy afectados. Esto va poco a poco.
“Fue dramático, pero ella quería dejar este legado”
Una mirada diferente. Jesús asegura que Carmen cambió su forma de ver la vida con su mirada algo infantil, que ha heredado su hija, Laia.
P.: ¿Qué crees que diría Carmen de todo esto?
J.M.: Ella estaba hospitalizada, pero pudo ver varios ejemplares editados. Lloró y se emocionó muchísimo. Quería dedicarle uno a su oncólogo, el doctor Ros, de Vall d’Hebron, a quien estaba muy agradecida. Este cuento con nuestra hija era su proyecto más especial.
Las ilustraciones de Carmen Ledesma son parte esencial de la historia.
J.M.: Imagino que fue duro dibujar en su estado.
J.M.: Mucho. Había perdido la sensibilidad en las manos y tenía que ponerle una venda para sostenerlas. Realmente fue muy dramático, pero ella quería terminar el cuento y dejar ese legado.
P.: Y así fue.
J.M.: Sí, aunque tenía mucha ilusión por firmar cuentos en Sant Jordi. Carmen tenía una vida interior muy creativa, era una apasionada de su trabajo y pura inspiración. Ella me cambió mi manera de ver la vida, con una mirada más de niña. Y nuestra hija ha heredado eso.