La solidaridad devuelve la esperanza a Valencia
Miles de personas anónimas llegadas de toda España organizan iniciativas para los afectados
Unas 50.000 personas han viajado a Valencia para ayudar
Más de 50.000 voluntarios se han trasladado a Valencia para ser dirigidos a las zonas afectadas.
A pesar de la intervención de las fuerzas de seguridad, los servicios de emergencia y las organizaciones humanitarias, la solidaridad ciudadana se ha vuelto imprescindible. Alrededor de 50.000 personas de toda España y otros países han acudido a la zona afectada para ayudar.
Profesionales como fontaneros, electricistas y albañiles se han volcado en las tareas de reconstrucción; cocineros preparan comida para los damnificados y voluntarios en las calles; agricultores colaboran con tractores para eliminar escombros y coches, y la Universidad de Valencia ha emprendido una emotiva labor para recuperar y limpiar fotografías familiares que el lodo se llevó a su paso.
Voluntarios ayudando a los vecinos a desalojar una pesada máquina.
El impacto emocional y físico de esta catástrofe ha sido profundo, y personal de salud y psicólogos voluntarios brindan asistencia a quienes han sufrido pérdidas. Además, la iniciativa Danakids, impulsada por voluntarios especializados, se encarga de crear espacios seguros para los niños, ofreciendo actividades mientras sus padres limpian y recuperan sus hogares.
Los animales también han sido considerados por colectivos animalistas que han creado refugios temporales, como en el campo de fútbol del Sporting Benimaclet, y una cuenta en Instagram para ayudar a reunir mascotas perdidas con sus dueños.
Los niños también ayudan
Un polideportivo convertido en centro de donación de alimentos y ropa.
En cuanto a los suministros, alimentos no perecederos, agua, ropa y material de limpieza llegan desde todo el país a trece centros logísticos, donde cientos de voluntarios los clasifican y distribuyen. En algunas zonas, las tiendas han sido destruidas y los caminos permanecen intransitables, por lo que estos víveres son esenciales para los damnificados. Entre los jóvenes voluntarios destacan Izan y Neizan, dos amigos de 11 años que reparten comida y un mensaje de aliento: "No pierdas la esperanza y come yogurt".
Un rayo de esperanza tras la DANA
Los productos de limpieza también son muy necesarios.
La gran movilización solidaria ha llegado a tal punto que la Generalitat Valenciana ha habilitado la página Som Solidaritat, donde los interesados pueden inscribirse y ofrecer su ayuda de forma organizada. Una vez registrados, los voluntarios se dirigen a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, donde reciben equipo de limpieza y transporte hacia las zonas donde más se los necesita.
Vecina recibiendo su ración de comida envasada.
Este esfuerzo colectivo ha dado consuelo a las personas afectadas, permitiéndoles vislumbrar un rayo de esperanza en medio del dolor y el caos que dejó la DANA.
No te pierdas el reportaje completo en las páginas de la nueva Revista Pronto.