¿Qué es la kombucha? Propiedades y beneficios de esta bebida
Te desvelamos todo sobre esta bebida de té fermentado que aporta muchos beneficios y que puedes encontrar en cada vez más sitios. ¿Te apuntas a esta moda saludable?
La kombucha es una bebida procedente de Asia que se consumía en países como China o Japón hace ya muchos siglos, sobre el año 200 a.C. La receta, que consta de té verde, una pequeña cantidad de azúcar y agua, se retomó y se viralizó en Estados Unidos hace una década y pronto su fama la llevaría a muchos rincones del mundo
Su sabor ligeramente ácido hace que no muchas personas se aficionen a tomarla, pero esta bebida es muy saludable y a las pocas veces de haberla probado te acaba enganchando. De hecho, está ganando muchos adeptos y solo en España sus ventas se han multiplicado por tres en el último año. ¿Quieres saber por qué?
¿Qué es y para qué sirve la Kombucha?
La kombucha es una bebida gaseosa y ligeramente ácida que parte de una base muy sencilla formada por una infusión de té con un poco de azúcar. Para que esta bebida llegue a fermentar, hay que añadirle el scoby (colonia simbiótica de bacterias y levaduras) que contiene varias cepas de bacterias y hongos, que harán que el té con azúcar fermente y se convierta en lo que luego será la kombucha.
La kombucha es una bebida que puedes empezar a consumir si te gusta probar sabores nuevos, y sobre todo, si te gusta cuidarte por dentro y valoras los nutrientes de lo que comes, ya que aporta muchos beneficios de los que te hablamos a continuación.
Puedes encontrarla en muchos restaurantes que se centran en ofrecer platos saludables, y en locales vegetarianos y veganos. Actualmente muchas tiendas ecológicas, a granel y las que tienen un modelo de consumo sostenible están empezando a traerla, así como algunos herbolarios. ¡No es tan difícil de encontrar como parece!
Beneficios de la kombucha
Este tipo de alimentos fermentados pueden no sentar bien a todo el mundo, por lo que se recomienda siempre ir introduciéndolos poco a poco para empezar a disfrutar de todas sus propiedades. Te explicamos algunos de los beneficios de la kombucha:
• Ayuda al sistema digestivo: Uno beneficios de la kombucha más populares es que ayuda a mejorar el tránsito intestinal, ya que equilibra los niveles de acidez en el estómago. El efecto probiótico de la kombucha es similar al de otros alimentos fermentados, y de hecho es recomendable consumir varios tipos de fermentados de manera habitual, como el kéfir, el queso crudo o los encurtidos.
• Fortalece el sistema inmnológico: además de ayudar a la digestión, la kombucha también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, gracias a que las bacterias que contiene esta bebida milenaria.
• Tiene poder antibacteriano: gracias a los ácidos que posee la kombucha, esta bebida también puede prevenir ciertas infecciones.
• Es un alimento antioxidante: la kombucha está cargada de antioxidantes y es beneficioso para nuestra salud hepática.
• Es rica en vitaminas y minerales: esta bebida de té fermentado tiene magnesio, potasio, hierro, calcio, zinc, entre otros, así como vitaminas del grupo B y ácido fólico.
Además de la kombucha, otros alimentos probióticos que también están ganando fama son el chucrut o el kimchi, hechos con col fermentada y que tienen unas propiedades muy similares a las que acabamos de enumerar. Si te gustan los sabores ácidos y un poco picantes, te animamos a probarlos también y alternar su consumo con la kombucha.
¿Cuál es la mejor hora para tomar Kombucha?
La kombucha es una bebida que está empezando a adentrarse en nuestra cultura, y se puede consumir como sustituto del agua que acompaña a las comidas o como refresco. Este líquido fermentado es ideal también para tomar a la hora del aperitivo, o como digestivo después de comer.
Cualquier hora es buena para beber té kombucha. Eso sí, si eres sensible a las bebidas estimulantes, es mejor no consumirla por la noche, ya que la teína podría afectar a tu sueño.
Contraindicaciones de la kombucha
Esta bebida tiene pocas contraindicaciones, pero hay algunos casos que se deben puntualizar. En el caso de los niños, es mejor no ofrecérsela, o al menos en grandes cantidades, ya que en el proceso de fermentación también se genera una pequeña cantidad de alcohol, aunque menos de un grado.
En cuanto a las embarazadas, si ya consumes kombucha de forma habitual, puedes seguir haciéndolo, pero si vas a introducirla en tu dieta, es mejor no empezar a beberla en esta etapa. Igualmente, en todos los casos, lo mejor es consultar con tu médico para que valore tu caso.
¿Cómo hacer kombucha en casa?
Como has visto, el té de kombucha tiene muchos beneficios y por ello se ha extendido tanto su consumo. El inconveniente de esta bebida es que no es económica, y es que una botella de un litro puede rondar entre los 7 a los 10€ o incluso más.
Por esta razón, no es raro que cada vez más personas se estén animando a hacerla en casa. La única pega que podemos sacarle a esto es el tiempo que hay que invertir en mantener el scoby, ya que su cuidado es similar el de otro ser vivo como podría ser una planta, y hay que alimentarlo y mantenerlo en perfecto estado.
La mezcla básica de la kombucha, si la quieres hacer desde cero en casa es agua, azúcar, té negro (o una mezcla de té verde y negro) y el scoby, que es el que hará toda la magia.
El primer paso es hervir un litro de agua como si fueras a hacerte un té. Cuando empiece a burbujear, apagamos y echamos unos 5 gramos de té que preferiblemente sea comprado a granel y sin aromatizar. Añadimos el azúcar, unos 60 gramos, removemos, y dejaremos reposar esta mezcla hasta que temple en un recipiente de cristal.
Después añadimos el scoby, que podemos comprar a un particular, por Internet, o en una tienda especializada, que además vendrá acompañado de un líquido. Este "líquido iniciador" debe suponer el más o menos un 20% de nuestra kombucha. Cubrimos el recipiente con papel de cocina o una tela y solo queda esperar unos días en los que nuestra mezcla estará a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.
Al quinto día, veremos cómo se ha formado un nuevo scoby, y podremos hacer la primera cata de nuestra kombucha. Los siguientes días, seguiremos probando hasta hallar un sabor ligeramente más dulce del que esperamos para nuestra kombucha final. En total, el tiempo de espera serán de 7 a 10 días.
Cuando estemos contentos con el sabor, podemos rellenar las botellas de cristal donde almacenaremos nuestra kombucha definitiva, y tendremos que esperar de 3 a 5 días más para que se generen esas burbujas tan finas y características de esta bebida. La bebida aún la mantendremos a temperatura ambiente hasta que dentro de la botella exista la presión característica de las gaseosas.
Pasada esta segunda fermentación, ya podemos llevar a la nevera, donde se frenará el proceso, y ¡ya podremos disfrutar de nuestra kombucha casera!
Hay que puntualizar que hacer kombucha es relativamente sencillo, pero debemos tener en cuenta muchos factores, como el nivel de acidez, la presión de las botellas en la segunda fermentación (podrían llegar a explotar) o la buena conservación del scoby, que no deja de ser algo vivo.
Si quieres empezar a hacer kombucha casera, te animamos a que investigues más sobre el tema y que, si te gusta, acudas a alguna formación o taller donde expertos te expliquen más sobre la elaboración de esta bebida. ¿Te apuntas?