Trucos para hacer yogur casero
Aprende a hacer tu propio yogur en casa de forma fácil. ¡No tendrás que volver a comprarlo!
El yogur es un alimento económico que, desde siempre, ha sido un básico en nuestras neveras. Aunque es muy fácil de adquirir, hay muchas personas que han desarrollado la inquietud de hacerlo en casa, ¡y es que es más fácil de lo que parece!
Si a ti también te ha picado el gusanillo y quieres aprender más sobre cómo hacer yogur casero sin yogurtera, seguro que en este artículo te resolvemos algunas de las dudas más frecuentes y, por qué no, ¡a lo mejor te animas a prepararlo en casa! ¿Te apuntas?
¿Qué es el yogur y por qué hacerlo en casa?
El yogur es un alimento que está todas las neveras. Este alimento lácteo se caracteriza por un sabor suave con un toque ácido que varía según la fermentación.
Según la RAE, el yogur es un "producto lácteo obtenido mediante reducción por evaporación y fermentación bacteriana de la leche". Aunque en la actualidad es un producto comercial cuya fabricación está muy mecanizada, ya se preparaba en la antigua Mesopotamia, entre los años 4.000 y 5.000 antes de Cristo.
Aunque el más común en la actualidad es el que procede de la vaca, antiguamente se usaba la leche de cabras e incluso camellos. Parece que su origen radica en la necesidad de conservar la leche por más tiempo, ya que este líquido no aguanta bien las altas temperaturas cuando las sociedades aún eran nómadas y necesitaban alimentos de alta durabilidad.
Este alimento se popularizó por sus propiedades, de las que te hablamos en el siguiente punto. Pero no solo consumimos yogur por que sea un alimento nutritivo. Su popularidad se debe a su sabor y cremosidad, que hacen que disfrutemos de cada cucharada y lo hayamos convertido en un perfecto postre, desayuno o merienda.
Se puede consumir tanto en recetas dulces como en saladas, como las que te proponemos a continuación. Es un alimento muy versátil que puede dar textura a nuestros postres o ser el ingrediente principal de nuestras salsas. ¡Qué rico!
Ensalada de patatas, pepino y salmón ahumado con yogur
Tortitas de maíz con salsa de yogur
Suflé de zanahorias con salsa de yogur
Yogur con compota de manzana y canela
Yogur con gelatina de melocotón y menta
Bizcocho de yogur y cacao
Beneficios del yogur
Seguro que has oído hablar mil veces de las bondades de este alimento, pero aquí vamos a resumir algunos de sus beneficios más importantes. En primer lugar, nos ayudará a completar nuestro requerimiento de proteínas que, además, son muy bien digeridas por nuestro organismo.
Al tratarse de un alimento fermentado, favorece una buena digestión, gracias a sus millones de bacterias beneficiosas para el intestino. En este mismo sentido, consumir un yogur al día ayuda al sistema inmunitario y a restablecer la flora intestinal, también después de un tratamiento con antibióticos.
Además, el yogur es ideal para dietas blandas, y ayuda a mejorar los síntomas de diarrea. Además, contribuye a regular el colesterol gracias al tipo de bacterias que contiene. También es rico en vitaminas del grupo B, omega-3 y en minerales como fósforo y potasio. ¡Es ideal!
Hablemos de ingredientes. ¿Cuál es la mejor leche para hacer yogur?
En España, si nos hablan de leche, normalmente se nos vienen a la cabeza los bricks de un litro o litro y medio, que corresponden a la leche UHT o ultrapasteurizada. Como ya sabrás, no es el único tipo de leche que hay, y es que según el tratamiento térmico que se le da, hay varios tipos de leche: UHT, pasteurizada, fresca, cruda y en polvo. ¿Sabes cuál es la mejor para hacer la receta de yogur casero?
Para empezar, para hacer yogur en casa, la leche cruda queda descartada. Esta bebida no ha pasado por ninguno de los procedimientos exigidos por la UE, y por tanto, puede causarnos graves problemas de salud. Por tanto, optaremos por opciones que sí han pasado por un tratamiento térmico y son de consumo seguro.
Dicho esto, podemos utilizar leche pasteurizada y leche UHT, mientras que la leche en polvo o leche evaporada sólo se utilizaría para dar más cuerpo al resultado final, y no como base de nuestra receta de yogur hecho en casa.
Por otra parte, se recomienda usar preferiblemente leche entera que sus variedades semidesnatada y desnatada. Aunque estas opciones tienen menos grasa, la leche entera conserva todas las vitaminas de este alimento y además le dará ese cuerpo que tanto nos gusta.
En cuanto al origen de la leche, puedes utilizar la que más te guste: vaca, oveja o cabra son estupendas opciones. Y como hemos dicho, para tu yogur puedes usar tanto leche ultrapastaurizada como pasteurizada (fresca), pero muchos cocineros y expertos optan por la segunda opción.
Esto es porque la leche fresca se pasteuriza a menor temperatura (a unos 90º frente a los 150º de la leche UHT), conservando así todas las vitaminas y proteínas del alimento.
¿Es bueno el yogur con azúcar?
Todos hemos oído hablar de las bondades del yogur, pero, ¿es bueno cualquier yogur comercial? Cuando nos referimos a las propiedades y beneficios de este lácteo, en todo momento nos referimos a su variedad natural sin edulcorar. Dentro de esta clasificación también entrarían el yogur griego o el kéfir.
Para que un yogur sea de calidad, tiene que tener un número muy limitado de ingredientes: leche y fermentos lácticos, aunque puede tener alguno más, pero entre ellos no debe estar presente el azúcar añadido. Aquí hay que tener especial cuidado con los yogures con reclamos de "0%" y lo yogures con fruta, que suelen llevar muchos edulcorantes o azúcares para mejorar su sabor.
Como siempre decimos, debemos limitar el consumo de azúcar que ingerimos que no está naturalmente presente en los alimentos, por lo que no es aconsejable comprar asiduamente yogures azucarados. Tanto si compramos yogur como si lo hacemos en casa, es mejor endulzarlos con fruta.
También hay que prestar atención a los yogures griegos a los que se agrega nata para darle más cremosidad. Este tipo de producto está muy rico, pero se aleja de lo que consideramos "saludable", ya que el yogur griego original consigue esa textura al eliminar el suero tras la fermentación, no añadiendo más grasa.
¿Cómo se hace el yogur casero?
Hacer yogur en casa es más fácil de lo que parece y se hace con poquitas cosas. Eso sí, si no tienes un termómetro de cocina, ¡es hora de hacerse con uno!
Hay dos opciones para hacer yogur desde cero: partiendo de un yogur natural de buena calidad, o con fermento liofilizado. Este fermento en polvo, que cuesta unos 2 euros el gramo, contiene dos cepas de bacterias que te ayudarán a conseguir una buena cantidad de este alimento hecho en casa.
Para elaborarlo, te dejamos nuestra receta de yogur casero sin yogurtera, muy sencilla y que se hace con sólo 2 ingredientes. Mira el paso a paso, ¡te sorprenderá!
Prueba nuestra receta de yogur casero
Para hacer yogur casero sin yogurtera necesitarás solo 2 instrumentos de cocina: una olla grande y el termómetro del que te hablábamos antes. Los pasos a seguir son muy poquitos, pero hay que asegurarse de ser muy preciso con la temperatura a la que calentamos la leche para conseguir un buen resultado.
Calentaremos la leche en la olla hasta que llegue a 60º, vigilando constantemente. Una vez alcanzada esta temperatura, añadiremos a la olla nuestro yogur natural o el fermento liofilizado, que es lo que le dará las bacterias necesarias para el proceso de fermentación.
Sin dejar de remover para que se mezclen bien las dos sustancias, mantendremos una temperatura constante de 45º, con cuidado de no llegar a los 48º. ¡Las bacterias podrían morir!
Ahora sí, es hora de apartar nuestra mezcla del calor y volcarla en su nueva casa. Si no tienes yogurtera, no te preocupes, porque utilizaremos un método casero para conseguir que esta mezcla de leche se convierta en un litro de yogur.
Precalienta el horno a 45ºC. Una vez hecho esto, ve guardando el yogur en tu recipiente o recipientes de vidrio y tápalos bien con un paño, toalla o manta fina. Guarda los botes o tuppers de yogur envueltos en una bolsa de plástico de la manera que no entre nada de aire. Si tienes bolsas con cierre hermético, te ayudarán mucho en este paso.
Apaga el horno y mete dentro el yogur de un día para otro, pero al menos deben pasar entre 8 y 12 horas. Pasado este tiempo, refrigera y ¡listo!
¿Por qué el yogur me sale líquido? Trucos infalibles para hacer un yogur casero cremoso
Algunos de los trucos para hacer tu yogur te los hemos ido desgranando a lo largo de este post. ¡Vamos a por un pequeño resumen!
• Utiliza mejor leche entera que semidesnatada
• Para la receta de yogur casera, es recomendable utilizar leche fresca (la que está refrigerada) antes que la UHT (la de brick o bottle que está en las estantería de los supermercados), aunque ambas te servirán.
• Si la textura te parece demasiado líquida, puedes colar tu mezcla de yogur natural líquido en una tela especial. Pon un bol debajo del colador cubierto con la tela para que expulse el suero durante 5 horas. Pasado este tiempo, tendrás una mezcla cremosísima y deliciosa.
• Si tu yogur ha reposado el tiempo indicado y aún así sigue líquido, puedes volver a llevarlo a tu yogurtera-horno improvisada durante unas horas más. ¡Verás que queda más cremoso!
Esperamos que te hayan gustado estos trucos para hacer tu yogur en casa. ¿Los vas a poner en práctica?