¿Cómo afecta la soledad a tu salud? Pautas para acabar con ella

En los tiempos en que vivimos se ha incrementado la sensación de soledad en muchas personas, pero ya antes entre 20-40% de los adultos afirmaban sentirse solos en algún momento y entre un 21 y un 70% de los adolescentes también. La soledad no es una enfermedad en sí misma, pero sí va asociada a múltiples dolencias y afecta a la calidad de vida. Por eso, es importante favorecer el contacto social.

Un estudio de Harvard que se ha prolongado durante 83 años –el más extenso hasta el momento– y realizado a más de 700 personas ha concluido que las buenas relaciones contribuyen a tener una mejor salud física y psíquica. 

Cuáles son sus efectos y cómo reducirlos 

Más riesgo cardiovascular. La soledad incrementa un 30% más el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como problemas de corazón o ictus. En cambio, compartir sentimientos con alguien reduce los efectos del estrés sobre el corazón, según un estudio de la revista "Heart". 

Disminuye las defensas. Cuando estamos aislados un período prolongado nos sentimos inconscientemente amenazados, lo que hace que nuestro organismo se mantenga en un estado de "hiperalerta" que incrementa la inflamación y, a largo plazo, puede reducir la capacidad para combatir infecciones. Por el contrario, relacionarnos con otras personas puede contribuir a relativizar algunos problemas y favorecer la relajación, lo que ayuda a liberar hormonas inmunopotenciadoras, según concluyó recientemente La Sociedad Española de Inmunología (SEI). 

Resta nutrientes. La soledad repercute negativamente en la dieta: desinterés por la comida, recurrir a alimentos precocinados, no tomar suficiente fruta, ni verdura, ni pescado, etc. Además, en un contexto de estrés e inflamación las digestiones se ralentizan, ya que la energía del organismo se destina a protegernos de supuestas "agresiones", por lo que no se aprovechan bien los nutrientes, sobre todo las vitaminas del grupo B, la C, y minerales como hierro y magnesio. 

Hipertensión. Las personas que viven, y se sienten, solas tienen más probabilidades de tener la presión sanguínea más alta. Los momentos de ocio ayudarán a controlarla. 

Alzheimer y demencia. La soledad forzosa va asociada a un empeoramiento cognitivo acelerado y, según los investigadores, aumenta el riesgo de demencia en un 64%. Por el contrario, las personas mayores con un círculo de amistades amplio o que tienen buenas relaciones con sus hijos/as y/o su pareja están protegidos contra la pérdida de memoria hasta edades muy avanzadas, sobre todo las mujeres. 

Insomnio. La soledad puede provocar insomnio. Y eso sucede también en los jóvenes, así lo indica un estudio realizado en el King's College London, que comprobó que los jóvenes que se sentían más solos tenían un 24% más de posibilidades de sufrir insomnio. En cambio, la buena salud social reduce el estrés y la ansiedad, lo que asegura el descanso nocturno. 

Aumenta la mortalidad. El aislamiento social está asociado a un aumento del 30% de riesgo de muerte prematura. El peligro es mayor para los adultos menores de 65 años que para las personas de más edad en las mismas circunstancias. 

Diabetes. Al elevar los niveles de inflamación también se puede incrementar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Ayudar a las personas a entablar relaciones podría ser útil para prevenir esta enfermedad, según la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD). 

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Lograr una buena salud social 

Tener una buena salud social es tan importante como la dieta o el ejercicio, según algunos reconocidos organismos internacionales como la Universidad de Harvard (EEUU) o el Gobierno austriaco, que han decidido añadir este tercer componente a la pirámide nutricional. 

Alimentar el ánimo. Las vitaminas del grupo B, entre las que destacan la B1, B2, B12 y el ácido fólico (B9), favorecen la buena salud del sistema nervioso y el inmunológico y nos ayudan a obtener la energía que nuestro cuerpo necesita y a mantener un estado de ánimo positivo. 

Ejercicio. Salir a caminar o practicar taichí en el parque son actividades que favorecen el contacto social y ayudarán a disminuir el sentimiento de soledad, lo que unido a los propios beneficios de la actividad física se ha comprobado que reduce la toma de fármacos. 

Las 4 propuestas para activar tus relaciones 

1. Cuestión de actitud. Prestar atención a la otra persona es la clave de una buena relación, tanto de pareja como con los amigos. No podemos saber lo que sienten los que nos rodean por eso es importante que pongamos atención y les escuchemos para que se sientan acompañados. Esa actitud nos acerca a los demás. 

2. Rutinas saludables. Actividades sencillas y cotidianas, como comprar el pan, ir al mercado, ir a visitar a algún familiar, etc. favorecen el contacto social. 

3. Tener una mascota. El 85% de los propietarios de mascotas se sienten menos solos y el 76% ha llevado mejor el confinamiento gracias a ellas. Los animales de compañía representan un importante apoyo: acariciarlos o abrazarlos reduce el nivel de estrés, y con los paseos diarios, además de realizar ejercicio físico se favorecen las relaciones sociales. 

4. Ocio a medida. Es importante planificar actividades que se adapten a las necesidades sociales y familiares de la persona. Apuntarse a algún curso (pintura, baile, clubs de lectura, etc.) facilitará encontrar a otras personas con los mismos intereses y aficiones. 

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Verdadero o Falso 

Uno puede sentirse solo aunque esté rodeado de gente y tampoco es lo mismo la soledad deseada o buscada. Existen muchos mitos alrededor de esta condición. 

Las relaciones estables son las que protegen 

Falso. Las relaciones con amigos o con la pareja son fundamentales para proteger contra enfermedades crónicas y mentales y la pérdida de memoria, aunque en esas relaciones haya algunos altibajos, como es normal. Lo que protege nuestra salud es que exista confianza en la relación y en momentos difíciles se reciba apoyo. 

El ocio tiene un poder terapéutico 

Verdadero. Ante ciertos problemas asociados al envejecimiento, el ocio juega un papel muy importante para la socialización. También sube el ánimo, favorece el descanso, ayuda a evadirse de los problemas e incluso reduce el dolor. 

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Vivir solo/a favorece la soledad 

Falso. Vivir solo no es lo mismo que estar solo ni que sentirse solo, por eso cuando se trata de una soledad buscada, no se experimenta esa sensación de aislamiento. Hay personas que necesitan estar solas porque sienten que son más creativos, que conectan con ellos mismos/as, etc. 

Cuidar el aspecto propicia el contacto 

Verdadero. Es importante cuidar el aspecto físico y la higiene, ya que está comprobado que vernos bien, ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y también propicia el contacto social.