Alergia al polen: mejora tu calidad de vida
Si te encuentras entre los ocho millones de alérgicos al polen que hay en España, sigue estos consejos y podrás aliviar los síntomas
La alergia es una reacción de nuestro organismo ante una sustancia que percibe erróneamente como nociva. Esto aumenta la producción de histamina, un compuesto que libera nuestro organismo y que provoca las molestias típicas de este trastorno.
En primavera, el principal alérgeno es el polen, unos granos minúsculos producidos por el aparato reproductor de las flores y que se encuentra suspendido en el aire que respiramos.
¿Cómo aliviar la alergia por el polen en el exterior? 3 medidas preventivas
El mejor tratamiento contra las alergias es tratar de evitar, en la medida de lo posible, el contacto con la sustancia que la produce. Si eres alérgico al polen, es importante tener en cuenta estas medidas.
No se trata de encerrarse en casa, sino de evitar las horas y los lugares donde la concentración de polen en el aire es mayor.
1. Reduce las actividades al aire libre
Evita las salidas al exterior, sobre todo en los días cálidos, secos y ventosos, ya que, en estas condiciones, hay una mayor distribución de polen. Por el contrario, en los días húmedos y lluviosos, los índices son más bajos.
2. Utiliza gafas de sol
Te ayudarán a proteger los ojos del efecto del polen y reducir el riesgo de sufrir síntomas como irritación ocular, picor, enrojecimiento, etc.
3. Mantén tu coche libre de polen
En la medida de lo posible, no abras las ventanas. De esta manera evitarás que el polen entre en el vehículo en concentraciones excesivas.
Casa saludable: trucos para personas alérgicas
No olvides, sin embargo, que el polen también puede entrar en tu hogar. Toma estas precauciones para que no ocurra.
1. Ventila las habitaciones un máximo de cinco minutos
Es el tiempo suficiente para renovar el aire. Evita hacerlo en los momentos en los que hay una mayor concentración de polen (entre las cinco de la madrugada y las diez de la mañana y entre las siete de la tarde y las diez de la noche).
2. Limpia tu casa con frecuencia
Hazlo utilizando un aspirador en lugar de escobas u otros utensilios que levanten polvo. Para limpiar las superficies, emplea una bayeta húmeda. Procura, además, evitar todas aquellas actividades que puedan remover las partículas de polen, como barrer el balcón o la terraza o cortar el césped.
3. Recurre al aire acondicionado
Es un buen sistema para mantener la casa fresca sin necesidad de abrir las ventanas. Procura, sin embargo, colocar un filtro antipolen y cambiarlo con frecuencia.
4. Utiliza una secadora
Te permitirá no tener que tender la ropa al aire libre durante la época de polinización.
¿Qué hacer si soy alérgica al polen? 3 trucos indispensables
Hay una serie de hábitos que, incluidos en tu día a día, te ayudarán a reducir las molestias.
1. Lávate las manos y la cara
Hazlo al llegar a casa para eliminar el polen que ha quedado en su superficie. Además, refrescar con frecuencia la nariz y los ojos con agua te ayudará a sentirte mejor. También se recomienda ducharse y lavarse el pelo antes de irse a dormir.
2. Cámbiate de ropa al llegar a casa
Si has estado al aire libre, los granos de polen se pueden haber acumulado en las prendas, agudizando los síntomas.
3. No te esfuerces en exceso
Realizar ejercicio físico intenso en época de polinización puede provocar episodios de asma.
¿Cuál es el mejor medicamento para la alergia?
Cuando se sufren los síntomas típicos de esta dolencia, lo primero que debemos hacer es acudir al especialista (alergólogo) para que decida los fármacos más útiles en cada caso.
1. Antihistamínicos
Son medicamentos que bloquean los receptores de histamina, la sustancia que provoca los síntomas de la alergia, por lo que ayuda a reducir molestias como el picor nasal, la irritación ocular y el lagrimeo, la hinchazón, la urticaria y el enrojecimiento de la piel, los estornudos, etc. Para que resulten 100% efectivos, se aconseja tomarlos al inicio de la aparición de las molestias.
2. Corticoesteroides
Por su acción antiinflamatoria, están indicados para tratar el asma, los problemas nasales y las dolencias cutáneas. Aunque resultan muy eficaces, pueden tener efectos secundarios, por lo que su uso debe estar controlado por un médico.
3. Descongestivos
Sirven únicamente para aliviar la congestión nasal, pero, a diferencia de los fármacos anteriores, no bloquean la respuesta alérgica. Únicamente los descongestivos con corticoides pueden hacerlo.
4. Broncodilatadores
En caso de asma, tanto puntual (agudo) como crónico, ayudan a relajar y dilatar las paredes de los bronquios para, de esta manera, evitar la obstrucción de los mismos.
5. Colirios
Los conocidos por el nombre de lágrima artificial, se utilizan para aliviar la alergia ocular, ya que limpian el ojo, eliminan los alérgenos y alivian la sequedad y la irritación.
¿Como saber que sufres alergia al polen?
En ocasiones, la alergia pasa desapercibida, ya que sus síntomas son similares a los de otras dolencias como, por ejemplo, el resfriado. Estas señales te ayudarán a reconocerla.
1. Lagrimeo, picor y enrojecimiento ocular
2. Rinitis alérgica (congestión nasal que aparece de forma brusca y mucosidad abundante muy líquida y transparente)
3. Estornudos frecuentes (más de tres o cuatro seguidos)
4. Hinchazón de los ojos
5. Fatiga y cansancio
6. Irritabilidad
7. Dolor de cabeza
8. Dificultad para conciliar el sueño
9. Tristeza y, en algunos casos, depresión
10. Migraña
11. Asma bronquial
Vacunas: el único método definitivo para la alergia al polen
Los fármacos que se utilizan para tratar la alergia ayudan a aliviar los síntomas, pero no curan el trastorno. Sólo las vacunas pueden hacerlo, ya que actúan sobre la causa que lo producen.
¿Cómo funcionan las vacunas para la alergia?
El proceso consiste en administrar pequeñas cantidades del alérgeno (la sustancia que produce la alergia) a la persona afectada. Estas cantidades se van aumentando lentamente y de forma progresiva hasta llegar a una dosis máxima.
¿Cuál es el efecto de la vacuna?
El objetivo de este tratamiento es modificar el sistema de defensa del organismo para que deje de identificar el alérgeno (en este caso, el polen) como una amenaza y, de esta manera, no provoque la aparición de los síntomas de la alergia.
¿Cuándo se administra la vacuna?
Los alergólogos las recomiendan cuando los síntomas son muy intensos, se repiten con frecuencia o no responden bien a la medicación, es decir, cuando afectan negativamente la calidad de vida de la persona alérgica.
Si las molestias son leves y mejores a medida que va pasando el tiempo las vacunas no suelen ser necesarias. En todo caso, siempre es recomendable realizar un estudio detallado de cada caso en particular antes de tomar una decisión.