Alzheimer: reduce el riesgo de sufrirlo con estos buenos hábitos

El Alzheimer es la causa del 75% de casos de demencia. Se trata de una enfermedad degenerativa en la que, por razones que aún están en investigación, se produce una destrucción de las células nerviosas del cerebro. Esto origina problemas de memoria, altera las funciones cognitivas y el comportamiento. Los primeros síntomas son olvidos e incapacidad para recordar la información recién aprendida. Después evoluciona hasta que la persona necesita cuidados porque a menudo se siente confundida, tiene cambios en el estado de ánimo y una conducta alterada. 

Los indicadores biológicos a controlar 

Atrofia del hipocampo. En el Alzheimer, a través de distintas pruebas como las resonancias magnéticas, se perciben cambios en el cerebro como una pérdida de volumen en la zona del hipocampo, el área cerebral que se ocupa de la memoria. 

Una vía para detectarlo a tiempo. También se han encontrado marcadores biológicos cuya medición puede ser determinante para realizar un diagnóstico precoz de esta enfermedad cuando los síntomas aún no se han manifestado o son leves, y así hacer lo posible para frenar su evolución.

• Uno de estos indicadores biológicos es la proteína beta-amiloide que cuando alcanza ciertos niveles de acumulación entre los espacios de las células nerviosas cerebrales ejerce una acción tóxica que las destruye.

• Otra proteína a controlar es la tau fosforilada que también se acumula en las personas con Alzheimer. Se están llevando a cabo investigaciones para encontrar nuevos biomarcadores del Alzheimer que faciliten su diagnóstico y se tiene la esperanza de que gracias a ello éste se pueda lograr mediante un simple análisis de sangre. 

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El estilo de vida que ayuda a protegerte 

Aunque con la edad aumenta la incidencia de esta enfermedad, existen factores que pueden favorecer la aparición del Alzheimer y que se consideran determinantes en su prevención. 

El poder de la cúrcuma. Esta especia ayuda a inhibir la acumulación de proteína beta amiloide y favorece la generación de neuronas.

Controlar la hipertensión. Mantener una tensión arterial elevada perjudica tanto el corazón como la salud cerebral, ya que se dañan los vasos sanguíneos del cerebro y con ello aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Diversos estudios han mostrado que, para reducir los riesgos de demencia, es importante que ésta se mantenga a 120 mm Hg de máxima. Para ello ayudará la práctica de ejercicio y seguir unos cuidados dietéticos como una alimentación rica en hortalizas, fruta y cereales integrales y baja en carne roja y sal. 

Regular los niveles de glucosa. La resistencia a la insulina que sufren las personas con diabetes tipo 2 y, por tanto, unos niveles altos de azúcar en sangre parecen incrementar los niveles de proteína beta-amiloide en el cerebro. 

Mantener un peso saludable. Los estudios muestran que el sobrepeso y la obesidad también elevan la concentración de beta-amiloide. 

Dejar el tabaco. Según un estudio publicado en la revista "Archives of Internal Medicine", las personas que fuman tienen el doble de riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Hay que tener presente que cuanto más número de cigarrillos mayor es el riesgo. 

Tener una vida social rica. Mantener una vida socialmente activa, quedar con amigos, frecuentar un centro social o realizar actividades de voluntariado previene el deterioro cognitivo. Y, al contrario, el aislamiento social lo favorece. 

Buscar estímulos intelectuales. Llevar una vida intelectualmente activa también confiere una buena protección frente a esta enfermedad al propiciar el desarrollo de nuevos circuitos neuronales y así compensar la pérdida de neuronas que tiene lugar con la edad. Según los estudios, ejercitar la cognición leyendo, realizando pasatiempos o iniciando una formación para aprender a hablar un idioma o a tocar un instrumento, entre otros, es muy recomendable. 

La importancia de las relaciones. Llevar una vida social rica y quedar con amigos mantiene el cerebro en forma.

Frenar la ansiedad. Un estudio de la Fundación Pasqual Maragall ha relacionado la ansiedad como un factor que puede alterar la morfología del cerebro y afectar su volumen. Otro estudio de la Universidad de Florida ha encontrado que las situaciones de tensión también pueden favorecer la acumulación de la proteína beta-amiloide en el cerebro.

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Verdadero o Falso 

En todo el planeta se llevan a cabo numerosas investigaciones para determinar con mayor precisión las causas del Alzheimer y encontrar un tratamiento que pueda ser eficaz para un trastorno que afecta a más 40 millones de personas en el mundo.

La importancia de las relaciones

Llevar una vida social rica y quedar con amigos mantiene el cerebro en forma. 

Dedica tiempo a memorizar y a calcular 

Los talleres de memoria, adquirir el hábito de memorizar números de teléfono de amigos o de familiares o realizar cálculo mental son actividades cognitivas que ayudan a mantener en forma el cerebro.

Aprender a jugar al ajedrez, tocar un nuevo instrumento o escuchar música nueva estimula como nada nuestra mente.

Evita el sedentarismo 

Los ejercicios aeróbicos (caminar, ir en bicicleta, nadar), que son buenos para el corazón, benefician el cerebro y disminuyen el riesgo de demencia. Incluso se ha visto que en personas con trastornos cognitivos, tras seis meses de practicar 45 minutos de ejercicio tres veces por semana, mejora su capacidad reflexiva y su cerebro rejuvenece.

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Haz puzles y practica juegos de mesa 

Según una investigación publicada en la revista "Neurology", en la que se observaron a 1.903 personas durante siete años, ejercitar las meninges regularmente haciendo puzles o practicando juegos de mesa podría llegar a retrasar hasta cinco años la aparición del Alzheimer en personas de edad avanzada. 

No dormir las horas suficientes 

El insomnio y la apnea del sueño se consideran un factor de riesgo de deterioro cognitivo y de problemas de memoria. Procura combatir y tratar estos trastornos. 

Qué va bien y qué no para prevenir el Alzheimer

Los hábitos tienen una gran relevancia en la prevención del Alzheimer. Ten en cuenta estas buenas prácticas para cuidar tus habilidades cognitivas. 

La dieta mediterránea es protectora 

Verdadero. Efectivamente esta dieta en la que hay un consumo de cereales integrales, hortalizas, frutas, legumbres y pescado y, además, se emplea el aceite de oliva virgen como grasa principal, parece reducir el riesgo de Alzheimer. Otras dietas recomendables por su acción beneficiosa son la dieta DASH y la MIND que también priorizan estos grupos de alimentos mencionados y reducen el consumo de carne roja. 

¡La dieta siempre es nuestra aliada en cuestión de salud! Sigue nuestros consejos en relación al Alzheimer.

No es viable una vacuna 

Falso. Investigadores de la Universidad de California tienen la esperanza de poder lograr una vacuna que evite la acumulación de proteínas amiloides y tau en el cerebro y con ello prevenir el Alzheimer. 

La transfusión podría ser un remedio 

Verdadero. Aunque aún está en una fase experimental, podría ser viable que la transfusión de ciertos factores sanguíneos de personas jóvenes a personas con Alzheimer –diagnosticadas en una fase inicial de la enfermedad– pudiera servir como tratamiento. 

La audición no repercute en la salud cerebral 

Falso. Un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) señala que el hecho de que una persona no pueda oír bien si se habla en un entorno ruidoso puede ser un signo de alarma, porque las pérdidas auditivas moderadas y graves aumentan las probabilidades de desarrollar una demencia.