Hongos en la piel: ¿cómo prevenirlos y evitar que aparezcan en verano?
Las infecciones por hongos no suelen ser graves y prevenirlos pasa por una buena higiene y una alimentación adecuada
El verano es uno de los momentos más sensibles para pillar hongos. Disfruta de tus vacaciones sin olvidar los buenos hábitos.
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética
Un elevado porcentaje de las consultas dermatológicas en verano tienen que ver con las infecciones por hongos, más conocidas como micosis.
Factores como el calor o la humedad aumentan las probabilidades de que proliferen. Estas son motivo de consulta frecuente, ya que afectan a la estética, los puntos blancos que aparecen en la espalda, los hombros o el tórax tras exponerse al sol son un hongo que impide que la piel se broncee, pero también pueden ocasionar molestias, como picor, enrojecimiento y descamación.
La buena noticia es que en la mayoría de casos son fáciles de prevenir y tratar.
Conoce cuál es su origen
Factores internos. Tener las defensas bajas (por alguna enfermedad crónica, por una infección, por tomar antibióticos o por un período de mucho estrés) nos hace más proclives a los hongos en la piel.
Factores externos. También favorecen el contagio o aumentan los síntomas sudar mucho, usar ropa muy ajustada y los ambientes húmedos.
Diferentes tipos
Tiñas. Son las micosis más comunes y pueden afectar a diferentes partes del cuerpo: pies, ingles, uñas, cuero cabelludo, manos o barba. En función del lugar, reciben uno u otro nombre. En el caso de los pies, la más conocida es el llamado "pie de atleta", que engloba diferentes infecciones en los pies.
Candidiasis cutáneas y mucosas. Son las producidas por el hongo del género "Candida albicans" y aparecen en aquellas partes del cuerpo donde hay mayor grado de humedad, como zonas interdigitales de pies y manos e ingles. También provoca la candidiasis vaginal, una infección muy frecuente.
Pitiriasis versicolor. Son las típicas manchas en la piel, de blancas a marronáceas, que aparecen al tomar el sol, ya que el hongo impide que la piel se broncee.
Tus aliados. Los probióticos (el kéfir, el yogur, el chucrut o la kombucha) ayudan a curar y prevenir de forma duradera casos de candidiasis.
Pautas para su prevención
Piel bien seca. Es muy importante secarse muy bien las zonas donde pueda quedar algo de humedad tras la ducha, el baño o por llevar el bañador mojado en la playa o piscina (sobre todo las mujeres para evitar la "Candida albicans", el hongo que provoca las infecciones vaginales).
Higiene. Mantener una correcta limpieza corporal es imprescindible para la prevención de las micosis: se recomienda ducharse después de bañarse en la piscina o en el mar. En la candidiasis vaginal, se deben emplear jabones con un pH que ayude a restablecer la barrera natural de esa zona (entre 3,5 y 5,5) y evitar el uso de aceites, jabones o desodorantes perfumados.
De uso exclusivo. No compartas toallas ni utensilios para la higiene, como cortaúñas, limas de uñas, desodorantes roll-on, etc.
Calzado. Lleva siempre chanclas o zapatillas en gimnasios y en piscinas y en las zonas comunes de éstas (duchas, vestuarios, etc.). En verano, evita el calzado cerrado y elige materiales naturales y suela de cuero, que permite la transpiración.
Cuidado de las uñas. Para evitar hongos en las uñas de manos y pies (lo que se conoce como onomicosis) es esencial mantener una correcta higiene, pero también tener en cuenta que en las uñas el hongo sólo se elimina completamente cuando éstas crecen, así que el tratamiento tarda aproximadamente de 3 a 6 meses.
Alimentación. Tener las defensas bajas (por alguna enfermedad o por un período de mucho estrés) o seguir algún tratamiento con fármacos hace que las bacterias presentes en la piel disminuyan, favoreciendo que los hongos proliferen.
En ambos casos, la alimentación será de gran ayuda. Se recomienda incluir proteínas en cada comida y cena (pescado, huevos, legumbres, frutos secos o semillas). También se aconsejan las infusiones de comino, hinojo, laurel, tomillo, salvia y menta. En cambio, evita las setas (no hay que olvidar que a pesar de ser muy sanas, son hongos), los dulces y los hidratos de carbono simples, ya que los hongos proliferan con su consumo.
¿Cuáles son las causas de la candidiasis vaginal?
Se trata de una infección vaginal tan común que la padecerán tres de cada cuatro mujeres al menos una vez en su vida. El riesgo es tan elevado porque son muchos y muy diversos los factores que pueden alterar el delicado equilibrio del pH vaginal.
1. Antibióticos. Tomar antibióticos puede alterar la flora, se puede producir un desequilibrio en alguna zona de nuestra piel, haciendo aumentar la población de hongos y provocando diferentes tipos de micosis. En ese caso, automedicarse no es una opción en ningún caso, así que acude a tu médico, que será quien decidirá el tratamiento adecuado.
2. Tampones y compresas. Ambos favorecen la humedad en la zona y, por tanto, la aparición de infecciones. La prevención pasa por cambiarlos a menudo.
3. Productos de higiene íntima. Esta zona es muy sensible. Elige un gel íntimo hipoalergénico y sin colorantes, que asegure el equilibrio del pH vaginal, de lo contrario pueden alterar la flora vaginal.
4. Prendas húmedas y ropa interior. Dejarte el bañador mojado puesto durante mucho rato puede provocar la conocida como dermatosis del bañador. Y si haces ejercicio y no puedes ducharte inmediatamente después, por lo menos cámbiate de ropa interior (debe ser preferiblemente de algodón, ya que favorece la transpiración).
5. Anticonceptivos orales. Al aumentar los niveles de estrógenos, pueden alterar el pH y favorecer la aparición de la candidiasis.
6. Embarazo. Los cambios hormonales de esta etapa pueden aumentar las probabilidades de sufrir esta infección.
Verdades y mentiras sobre los hongos de la piel
Existen numerosas falsas creencias sobre las infecciones por hongos. ¡Aquí aclaramos algunas!
1. La arena es un lugar de contagio
Muchos hongos no causan síntomas y nuestras defensas no los detectan. Por eso, el mejor consejo es la prevención.
Las manchas decoloradas que aparecen en la espalda, hombros o tórax no son consecuencia directa del contacto con la arena de la playa. De hecho, los hongos, apenas sobreviven en esta superficie, según la Academia Española de Dermatología y Venereología. Lo que sí es cierto es que si el hongo ya está "viviendo" en la piel, para proliferar lo suficiente como para producir las manchas, requiere un grado de humedad y de temperatura en torno a los 30- 32 °C, que es el que encuentra, por ejemplo, en la playa.
2. Existen distintos tipos de micosis según la edad
Las micosis afectan por igual a ambos sexos y a todas las edades, pero el tipo de hongo varía en niños y adultos. Por ejemplo, las tiñas del cuero cabelludo son casi exclusivas de la infancia, mientras que las infecciones de las uñas se ven en adultos y su incidencia aumenta con la edad.
3. Suelen ser muy molestos y ocasionar síntomas
La gran mayoría de las infecciones por hongos pasan desapercibidas y así apenas provocan reacción alguna por parte de nuestro sistema defensivo. No producen inflamación ni apenas picor, son "silenciosos" y por esa razón logran permanecer durante largos períodos de tiempo o incluso a lo largo de toda la vida.
4. Los animales pueden ser fuente de contagio
El contagio a través de animales (gatos, perros, conejos, hámsteres, etc.) no es el más frecuente, pero sí el que más afecta a la población infantil. En cambio, en los adultos, este se produce a través de otras personas.