Problemas de fertilidad: los tratamientos más efectivos
En España el 9% de los bebés nacen gracias a técnicas de reproducción asistida, unos procesos que en los últimos cinco años han registrado un aumento del 28%. Conoce cómo funcionan
La media para ser madre en nuestro país se ha retrasado hasta los 32,7 años. Esto influye en el aumento de parejas que recurren a un tratamiento de fertilidad para ser padres, ya que las probabilidades de embarazo disminuyen sobre todo cuando la mujer es mayor de 35 años. En concreto, la infertilidad afecta entre un 15% y un 20% de las parejas españolas en edad reproductiva, es decir, unas 800.000 personas menores de 40 años presentan dificultades para tener hijos.
En el 30% de los casos las causas se relacionan con trastornos en la mujer y en el otro 30% con problemas en el hombre. Un 30% se debe a causas mixtas y un 10% a motivos inexplicables. Se considera que una pareja que desea un hijo ha de valorar la posibilidad de acudir a un especialista en fertilidad tras un año manteniendo relaciones sexuales para conseguir un embarazo y al cabo de unos seis meses si la mujer ya ha cumplido 35 años.
Pasos a seguir para una inseminación artificial
Generalmente esta técnica está indicada cuando el hombre presenta poca cantidad de espermatozoides o éstos tienen poca movilidad, cuando el cuello del útero de la mujer dificulta el paso de éstos, o bien en mujeres sin pareja que desean ser madres y en mujeres que son pareja y quieren tener un hijo.
Más de una opción. La inseminación artificial puede realizarse con semen de la pareja o de un donante.
Estimulación ovárica. Tras las pruebas diagnósticas necesarias para determinar la causa de la infertilidad, tanto la inseminación artificial como la fecundación "in vitro", se inician con este proceso en el que se dan hormonas a la mujer para que sus ovarios produzcan más cantidad de óvulos y de mejor calidad.
Cómo se realiza la técnica. La inseminación artificial consiste en introducir en el útero de la mujer mediante una cánula el semen de la pareja, o bien el de un donante. Así los espermatozoides se sitúan más cerca de los óvulos y aumentan las probabilidades de fecundación. Este paso es indoloro y dura unos cinco minutos.
• El día de la inseminación se recoge y se prepara el semen de la pareja o el del donante tras determinar con exactitud el día de la ovulación de la mujer con pruebas como ecografías vaginales, análisis de orina o de sangre.
• Se suelen realizar hasta cuatro intentos. El porcentaje de éxito aumenta con cada uno de ellos.
Cuándo está indicada. Es el método que suele utilizarse en las parejas de más edad. Está recomendado en problemas de esterilidad de origen desconocido, cuando otras técnicas han fracasado, si hay obstrucción de las trompas de falopio y alteraciones en el cuello del útero o en la ovulación. Es también una opción cuando los espermatozoides tienen poca movilidad, son de mala calidad o pueden transmitir una enfermedad.
Pérdida de fertilidad: conoce las causas más frecuentes que la provocan
¿Cuándo empezar? Es aconsejable que la pareja consulte a un especialista tras un año intentando un embarazo y a los seis meses si la mujer supera los 35 años.
Cómo funciona. Consiste en extraer los óvulos de la mujer o utilizar los de una donante para unirlos con los espermatozoides de su pareja o de un donante en un laboratorio y obtener uno o más embriones que, tras una selección, se colocarán al cabo de 2 a 5 días en el útero de la mujer para que se desarrollen en el embarazo.
• La extracción de óvulos se realiza tras la estimulación ovárica, una operación que requiere anestesia.
• También es preciso preparar la muestra de semen y seleccionar los espermatozoides que tienen mejor movilidad.
• Antes de iniciar la fecundación "in vitro" la pareja puede someterse a un análisis de sangre que investiga si el padre o la madre puede transmitir alguna enfermedad al bebé.
La selección de embriones. Antes de implantar el embrión o embriones en la madre, se puede aplicar la técnica de diagnóstico genético preimplantacional (DGP) también para prevenir enfermedades en el bebé y aumentar el éxito de la fecundación "in vitro", ya que esta prueba determina qué embriones son más aptos estudiando las sustancias que producen mientras están en cultivo.
• La tecnología del Time Lapse, al incorporar cámaras en la incubadora embrionaria, también facilita la elección del embrión más maduro antes de la implantación.
Qué va bien y qué no en caso de infertilidad
Existen distintos factores y técnicas que conviene tener en cuenta para aumentar las probabilidades de un embarazo o, al menos, no disminuirlas.
Prohibido abusar del tabaco y del alcohol
Estos tóxicos deben eliminarse y más cuando se inicia un tratamiento de fertilidad. Los efectos del tabaquismo parecen ser más graves en el hombre al reducir la capacidad de los espermatozoides y aumentar el riesgo de transmitir anomalías.
Controlar los niveles de vitamina D
Aunque el nuestro es un país soleado, muchas veces por motivos laborales o personales no nos exponemos al sol en nuestro día a día.
Esta vitamina se produce cuando tomamos el sol y está presente en alimentos como la leche y el pescado azul (salmón, atún, sardinas, etc.). Se relaciona con óvulos de mejor calidad y más probabilidades de implantación del embrión. Parece que los pacientes de técnicas de reproducción asistida que presentan un déficit en esta sustancia obtienen peores resultados que aquellos con niveles correctos.
Reloj biológico: ponerlo en hora mejora tu salud. ¡Aprende cómo hacerlo!
Prevenir las enfermedades de transmisión sexual
En los hombres estas patologías pueden comprometer la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides y en las mujeres algunas infecciones como la clamidia son una causa frecuente de esterilidad sobre todo en menores de 25 años. El uso de preservativos y las vacunas ayudan a prevenirlas.
Optar por la vitrificación de óvulos
Puede ser muy recomendable si se va a retrasar la edad de ser madre. Esta técnica permite a la mujer extraer los óvulos cuando aún es joven tras una estimulación ovárica y conservarlos. Para ello se sumergen en nitrógeno líquido a 196° bajo cero y se vitrifican hasta que se necesitan, con lo que se alarga por más tiempo la posibilidad de un embarazo.
Los disruptores endocrinos causan esterilidad
Estas sustancias químicas están presentes en nuestro día a día. Se comportan como nuestras hormonas y modifican su funcionamiento hasta alterar la calidad del semen y reducir la fertilidad en la mujer. Para disminuir el riesgo de exposición a ellas sigue una dieta con alimentos lo más naturales posible, lava bien frutas y verduras para eliminar pesticidas, calienta la comida en envases de cristal cuando utilices el microondas y evita los plásticos y los cosméticos con químicos.
La importancia de un buen diagnóstico
Es importante acudir a nuestro ginecólogo para ver si las causas son tratables.
Antes de empezar un tratamiento de fertilidad es importante determinar las causas de la infertilidad mediante una serie de pruebas. Éstas suelen ser las principales.
1. Análisis de la hormona antimulleriana mediante una muestra de sangre para valorar la calidad y cantidad de los óvulos.
2. Ecografías que estudian la matriz, los ovarios y descartan patologías.
3. Análisis del semen para medir la cantidad y la movilidad de los espermatozoides.