Dolor de cabeza: ¿Cuándo hay que preocuparse?
Es tan habitual que la mayoría le resta importancia, pero en ocasiones esa molestia puede ser síntoma de otras patologías más graves
El término "cefalea" hace referencia a cualquier dolor de cabeza. Es uno de los principales motivos de consulta en la atención primaria, ya que según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) hasta un 89% de la población masculina y un 99% de la femenina ha padecido alguna vez dolor de cabeza.
Existen más de 200 tipos y 9 de cada 10 casos se deben a lo que se conoce como una cefalea primaria, es decir, que no están asociados a ninguna otra enfermedad. Sin embargo, hay que estar alerta cuando es recurrente e incapacitante, aparece de forma repentina y muy intensa o va acompañado de fiebre, porque en algunos de esos casos puede ser síntoma de patologías más graves: desde un ictus hasta una meningitis.
¿Cómo diferenciar los distintos tipos?
Dependiendo del tipo de dolor, su localización y si va acompañado de otros síntomas, existen dos tipos de dolor de cabeza: las cefaleas primarias y las secundarias.
Cefaleas primarias
El dolor de cabeza es el principal síntoma y, la mayoría de veces, el único. No están relacionadas con ningún otro problema de salud y, por tanto, no son graves. Las más comunes son las tensionales (un 60% de las cefaleas primarias, según la SEN) y están causadas por la rigidez de los músculos del cuello, consecuencia del estrés o de las malas posturas.
El segundo tipo de cefalea primaria más común son las migrañas, que afectan al 14% de la población y son dos veces más frecuentes en mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cefaleas secundarias
En este caso el dolor de cabeza aparece de forma repentina y muy intensa y va acompañado de otros síntomas como rigidez en el cuello, visión doble, fiebre, etc. Pueden ser síntoma de algo más grave y es necesario acudir al médico lo antes posible.
Señales de alerta ante un dolor de cabeza
Dolor recurrente
Las cefaleas primarias no representan un problema grave de salud, pero en el caso de que el dolor no cese en 72 horas, sea crónico (casi dos millones de españoles sufren dolor de cabeza más de 15 días al mes) y limite la calidad de vida o si se deben tomar analgésicos con mucha frecuencia, es importante acudir al médico para obtener el diagnóstico y el tratamiento correcto, intentar evitar que la enfermedad se cronifique o descartar otras patologías.
Si existe rigidez en el cuello
Si el dolor de cabeza aparece de forma repentina junto con rigidez en el cuello y fiebre alta y, además, va acompañado de confusión o somnolencia, puede tratarse de una meningitis, por lo que se debe acudir a urgencias.
Si has sufrido un traumatismo
El dolor de cabeza después de un golpe fuerte puede alertar de daño cerebral. Si cursa con vómitos, pérdida de conciencia o somnolencia, visión borrosa, irritabilidad, alteraciones del habla o la coordinación, se debe buscar asistencia médica urgente.
Si hay alteraciones en la visión
Si con el dolor aparecen alteraciones como visión doble, borrosa o pérdida parcial de la visión puede tratarse de un infarto cerebral o ictus. Estos síntomas coinciden, por ejemplo, con una migraña con aura, que puede provocar una disminución del riego sanguíneo y también se relaciona con mayor riesgo de enfermedad vascular.
Si el dolor es muy intenso
Y nunca antes se había experimentado y no responde a los fármacos, se habla de "cefalea centinela". Un estudio reciente publicado en "The Journal of Headache and Pain" ha confirmado que este tipo de cefalea aparece en los siete días antes de un accidente cerebrovascular en un tercio de los pacientes.
Si notas congestión nasal, tos, lagrimeo, etc
En estos casos, el dolor de cabeza está causado por la sinusitis. Es necesario acudir al médico para que decida si administrar o no descongestionantes, y también que compruebe si hay infección, en cuyo caso sería necesaria la prescripción de antibióticos.
Cómo aliviar las molestias del dolor de cabeza
No automedicarse
La SEN calcula que la mitad de los pacientes con cefalea se automedica con analgésicos sin receta. Hay que identificar qué provoca las cefaleas para dar con el tratamiento adecuado y debe ser el médico el que lo prescriba. Hay que tener en cuenta que muchos fármacos precisamente tienen entre sus efectos secundarios el dolor de cabeza.
Descansar
Durante las crisis de migraña, tumbarse a descansar y permanecer un rato en un lugar en silencio y a oscuras o con luz tenue puede contribuir a aliviar el dolor.
Acupresión
Consiste en aplicar presión en puntos específicos. Es una técnica efectiva que proviene de la medicina tradicional china.
Si el dolor está causado por una sinusitis masajea durante un minuto la base del borde interior de las cejas. Así, además, alivias el goteo nasal.
En casos de migraña, aplica la presión en la parte posterior de la cabeza y en la superior de la columna.
Y para la cefalea tensional, busca un pequeño hoyuelo en la sien, más o menos encima de tu oreja, y aplica la presión en esta zona.
Frenar el dolor de cabeza desde todos los frentes
Es importante identificar los posibles factores que desencadenan el dolor de cabeza, ya que, por ejemplo, cambios en la dieta o en los patrones de sueño pueden provocarlo.
1. Alimentación equilibrada
Las dietas restrictivas favorecen los ataques de migraña. Se recomienda hacer tres comidas al día y dos tentempiés. Se deben priorizar los productos frescos y evitar los ultraprocesados y los alimentos muy fríos (granizados, bebidas, etc.). Un estudio reciente ha revelado que los vegetales de hoja verde oscura pueden ser eficaces para aliviar la cefalea crónica.
2. Evitar el sobrepeso
El aumento de grasa corporal hace que se desencadenen unos mecanismos inflamatorios que favorecen la migraña. La obesidad incrementa en un 27% el riesgo de padecerla y multiplica por tres las probabilidades de que se cronifique.
3. Tensión a raya
Si está muy alta o aumenta muy rápidamente, como ocurre en situaciones de estrés intenso, tras la toma de ciertos medicamentos, etc., puede ser el origen del dolor e incluso puede ocasionar la rotura de una arteria y llevar a una hemorragia cerebral (ictus o accidente vascular).
4. Hidratación asegurada
Una deshidratación, aunque sea leve, también puede provocar el dolor.
5. Cuidar el sueño
Sirve tanto para controlar algunos ataques de migraña como para prevenirlos. Por ello se recomienda dormir siempre aproximadamente las mismas horas, ya que hacerlo más o menos de lo habitual puede propiciar un ataque.
6. Deporte
Ayuda a prevenir algunas de las causas que originan el problema, como el sobrepeso, las tensiones musculares y el estrés. Pero debe ser moderado, ya que el ejercicio intenso puede desencadenar el dolor.