Vitamina B12: la mejor para proteger tu cerebro
Entre el 3% de la población y hasta un 45% de adultos mayores de 50 años pueden sufrir la falta de este nutriente, fundamental para la salud neuronal
Síntomas como la niebla mental, la pérdida de memoria y otros problemas cognitivos, que no siempre se asocian con ella, pueden estar relacionados con el déficit de vitamina B12 o cobalamina. Imprescindible para producir mielina (la sustancia que cubre y protege las neuronas) y para el buen funcionamiento de los impulsos nerviosos, este nutriente hace posible la transmisión de información a través de las células cerebrales.
Por ello, cuando no está presente, las capacidades para pensar, concentrarse, memorizar y decidir quedan afectadas e incluso provocar desorientación y demencia, ambas reversibles al reponerse.
Las principales causas de la falta de vitamina B12
La edad
Se calcula que un 3% de la población general y hasta un 45% de adultos mayores de 50 años registran unos niveles insuficientes de vitamina B12 ya que, a medida que se cumplen años, ésta se asimila peor. Este proceso se realiza en el estómago y requiere ácido clorhídrico, un líquido que la separa de la proteína de los alimentos con la que llega unida.
A continuación, este órgano ha de producir otra sustancia llamada factor intrínseco, que acaba de facilitar su absorción. Muchas personas a partir de los 50 años no fabrican suficiente ácido clorhídrico. Esto propicia la falta de vitamina B12, algo que puede pasar desapercibido mucho tiempo, porque nuestro cuerpo puede almacenarla en el hígado durante cuatro años.
Ser vegano
Seguir una dieta que excluya los alimentos de origen animal es otra de las causas frecuentes del déficit de este nutriente que no se encuentra en los vegetales. Por eso, se suele recomendar a las personas veganas tomar alimentos enriquecidos con vitamina B12 o suplementos.
Enfermedades del aparato digestivo
Las personas con celiaquía, las que padecen la enfermedad de Crohn, divertículos, gastritis crónica o gastritis atrófica sufren con más frecuencia carencias en vitamina B12, algo que suele estar relacionado con la falta de ácido clorhídrico o del factor intrínseco. Las personas que se han sometido a una reducción gástrica también suelen verse afectadas por este déficit.
Fármacos
Uno de los tratamientos habituales contra la gastritis, los antiácidos, también pueden impedir la asimilación de este nutriente. Otros medicamentos que pueden provocar una mala absorción de la vitamina B12 son los que reducen la presión arterial, los antibióticos, los antiepilépticos y otros habituales en el tratamiento de la diabetes como la metformina.
Otras enfermedades
El vitíligo, la enfermedad de Addison, el hipotiroidismo y los parásitos intestinales también se relacionan con este déficit.
Medidas para asegurar el aporte de vitamina B12
Un adulto necesita 2,4 mcg al día de vitamina B12. Estas necesidades son superiores en una mujer embarazada o en período de lactancia, etapas en las que se deben llegar a tomar 2,6 microgramos al día.
Para evaluar si tenemos unos niveles correctos se llevará a cabo un análisis de sangre. ¿Qué podemos hacer para que no falte?
Incluir alimentos de origen animal en la dieta
El cuerpo no fabrica esta vitamina y ha de absorberla de los alimentos ricos en ella como las vísceras (especialmente el hígado de vaca y de cordero) y derivados como el paté de calidad, los moluscos, las carnes, el pescado (en especial el azul), los huevos, los lácteos y sus derivados como el queso. Conviene, pues, que éstos estén presentes en nuestra dieta de forma habitual.
Facilitar su absorción
Cuando la vitamina B12 se encuentra con otras del grupo B y vitaminas C, A y E el cuerpo la asimila mejor. Esto se facilita cuando seguimos una dieta variada, equilibrada y suficiente. En cambio, se dificulta cuando tomamos mucho café y té.
Tomar suplementos
Se utilizan como tratamiento para solucionar el déficit. Si se presentan unidos al factor intrínseco, la B12 se asimila con más facilidad.
Inyecciones intramusculares
Administrarla por vía intramuscular es otra solución en casos más graves. También se puede dar por vía intranasal.
Evitar tóxicos
Hay que tener en cuenta que el tabaco y el alcohol inhiben la concentración en sangre de vitamina B12.
Otros síntomas de carencia de vitamina B12
La vitamina B12 participa en múltiples funciones orgánicas. Los siguientes signos pueden deberse a su falta y la mayoría están relacionados con la sangre y el sistema neurológico.
Fatiga crónica
Este nutriente es esencial en la formación de los glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno y de darnos energía. De ahí que su carencia genere cansancio y también dificultades para respirar.
Palpitaciones
El menor número de glóbulos rojos derivado de la falta de vitamina B12 puede aumentar y alterar la frecuencia cardíaca.
Baja inmunidad
Este nutriente participa en la producción de células tan importantes para el sistema inmunitario como los linfocitos T y los anticuerpos, por lo que cuando falta se altera nuestra capacidad defensiva.
Palidez
Es otro síntoma que puede estar causado por el déficit de este nutriente.
Calambres, alteraciones de la sensibilidad y de equilibrio
La vitamina B12 es imprescindible en la transmisión de los impulsos nerviosos y en la coordinación corporal. Cuando escasea se pueden producir trastornos neurológicos como debilidad muscular, sensaciones de hormigueo o adormecimiento en las manos y en los pies, tener menos reflejos e incluso dificultades para caminar.
Irritabilidad
La vitamina B12 también interviene en la síntesis de la serotonina, una sustancia que regula el estado de ánimo.
Retrasos en el crecimiento
Esta sustancia interviene en la síntesis de proteínas y la formación de músculos y tejidos, procesos fundamentales durante el crecimiento.
Llagas en la boca
Puede ser otra señal de alarma de la falta de este nutriente, sobre todo cuando se cicatrizan en una zona y aparecen en otra.