Carlos Larrañaga: la intensa vida del protagonista de 'Farmacia de guardia'
Repasamos la vida de uno de los grandes galanes del cine y el teatro español, que falleció a los 75 años a causa de una descompensación cardíaca

Carlos Larrañaga, uno de los actores más queridos del panorama nacional.
Carlos Larrañaga Ladrón de Guevara nació en Barcelona el 11 de marzo de 1937. Fue hijo de la gran actriz María Fernanda Ladrón de Guevara, casada en segundas nupcias con el actor y médico Pedro Larrañaga. Su hermana, Amparo Rivelles, era hija del primer matrimonio de su madre con el actor Rafael Rivelles.
Con solo 4 años, Carlos debutó en 'Alma de Dios', y, a los 9, intervino en 'Serenata española', protagonizada por su hermana. Debido a las largas giras de sus progenitores, pasó parte de su infancia en Cuba. A los 13 años dejó los estudios para dedicarse al teatro y, en 1950, rodó 'Pequeñeces', un clásico del cine español protagonizado por Aurora Bautista y Jorge Mistral.

'Orgullo y pasión' (1957) le abrió las grandes puertas del cine español tras haber trabajado junto a Sofía Loren, Frank Sinatra y Cary Grant quien, según dicen, quedó prendidamente enamorado de la belleza del actor, de cuyo perfil decía que era el más perfecto y helénico que había visto jamás. "Sufrí acoso, pero no derribo", aseguró décadas más tarde.

Durante esa época, tuvo una breve relación con una bailarina sevillana, Isabel Raya, que meses después le comunicó que había dado a luz un hijo suyo: Juan Carlos, familiarmente llamado Kako. "Mi madre y yo nos hicimos cargo del bebé y, como los dos estábamos rodando, le llevamos a un centro de pediatría en Navacerrada donde le cuidó Mimi, un ama tan agradable que nos la llevamos a casa", contó en una ocasión.
Tras un corto noviazgo, Carlos contrajo matrimonio el 26 de julio de 1959 con María Luisa Merlo, hija del inolvidable Ismael Merlo, con la que tuvo tres hijos más: Amparo (1963), Pedro (1965) y Luis (1966). El matrimonio creó una compañía teatral con el propósito de pasar más tiempo juntos, pero tras representar 'Vidas privadas' en 1970, se produjo su primera separación y la disolución de su compañía.
Muy orgulloso de sus hijos

A pesar de que se reconciliaron a las pocas semanas y en 1973 obtuvieron un gran éxito con la serie 'La pareja a través de la historia', su relación estaba tocada y en 1975 se separaron definitivamente, aunque María Luisa siempre fue para Larrañaga una de las mujeres más importantes de su vida. "Le tengo un gran cariño, la respeto y no puedo ni quiero borrarla de mi vida. Conservo un maravilloso recuerdo de ella", aseguraba

Su fracaso matrimonial coincidió con el luto por la muerte de su madre. "Mi vida tiene dos partes: antes y después de su muerte", dijo siempre. Pero el amor volvió pronto a su vida y, en los ensayos de la obra 'La gata sobre el tejado de zinc', se enamoró de la actriz y guionista Ana Diosdado. "Lo nuestro fue un flechazo. Nos gustamos desde el primer momento".

El 14 de abril de 1979 contrajeron matrimonio civil en Londres y cuatro años después –cuando ya hubo ley de divorcio en España– volvieron a casarse en Toledo. El inicio de esta nueva unión coincidió con su retirada de los escenarios durante siete años, aunque Carlos no dejó de trabajar, ya que protagonizó algunas de las series más famosas de TVE como 'Los gozos y las sombras' (1982), 'Goya' (1984) y 'Tristeza de amor' (1985) con Alfredo Landa, "uno de mis mejores amigos y uno de los grandes actores de todos los tiempos".
En lo personal, Carlos era feliz. Sus hijos habían continuado con la saga artística, aunque por diferentes caminos. Kako se dedicaba a temas técnicos, Pedro –actual marido de Maribel Verdú– es productor y Amparo y Luis son actores. "Todos ellos son maravillosos, me dan ganas de vivir, he respetado siempre sus decisiones y sólo me dan alegrías"

La plenitud familiar llegó en 1982, cuando se convirtió en abuelo a los 45 años, ya que Pedro fue padre de su hijo Carlos Javier y Amparo tuvo a Ismael Vicente. "Me encanta que me llamen abuelo y ejerzo el papel a la antigua usanza. No me preocupa envejecer, asumo el paso del tiempo con dignidad y jamás me sometería a una operación de cirugía estética", confesaba en esa época.
Junto a Alberto Closas y Arturo Fernández se convirtió en el galán de referencia del cine español –se dice que se acostaba con la mayoría de sus compañeras de rodaje–, pero Carlos aseguraba que la etiqueta de hombre guapo ha sido como un lastre y, según él, "he sido una víctima de las mujeres hombriegas"
'Farmacia de guardia', una de sus series más entrañables

A principios de los 80, se definía como un cazador arrepentido, "ya que cada vez me da más pena matar a un animal", pero siguió cultivando hobbies como fumar, pescar, pintar o leer. Nostálgico de las tablas, en 1986 reanudó su romance con el teatro con '¿Qué tal, cariño?', que se prolongó ininterrumpidamente hasta 1990, año en el que empezó a trabajar en 'Farmacia de guardia' (1991-1995), una de las series más exitosas en la historia de la televisión (algunos de sus capítulos los vieron más de 11 millones de personas) y por la que ganó dos TP de Oro.
Durante esa época, Carlos explicaba riéndose de uno de sus nietos: "No le preocupa ponerse enfermo porque sabe que su abuelo tiene una farmacia".
Un tercer matrimonio que acabó ante el juez

Al poco de divorciarse de Ana Diosdado en 1999, Carlos volvió a sus andadas amorosas y conquistó a Pilar Velázquez, su compañera en la obra 'Todas las mujeres de Jack'. Aquel romance duró unos meses y tras la ruptura, llegó otra actriz, la canaria Isabel Prinz, de la que dijo: "Sólo le pido lealtad, amor y paciencia", algo que no debió ofrecerle porque la relación también fue breve.
La siguiente en caer rendida a sus encantos fue María Teresa Ortiz Bau, directora de comunicación de la Fundación Winterthur, con la que se casó por lo civil en un cigarral toledano el 13 de noviembre de 2000. Ambos prodigaban su amor a los cuatro vientos, se les veía contentos y felices en los numerosos actos públicos a los que asistían y todo parecía indicar que lo suyo iba a ser eterno hasta que, en el 2004, estalló el escándalo: María Teresa se enteró a través de una exclusiva vendida a una revista por su marido - condecorado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el 2002 - que su matrimonio se había acabado.
Algunas fuentes aseguraban entonces que María Teresa había sido estafada por su marido, que se había quedado con una importante cantidad de dinero. Las desavenencias entre ellos llegaron hasta los tribunales, ante los que María Teresa lo acusó de ser un maltratador. "No la maltraté y la jueza me dio la razón", se defendió el actor, que curó sus heridas al lado de Sarah Glattstein, entonces directora de la revista 'Cosmopolitan'. Una relación que, al parecer, simultaneaba con otra secreta con María Durán, quien llegó a conservar en su móvil montones de mensajes románticos del tipo: "No tengas miedo, mi amor. Todo saldrá bien. Te quiero. Duerme tranquila".
La actriz aseguró que Larrañaga "me repetía constantemente que estaba enamorado de mí y que no quería estar con nadie más que conmigo". Sin embargo, al final, no fue ni la una ni la otra.
Un ictus y la operación de urgencia de un cáncer

En octubre del 2006, el actor volvió a la primera página de actualidad porque su primogénito, Kako, le acusó públicamente de unos supuestos maltratos cuando era pequeño y por su boda - la cuarta - con Ana Escribano, una actriz 38 años más joven que le hizo nuevamente padre tras el nacimiento de una niña llamada Paula. Sin embargo, en el 2010 llegó el divorcio: "Han sido cuatro años de una locura maravillosa", declaró, poco antes de poner punto final a su historia.
Carlos sufrió un ictus en 2010 que estuvo a punto de costarle la vida y por el que tuvo que pasar hasta en cinco ocasiones por el quirófano. Cuando preparaba su regreso a los escenarios con la obra 'Quizás, quizás', un grave problema de salud le volvió a apartar de la vida pública: en enero de 2012 fue operado de urgencia de un tumor en las vías urinarias en el Xanit Hospital Internacional de Benalmádena (Málaga).
El 11 de enero de aquel año cumplió 75 años y María Luisa Merlo estaba convencida de que 'saldría de esta', pero el 20 de agosto volvió a ingresar en el mismo hospital aquejado de una 'descompensación cardíaca'. Diez días más tarde, fallecía.