El Lute, el más famoso delincuente común del franquismo
El Lute, el famoso delincuente común del franquismo, fue un hombre cuya vida estuvo marcada por la lucha contra la injusticia y la represión en la España de la dictadura. Descubre más sobre su vida y legado

Eleuterio Sánchez López nació el 15 de abril de 1942 en una chabola del barrio salmantino de Los Pizarrales. Fue el segundo de los seis hijos de David, que estaba preso por un robo cuando él nació, y Serafina, sordomuda.
La familia pertenecía a los mercheros, un grupo social con siglos de historia en nuestro país. "El origen de los mercheros es desconocido, pero venimos de trabajadores del cobre, nómadas. Es un sistema cerrado y endogámico, pero nada tiene que ver con el adjetivo peyorativo que se daba antes, el de quinquis", explicaría, con los años, Eleuterio.

Creció en un ambiente de extrema pobreza y, acuciado por el hambre, robar se convirtió en algo normal para sobrevivir. "Mi primer delito fue en Salamanca, cuando tenía 7 años. Un niño se comía un bocadillo de chorizo, le di un manotazo y se lo quité. Cuando hay hambre, se pierden los prejuicios y la moralidad", contó en una ocasión.
Con 18 años, se casó por el rito merchero con su novia, Consuelo García, Chelo, y en 1962, llegó su primogénito, José María. Aquel mismo año, Eleuterio fue detenido y encarcelado por robar dos gallinas para alimentar a su familia.
Tras pasar unos meses en la prisión de Badajoz, se trasladó con Chelo y su hijo a Madrid. En la capital, nació su segundo hijo, David, poco antes del episodio que le cambiaría la vida: en mayo de 1965, él y dos hombres más atracaron una joyería de la calle Bravo Murillo. En la huida, se produjo un tiroteo en el que murió el vigilante de la tienda.
Una condena a muerte conmutada por perpetua

Al poco, cuando la Policía fue a detenerlos, Eleuterio y sus compañeros usaron sus armas contra los agentes y, en el cruce de disparos, resultó muerta una niña de 7 años. El 28 de mayo, Sánchez fue condenado a muerte tras un juicio sumarísimo militar, en el que tuvo por defensor a un teniente que no había acabado la carrera y donde se le aplicó la ley de Bandidaje.
Finalmente, la pena capital le fue conmutada por 30 años de reclusión.Tras un año en el penal del Dueso (Cantabria), Eleuterio fue trasladado a Madrid para testificar en un juicio. Dispuesto a recuperar la libertad, se lanzó del tren en marcha y, aunque se rompió un brazo, cruzó a nado el Canal de Castilla. Tras 12 días fugado, lo detuvieron y lo devolvieron a la cárcel.
- Esta fuga sumó 21 años más a su condena, convirtiéndole en un personaje popular con un apodo del que siempre ha renegado. "Eleuterio Sánchez soy yo, mientras que el Lute, la forma despectiva en que me bautizaron las autoridades franquistas, pasó a ser un personaje mitificado por el pueblo, que recreaba la gesta de David frente a Goliath", afirmó.

Después de aquella fuga, fue recluido en la cárcel de El Puerto de Santa María (Cádiz), que tenía fama de ser una de las más duras. En esa prisión, aprendió a leer y a escribir, "porque me daba una vergüenza terrible explicarle mis intimidades a un payo para que las escribiera", explicó.
Con el tiempo, empezó a estudiar bachillerato, aunque los vigilantes no se lo ponían fácil y, a menudo, lo enviaban a las celdas de castigo para que no pudiera ir a las aulas. Con todo, pudo empezar la carrera de Derecho.
Excavaron un túnel para huir de la prisión

Pese a ello, El Lute no perdía la esperanza de fugarse y, con otros cuatro presos, se pusieron a fabricar herramientas, con el material de los talleres que hacían en prisión, para hacer un túnel. Las tuvieron listas a finales de 1970 y decidieron que el día de la huida coincidiría con Nochevieja, ya que a los presos se les permitía salir de sus celdas y celebrar una pequeña fiesta.
Mientras Eleuterio se dejaba ver con algunos compañeros para que los guardas no sospecharan, otros consiguieron abrir un agujero de poco más de 60 centímetros de ancho, por donde empezaron a salir a las 4 de la madrugada. Cuando llegaron al exterior, se dieron cuenta de que el recinto estaba completamente iluminado, con lo cual serían blanco fácil de los vigilantes.
Sólo el Lute y un compañero optaron por continuar. "No era más valiente que el resto, pero tenía cadena perpetua y el miedo es inversamente proporcional a tu condena", argumentaba. Aunque le fue más difícil de lo previsto, logró saltar el muro de la cárcel y, tras pasar la noche escondido en el bosque, puso rumbo al sur.
Esta vez, su fuga duró más de dos años, en los que tuvo tiempo de ir a buscar a sus hijos y llevárselos con él en su huida. "Yo entendía que mi libertad, entre comillas, no tenía sentido si no era estando con mis hijos y haciendo lo que pudiera para darles aliento y cultura, porque estaban recolectando chatarra con su abuelo en estercoleros y basureros y eran absolutamente analfabetos. Quería un futuro mejor para ellos", ha contado.
"Camina o revienta", el libro sobre su vida

El 14 de junio de 1973, el Lute fue detenido de nuevo en las proximidades de Sevilla, después de que el empleado de un banco lo reconociera y alertara a la Policía.
A pesar de que el despliegue de efectivos fue inmenso, Eleuterio, herido de bala, logró burlar a los agentes durante horas escondiéndose en el colector de aguas. Allí, empezó a escribir las primeras líneas del que sería su libro "Camina o revienta". "Lo escribí como testamento porque creí que no iba a salir vivo de aquello", ha recordado.
Cuando la Policía dio con él, Eleuterio fue recluido en la prisión de Cartagena, donde terminó sus estudios de Derecho. Posteriormente, fue trasladado a Córdoba y, más adelante, a Alcalá de Henares, donde se encontraba cuando, en 1980, se le concedió el régimen de prisión atenuada por buena conducta y, un año después, el indulto.
Totalmente distanciado de Chelo, a finales de los 70 inició una relación sentimental con la abogada Cristina Bonilla. Ya fuera de prisión y tras haber roto también con la letrada, el salmantino tuvo varias relaciones fugaces, entre las que, según ha relatado él mismo, estuvo la actriz italiana Sophia Loren.
A principios de los 80, se enamoró de Carmen Romero, estudiante de Derecho, con la que tuvo un hijo, Eleuterio. Entonces, el Lute trabajó un tiempo para Enrique Tierno Galván como pasante, pero acabó ganándose la vida dando conferencias y como articulista.
En 1988, anunció su ruptura con la madre de su tercer hijo, explicando que se había enamorado perdidamente de una ATS, Carmen Cañavate, a la que conoció trabajando como documentalista para el programa "El perro verde", de Jesús Quintero. Con ella, tuvo dos hijos más: Ismael y Camino. La pareja formalizó su unión en 1997, pero su matrimonio terminó abruptamente en el 2006, cuando su mujer lo denunció por malos tratos, cargo del que fue absuelto.
Dos películas protagonizadas por Imanol Arias

Desde tiempo antes de que se le concediera el indulto, el Lute ya había pasado a formar parte de la cultura popular gracias a la canción que, sobre su figura, grabó el grupo Boney M en 1979. Posteriormente, su vida fue llevada a la gran pantalla en las películas "El Lute: camina o revienta" (1987) y "El Lute: mañana seré libre" (1988), encarnado por Imanol Arias.
Actualmente, a sus 81 años, Eleuterio vive a caballo entre Niebla (Huelva) y Cabeza bellosa (Cáceres) con su pareja, Teresa, de la que dice que "ha logrado serenar mi vida". Autor de varios libros, no mantiene una relación fluida con todos sus hijos, algunos de los cuales lo han convertido en abuelo.