Natalie Wood, una de las muertes más trágicas de Hollywood
Explora la vida y misteriosa muerte de Natalie Wood, la talentosa actriz que cautivó a Hollywood y al mundo entero con su belleza y talento. Acompáñanos en un recorrido por la vida y trayectoria de esta estrella cuyo fallecimiento dejó una sombra de misterio en la historia del cine

Natalia Nikolaevna Zakharenko nació el 20 de julio de 1938 en San Francisco. Sus padres, Nikolai y María, de ascendencia rusa, cambiaron su apellido por el de Gurdin cuando obtuvieron la nacionalidad estadounidense y, en 1946, Natalie volvió a cambiárselo por el de Wood, ya que los estudios de cine RKO querían que su estrella tuviera un nombre más americano.
El padre y la madre de Natalie pertenecían al mundo artístico. Nikolai era decorador cinematográfico y María se dedicaba al ballet clásico. Fue esta última la que animó a su hija a que probara suerte en el mundo de la interpretación cuando era una niña. Cuentan que, cuando estaba embarazada, una adivina le leyó la mano y le dijo que su hija sería una estrella, aunque le previno de que tuviera cuidado con "las aguas oscuras".
Por eso, María le inculcó a Natalie un exagerado miedo al agua y no le enseñó a nadar, algo que acabaría siendo fatal. En 1943, la pequeña Natalie estaba en el rodaje de "Happy Land", cuando su madre le dijo que le cantara una canción al director, Irving Pichel. El cineasta la premió con un pequeño papel, que supuso su debut t a los 4 años y la volvió a contratar para el filme "Mañana es vivir".
Nominada al Oscar por "Rebelde sin causa"

En 1947, un año después de que naciera su hermana Lana, protagonizó con Maureen O'Hara "De ilusión también se vive", convirtiéndose en una de las artistas mejor pagadas de la época.
En 1949, durante el rodaje de su décima película, "La tierra prometida", sufrió un accidente y casi murió ahogada en un río. Tenía 11 años y, aparte del pánico por el agua que le quedó, se fracturó la muñeca izquierda. Su madre la curó en casa para evitar problemas con el estudio y le quedó una señal de esa lesión que ella tapaba llevando siempre brazaletes.

A los 14 años, Natalie ya había rodado 19 películas. Su carrera estaba encarrilada, pero su vida estaba marcada por haberse criado en un mundo de adultos y por la obsesión de su madre para que lograra el éxito. Eso le causó una inestabilidad emocional que arrastraría toda su vida. "Yo era una joven retraída y tímida y hacía lo que me decían, tratando siempre de no defraudar a nadie. Me enseñaron a seguir órdenes", dijo años después sobre esa época.

Su llegada a la adolescencia coincidió con uno de sus papeles más recordados, el de Judy en "Rebelde sin causa" (1955), donde coincidió con James Dean, que moriría el mismo año que se rodó el filme. Su interpretación en aquella película la llevó a ser nominada al Oscar a mejor actriz secundaria.
Fue en aquellos años cuando conoció a Robert Wagner. Era diciembre de 1956. Ella tenía 18 años y el actor, 26. Un año más tarde, Wagner se presentó en su casa con una botella de champán, dos copas y un anillo de compromiso con la inscripción "Cásate conmigo".
Divorcio de Wagner e idilio con Warren Beatty

Tres semanas después ya eran marido y mujer y se disponían a protagonizar uno de los romances más sonados de la historia del cine. Pero el matrimonio fracasó en 1961, un año que, profesionalmente, fue el mejor de Natalie.
La actriz rodó "Esplendor en la hierba" con Warren Beatty (uno de sus idilios más famosos), que le supuso la nominación al Oscar a mejor actriz (repitió candidatura en 1963, por "Amores con un extraño"), y también "West side story", en la que hizo el papel de María. Y aunque tenía una buena voz e interpretó todas sus canciones, al final la productora decidió que una cantante profesional la doblara, lo que la decepcionó.
Ocho años en el diván del psiquiatra

El fracaso matrimonial con Robert Wagner, que estaba muy celoso del éxito de su esposa, supuso un durísimo golpe para Natalie, que tuvo serios problemas con las pastillas para dormir que la llevaron a asistir al psiquiatra durante los siguientes ocho años de su vida, hasta que se casó con el productor británico Richard Gregson en 1969. Con él tuvo a su primera hija, Natasha, en 1970, justo un año antes de divorciarse. Y es que, al parecer, Natalie pilló a su marido en la cama con su secretaria.

Poco después de aquel naufragio sentimental, la actriz se reencontró con Robert Wagner y, al cabo de unos minutos de charla, se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. "Bastó una mirada para comprender que seguía amando a Natalie y a ella le ocurrió lo mismo", recordó el actor años más tarde. Así que retomaron su historia de amor y decidieron pasar de nuevo por el altar en 1972. En 1974, el nacimiento de su hija Courtney parecía colmar todas las expectativas de la pareja. En aquellos años, ella disminuyó su ritmo de rodajes para dedicarse a su papel de madre, aunque siguió haciendo televisión y trabajó con Robert en una versión de "La gata sobre el tejado de zinc".
Pero el gusanillo del cine seguía llamándola y regresó a la gran pantalla: en 1979 rodó "Meteoro"; en 1980, "La última pareja de casados" y, en 1981, "Proyecto Brainstorm", un filme de ciencia ficción que no vería estrenado.
Celos por un romance con Christopher Walken

La actriz, que tenía 43 años, aún no había acabado el rodaje de la cinta cuando salió a navegar con su marido y con su compañero de reparto Christopher Walken a bordo del "Splendor" (nombre que le puso en honor a uno de sus mayores éxitos, "Esplendor en la hierba").
La noche del 28 de noviembre de 1981, tras una fuerte discusión con su marido, Natalie cayó del barco y murió ahogada, cumpliéndose la advertencia que le hizo a su madre la adivina que supo que sería una estrella. Aún hoy, no se han esclarecido totalmente las circunstancias de su fallecimiento.
Según el informe policial, aquella noche, la actriz se encontraba en su yate en la isla de Santa Catalina con su marido y Walken. Se sabe que la pareja había discutido durante la cena en el restaurante Doug's Harbor Reef y que habían bebido bastante.De regreso al barco, la pelea siguió hasta que Natalie se retiró a su camarote. Después, según la policía, salió a cubierta y trató de subir a un pequeño bote neumático que estaba amarrado al yate. Fue entonces cuando, mareada por su estado, cayó al agua. Pasó bastante tiempo antes de que los otros ocupantes del yate se dieran cuenta de que no se encontraba a bordo. Tras llamar a la policía, comenzó la búsqueda hasta que, alrededor de las 8 de la mañana, encontraron el cuerpo de la actriz flotando junto a unos acantilados. La policía archivó el caso como un accidente.
Sin embargo, el expediente de Natalie Wood se reabrió en el 2011 a petición de la hermana de la actriz, Lana Wood, tras la publicación del libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendor", de la escritora Marti Rulli. En él, el capitán del yate, Dennis Davern, declaraba que Robert Wagner había intervenido en la muerte de la actriz. Por otro lado, surgió el rumor de que Christopher Walken y Natalie mantenían un romance secreto y que la pelea que tuvieron aquella noche se produjo porque Wagner lo había descubierto. El propio actor admitió en el 2009, en el libro "Pieces of my Heart", que estaba celoso de la relación de su mujer con Walken, aunque nunca se declaró culpable de su muerte. De hecho, ni siquiera en el 2011, con la reapertura del caso, Robert fue sospechoso para la policía y, después de algunas semanas de investigaciones, se volvió a cerrar el expediente.
"Jamás amé tanto a una mujer como a Natalie"

Natasha Gregson, la primogénita de la actriz salió en defensa del que fue marido de su madre: "Sé que mi madre se ahogó y que fue un accidente. Los detalles sobre si se golpeó la cabeza y después cayó al agua o si cayó primero y ahí se golpeó, no me preocupan. El resultado es el mismo", declaró al "The New York Times". Robert Wagner, de 93 años, siempre ha reivindicado su inocencia y aseguró: "Jamás he amado tanto a una mujer como amé a Natalie".