Naty Abascal, modelo de alta costura y estilista
Explora la apasionante vida de Naty Abascal, desde su impactante carrera en la industria de la moda hasta sus contribuciones como experta en estilo, pasando por sus problemas familiares

Natividad Abascal Romero-Toro nació el 2 de abril de 1943 en Sevilla. Fue una de los 11 hijos de Domingo Abascal, un rico abogado dueño de un negocio de aceitunas, y de Natividad, hija del marqués Romero-Toro, la primera mujer que abrió una boutique en la capital hispalense.
La infancia de Nati, que tiene una gemela, Ana María, estuvo marcada por la rigidez de la escuela de monjas a la que asistía y por el mundo de la moda porque ayudaba a su madre en la tienda.
Descubierta por el modisto Elio Berhanyer

Coqueta desde pequeña, a los 18 años el diseñador Elio Berhanyer se fijó en su exótica belleza y les propuso a ella y a su hermana desfilar para él. "Nos vio en Marbella, éramos casi dos niñas, pero en casa no se opusieron porque todos nos conocíamos. Charo Palacios, condesa de Montarco, trabajaba allí y era como estar en familia", ha explicado.
Al poco, les ofrecieron viajar a Nueva York para participar en la Feria Mundial de la Moda. "Le comentamos a Elio que no sabíamos desfilar, pero él decía que teníamos clase y para nosotras resultó una aventura divertidísima. En casa tuvimos que decir que íbamos a una cosa benéfica para que nos dejaran salir".
Su llegada a la ciudad de los rascacielos, en 1964, fue por la puerta grande. La editora de la prestigiosa revista Harper's Bazaar le consiguió una cita con Richard Avedon, el mejor fotógrafo de moda del momento, que la retrató para un reportaje de la revista. Meses después, volvió a fotografiarla para otro reportaje de 15 páginas, en el que sólo aparecían Elizabeth Taylor y Maya Plisetskaya y que está considerado uno de los mejores de la historia de la moda.

El contrato en exclusiva con la elitista agencia de modelos de Eileen Ford supuso el despegue social de Nati, mientras que su hermana no supo adaptarse y regresó a Sevilla para casarse con su novio, Javier Medina, primo del futuro marido de Nati. Ésta empezó a ocupar las portadas de Vogue, Life y Cosmopolitan, fotografiada por artistas de la talla de Lord Snowdon, Bertstein y Norman Parkinson.
Presentó pieles de Maximilliam y Revillon y se convirtió en una de las reinas de la noche neoyorquina. Aprendió inglés a marchas forzadas para intimar con Nureyev y Margot Fonteyn; cenó con Audrey Hepburn y Yul Brynner e incluso Paul Newman llegó a tirarle los tejos, "pero a mí me parecía un viejo".
Ali MacGraw –la famosa actriz de Love Story y esposa de Steve McQueen– fue su estilista. "Profesionalmente se lo debo todo a América. Allí supieron ver algo nuevo y distinto en mí", ha afirmado esta mujer que se fue a Nueva York para 15 días y se quedó durante dos años.
Casada con un piloto escocés de Formula 1

Durante su estancia, intimó con el artista Andy Warhol, que la llamaba "el Empire State Building español" por su altura, su elegancia y su nariz griega. "Fui una cretina. Si de algo me arrepiento en esta vida es de que Warhol no me pintase. Él insistía: “Te vamos a hacer un cuadro, pásate por el estudio”. Yo le decía: “Sí, sí, mañana”. Y lo dejé pasar hasta que me fui de Nueva York sin saber que ya no regresaría", cuenta.
En una fiesta de la marca Cartier, conoció a Murray Livingstone Smith, un piloto de Fórmula 1 escocés y vicepresidente de una agencia de publicidad, con el que contrajo matrimonio en 1971, después de que se le declarara enviándole a la puerta de casa un Ferrari con un cartel en el que se leía: "Marry me" (Cásate conmigo). No obstante, se separaron cuatro años y medio después porque "en esa época yo viajaba mucho y no hay pareja que pueda aguantar semejante ritmo", ha explicado. Ese mismo año de la boda, Woody Allen le ofreció el papel de guerrillera latinoamericana en su película "Bananas". "Nos escribimos siempre por Navidad. Es un hombre muy divertido", asegura esta mujer simpática y extrovertida que posó casi desnuda en 1971 para el Playboy americano, aunque la revista no llegó a nuestro país debido a la censura.

También protagonizó un anuncio de televisión en el que aparecía pintada por Salvador Dalí. En 1975, tras su divorcio, decidió regresar a Sevilla, donde el 14 de julio de 1977 contrajo matrimonio con Rafael Medina y Fernández de Córdoba, duque de Feria, marqués de Villalba y segundo hijo de los duques de Medinacelli, al que conocía desde la infancia. Convertida en duquesa de Feria e instalada en la casa-palacio Pilatos, Naty dejó su carrera de modelo para centrarse en la familia: el 25 de septiembre de 1978 nació su primer hijo, Rafael, y el 31 de agosto de 1980 llegó el segundo, Luis.
Romance con el expresidente del Real Madrid, Ramón Mendoza

En lo profesional ayudó a su marido en la empresa Cuerotex, un tejido de cuero artificial que tuvo muy buena acogida en Cuba, donde conoció a Fidel Castro. "Fue toda una experiencia, pero luego no querían invitarme a las fiestas estupendas que se hacían en Miami", dice, riéndose, esta mujer que podría ser sospechosa de cualquier cosa menos de ser comunista.
Tras separarse en 1988, regresó al mundo de la moda, donde su amistad con diseñadores como Óscar de la Renta, Valentino, Givenchy, Jean Paul Gaultier y Armani, entre otros grandes del mundo de la moda, le ha abierto las puertas de casas de gente muy importante y la ha hecho asidua de toda fiesta que se precie.
Un crucero por el Egeo en el yate de Manuel Prado y Colón de Carvajal –uno de los amigos íntimos del Rey– forjó el idilio entre Nati y Ramón Mendoza, entonces presidente del Real Madrid, con el que estuvo año y medio. En 1993, ella vivió un difícil momento cuando su exmarido ingresó en prisión acusado de rapto, corrupción de menores y tráfico de drogas.
Estando de lleno en el ojo del huracán, Naty acudió a los tribunales para demandar a su ex por impago de la pensión alimenticia y exigirle una indemnización millonaria por los daños morales ocasionados a sus hijos, a los que, para alejarlos del morbo, envió a estudiar a Estados Unidos. "La separación fue difícil, pero necesaria" y añadía: "Me casé enamorada de Rafael, pero un día mi marido dejó de ser la persona encantadora con la que me había casado. No le culpo, creo que en el fondo era un enfermo", dijo del duque de Feria, fallecido en el 2001.
Su hijo Rafael la hizo abuela de mellizos

Culta, simpática, viajada y considerada junto con Isabel Preysler como una de las mujeres más elegantes y bien vestidas de España, Naty dedica todo su tiempo al trabajo: realiza el estilismo para reportajes fotográficos de personas con mucha proyección social y colabora con diseñadores de moda. En la vida personal, se siente muy orgullosa de sus dos hijos, a pesar de los problemas con la justicia que ha vivido Luis. El mayor está casado con Laura Vecino y la convirtió en abuela de mellizos, mientras que el pequeño alcanzó notoriedad por su relación con la rica heredera norteamericana Amanda Hearst.
A Naty le embargaron su casa de Sevilla y se querelló contra su exabogado, Javier Saavedra, por apropiación indebida y deslealtad profesional. A sus 80 años sigue en activo.