Robin Williams: la dura vida del carismático actor estadounidense
El protagonista de 'Jumanji' se quitó la vida a los 63 años tras largos años de lucha contra la depresión que padecía
Una carrera que empezó en la televisión
Robin Williams, en otra de sus míticas películas, 'Hook'.
Una noche conoció en el club Holy City Zoo de San Francisco a una camarera con aspiraciones de actriz y bailarina llamada Valerie Velardi, con la que se casó el 4 de junio de 1978 en Tiburón (a las afueras de San Francisco) y tuvo un hijo, Zachary (1983).
Cuando dejó la Juilliard School, Williams actuó en diferentes clubs nocturnos de Nueva York en los que demostró sus grandes aptitudes para la comedia. Se instaló en Los Ángeles donde fue uno de los miembros de la West Coast Company y, en 1977, se ganó un pequeño puesto en 'The Richard Pryor Show'.
Ese mismo año debutó en el cine con una pequeñísima intervención. Un cazatalentos vio su potencial y le consiguió el papel de Mork en un episodio de 'Días felices' (1974), que inmediatamente tuvo su secuela, 'Mork y Mindy' (1978).
Por cada capítulo de media hora cobró en aquella época la astronómica cifra de 24.000 dólares y ganó su primer Globo de Oro al mejor intérprete.
Estuvo varios años enganchado a la cocaína
La mítica escena de 'El Club de los Poetas Muertos'.
A finales de los 70, empezó su adicción a la cocaína. Robin era un asiduo de las fiestas del emblemático Studio 54 de Nueva York, donde compartió noches de alcohol con Andy Warhol y se corrió un sinfín de juergas con el también actor John Belushi, que falleció en 1982, a los 33 años, de una sobredosis de heroína.
Williams declaró que "la muerte de mi amigo y el nacimiento de mi primer hijo fueron los motivos principales por los que dejé el alcohol y la cocaína". Sin embargo, aquella afirmación no fue del todo cierta, ya que su adicción al polvo blanco le persiguió durante bastantes años.
"La cocaína es la manera que tiene Dios de decirte que estás ganando demasiado dinero", solía decir con ironía.
Se enamoró de la niñera de su primer hijo
El actor como Popeye.
En 1980 Hollywood llamó a su puerta de la mano del director Robert Altman, que le dio su gran oportunidad en la comedia 'Popeye'. Sin embargo, la crítica y el público fueron muy crueles con el filme. El actor volvió a la televisión hasta que le ofrecieron protagonizar el filme 'El mundo según Garp'.
A pesar de que aparentemente era feliz en su matrimonio, Williams tuvo alguna aventura extraconyugal, como la camarera Michelle Tish, que llegó a demandarle por haberle contagiado un herpes.
Cuando, en 1984, su mujer contrató a Marsha Garces para que cuidara de su hijo, no se imaginaba que su vida iba a cambiar drásticamente. El actor se enamoró de la niñera, con la que vivió una relación paralela hasta que decidió divorciarse de Valerie para casarse con Marsha en una ceremonia privada en 1989. Su mujer se convirtió en su secretaria y asistente personal.
El intérprete, caracterizado de Mrs. Doubtfire.
En aquel momento, Williams ya era conocido internacionalmente por su papel en 'Good Morning, Vietnam' (1987), que le valió su primera nominación al Oscar. Dos años después, volvió a rozar la gloria al interpretar a un peculiar profesor de literatura en 'El club de los poetas muertos', por la que consiguió su segunda nominación a la preciada estatuilla.
Fue nuevamente padre en 1989, cuando nació su hija, Zelda, y posteriormente vino al mundo Cody, en 1991, el mismo año en el que Robin obtuvo su tercera nominación al Oscar por 'El rey pescador'.
Para lograr dejar atrás sus adicciones, emprendió durante varios años la terapia de 'Los 12 Pasos', focalizada en la salud espiritual, el equilibrio emocional y la meditación para lograr unos resultados duraderos y prolongados a largo plazo.
Un actor muy divertido al que todos adoraban
Williams siguió actuando en importantes proyectos, sobre todo en la década de los 90. Protagonizó el exitoso drama 'Despertares' (1990) (en cuyo rodaje le partió la nariz a Robert de Niro sin querer); puso voz al genio en la película animada de Disney, 'Aladdin' (1991) y fue un Peter Pan adulto en 'Hook: el capitán Garfio' (1991), donde entabló una gran amistad con Spielberg.
Bordó su vertiente más cómica en 'Señora Doubtfire, papá de por vida' (1993) y posteriormente protagonizó 'Jumanji' (1995) y 'El indomable Will Hunting' (1997), en la que interpretó a un psiquiatra que le valió un Oscar como mejor actor secundario.
Una amistad duradera con Christopher Reeve
El actor Robin Williams, junto a sus compañeros de rodaje en la película 'Jumanji'.
Durante el rodaje de este último filme improvisó parte de los diálogos, motivo por el que su compañero Matt Damon se reía a mandíbula batiente. Su carácter bromista generó un sinfín de anécdotas que sus compañeros solían recordar divertidos.
Cuando Spielberg empezó a rodar el drama 'La lista de Schindler' (1993), Williams quiso endulzarle las jornadas y lo telefoneaba para contarle chistes. Spielberg se reía tanto que solía poner el altavoz para compartir estos buenos momentos con todo el equipo. Y mientras trabajaba en 'Señora Doubtfire', Robin se iba de tiendas para probar la eficacia del disfraz de mujer y nadie le reconocía.
Para el intérprete, la amistad siempre fue uno de sus valores más sagrados. Cuando su íntimo amigo Christopher Reeve quedó tetrapléjico en 1995 tras caerse de un caballo, Williams llegó al hospital disfrazado de un médico ruso que quería practicar una colonoscopia a Reeve. Ésa fue la primera vez que Christopher se rió tras su accidente.
Los dos actores se conocían desde hacía años y eran grandes amigos.
Por si fuera poco, Robin se hizo cargo de todos los costes del tratamiento que el seguro no cubría. Años después, en el 2006, falleció Dana, la esposa de Reeve, y Williams se hizo cargo de Will, el hijo de la pareja, que era menor de edad.
En su tiempo libre, a Robin le encantaba escuchar jazz, era un hincha del equipo de béisbol de los San Francisco Giants, además de un gran forofo del ciclismo y de los videojuegos.
De hecho, como le encantaba la Nintendo, llamó a su hija Zelda en honor a la mítica saga de juegos electrónicos. El actor también se dedicaba a las causas sociales y, entre el 2003 y el 2012, visitó a las tropas americanas en once ocasiones (hizo cinco viajes a Irak y otros seis a Afganistán) ante los que representó en clave de comedia 'Buenos días, Bagdad', rememorando su filme 'Buenos días, Vietnam'.
A comienzos del siglo XXI estrenó tres películas: 'Traffic' (2001), 'Insomnio' (2002) y 'Noche en el museo' (2006).
Divorcio, problemas en el corazón y tercera boda
Con Ben Stiller en Noche en el museo 2.
Tras casi dos décadas totalmente sobrio, en el verano del 2006 volvió a recaer en el alcohol e ingresó voluntariamente en una clínica de rehabilitación. Sobre su alcoholismo afirmaba que 'hay cosas que te aterrorizan cuando bebes, como eso de las llamadas lagunas mentales. Yo tuve unas terribles. Es como si tu cerebro se fuera de vacaciones'.
Tras superar el problema, volvió a su faceta cómica en 'Hasta que el cura nos separe' (2007). En lo personal sufrió un duro revés, ya que se rompió su matrimonio. Tras casi dos décadas juntos, Marsha Garces pidió el divorcio alegando diferencias irreconciliables. El actor se volcó en el trabajo, empezando una exitosa gira teatral.
La hija del actor, Zelda, de 34 años, estaba muy unida a su padre.
Meses después empezó a tener problemas para respirar que, finalmente, desembocaron en una intervención del corazón. "Dos horas después de la operación estaba haciendo reír al equipo médico", aseguró uno de sus doctores.
Se recuperó tan rápidamente que pudo participar junto con Ben Stiller en "Noche en el Museo 2" y con John Travolta en "Dos canguros muy maduros". A pesar de haber pasado por dos divorcios que le costaron casi 30 millones de euros, se casó por tercera vez, el 23 de octubre de 2011, con la diseñadora gráfica Susan Schneider.
Víctima de una severa depresión
Además de su carrera interpretativa por la que ganó un Oscar y cinco Globos de Oro, Robin Williams se atrevió a probar suerte en la música y grabó varios álbumes. A principios de julio del 2014, el actor ingresó en el centro de rehabilitación The Lodge en el estado de Minnesota como medida de precaución, ya que en los últimos ocho años no había probado ninguna droga. Ya entonces, se encontraba sumido en una fuerte depresión, contra la que luchó pero no pudo vencer y que el 11 de agosto de ese mismo año le llevó a quitarse la vida.
Apenas 10 días antes, publicó su último mensaje en las redes sociales, felicitando a su hija por su 25º cumpleaños. "Un cuarto de siglo de más mayor hoy, pero siempre mi niña", escribió. Entre los últimos trabajos del actor se encuentran 'Noche en el museo 3', 'Absolutely anything', 'The Angriest man in Brooklyn' y 'Merry Friggin Christmas', todavía pendientes de estreno cuando falleció.