Samantha Fox, cantante británica ídolo de los 90
Descubre la fascinante trayectoria de Samantha Fox, la icónica cantante británica que se convirtió en un ídolo de los años 90. Desde sus inicios en el mundo del modelaje hasta su exitosa carrera musical, su vida es un testimonio de perseverancia y talento.

Samantha Karen Fox nació el 15 de abril de 1966 en la ciudad de Londres. Fue la mayor de las dos hijas de Patrick, carpintero, y Carole, que había formado parte de una compañía de baile. Cuando la niña tenía poco más de 4 años, los médicos le detectaron una malformación en la cadera y, para corregirla, fue necesario que llevara un aparato ortopédico durante dos años.
"Había veces en las que me sentía mal porque no podía jugar como los otros niños. Sin embargo, mis padres me ayudaron mucho y no recuerdo esa etapa como especialmente traumática", ha explicado.
Alumna de la escuela católica Saint Thomas More, Samantha, a la que en casa llamaban Sam, destacó muy pronto entre las más traviesas de la clase, llegando a colocar chinchetas en el asiento del profesor.
Desde muy pequeña sintió atracción por el teatro, lo que le llevó a participar en numerosas obras escolares, aunque, de adolescente, se debatía entre probar suerte como bailarina o estudiar Ingeniería, dado que se le daban muy bien las asignaturas de Ciencias. Con 14 años, Samantha formó un grupo musical en el que ella era la vocalista. Aunque llegaron a grabar un disco, su trabajo pasó sin pena ni gloria.
Una niña traviesa que era buena en Ciencias

Rubia y con cara angelical, medía 1,54 metros, pero destacaba por su voluminosa delantera, algo que no pasaba inadvertido a los chicos ni tampoco a la madre de la joven, que, con 16 años, la animó a enviar unas fotos suyas en ropa interior a un dominical que patrocinaba un concurso de belleza. Los generosos atributos de Sam (su contorno pectoral era de 108 cm) le granjearon las primeras ofertas para posar en topless en la conocida página 3 del periódico The Sun. La joven no tuvo ningún problema en acceder, contando con el permiso de sus progenitores, y en pocas semanas ganó una gran popularidad en su país natal, así como unos ingresos nada desdeñables.
Su primer tema, en las listas de éxitos

Tras su meteórica carrera como modelo en ropa interior, le propusieron dar el salto a la música. A principios de 1986 salía a la luz su primer tema con el sugerente título de "Touch Me. I Want Your Body" (Tócame. Deseo tu cuerpo), que muy pronto se colocó en lo más alto de las listas de éxitos.
Dado el calado que estaba tomando su nueva profesión, el padre de Samantha dejó su trabajo para hacer de manager de su hija, quien, con el dinero que ganaba, compró una nueva casa para su familia e invirtió en el negocio turístico y en el mundo del espectáculo.La carrera musical de la joven, que siguió con los discos "Samantha Fox" (1987) y "I Wanna Have Some Fun" (1988), le reportaba importantes ganancias, aunque otra de sus principales fuentes de ingresos eran las sesiones fotográficas.

La cantante posó desnuda para un destacado número de revistas y se calcula que cobraba más de 3.600 euros por cada sesión. Esas imágenes, que dieron la vuelta al mundo, la convirtieron en una "sex symbol" de los 80 e hizo que se la comparara con Sabrina Salerno, otra cantante que basaba su éxito en su anatomía.

Sin embargo, a la británica no le gustaba que le mencionaran a la italiana. "No soy el tipo de mujer objeto estilo Sabrina. Si yo he vendido tantos millones de discos, no ha sido por mis pechos", aseguraba. Cuando empezó a gozar de popularidad, Samantha salía con Peter Foster, un australiano que acabaría en prisión por estafar vendiendo un té supuestamente adelgazante. Poco tiempo después de romper con él, la cantante inició una relación con Paul Stanley, del grupo Kiss.
Una historia de amor con el torero Rafi Camino

Sin embargo, el romance de la artista que más dio que hablar en nuestro país fue el que protagonizó con el torero Rafi Camino, al que conoció en Marbella, donde Fox adquirió una casa, en 1990. "Las cosas que me dice son muy románticas. La primera vez que le besé, suspiró de una forma apasionada: '¡Oh, Dios mío, creo que quiero morirme!'. Cuando me llama me dice: 'Piensa en mí esta noche, sueña conmigo' y yo enrojezco al teléfono", confesaba Samantha cuando estaba perdidamente enamorada del diestro.
A pesar de la intensidad de sus sentimientos, su historia duró pocos meses. En 1991, la cantante recibió un duro golpe al descubrir que su padre (que se había divorciado de su madre años atrás) se había quedado con una importante parte del dinero que ella había ganado. Fox puso el asunto en manos de sus abogados para pedirle a su manager y progenitor que le devolviera el millón de euros que se calculaba que le había estafado. La batalla legal se alargó durante años y no pudo resolverse antes de la muerte de Patrick Fox, que sucedió en el 2000. Durante este tiempo, la relación de Samantha con su padre fue nula.

Aunque su carrera musical continuó, Samantha no pudo repetir el éxito conseguido a finales de la década de los 80 y principios de los 90. En 1995, la cantante escribió un tema para el grupo "Sox", del que formaba parte la cantante australiana Cris Bonacci, que se convirtió en su pareja durante tres años. En diversas entrevistas, la británica confesó que era bisexual y que había mantenido relaciones con mujeres desde los 22 años. En 1999, se la vio en actitud cariñosa con su representante, Myra Stratton, una década mayor que ella, quien se convirtió en el amor de su vida. "Por primera vez en mi existencia estoy muy enamorada. Con los chicos siempre estuve esperando encontrar a mi príncipe azul, pero nunca llegó. He encontrado a Myra y ¡ella es mi príncipe azul!", aseguraba en el 2003.
En el terreno profesional, Samantha grabó diversos discos recopilatorios, además de tomar parte en "realities", como la versión británica de "Supervivientes". También probó suerte como actriz, primero en Bollywood y, posteriormente, en Europa. En el 2010, anunció la formación de un dúo musical con la que había sido su "rival" décadas atrás: Sabrina Salerno. Ambas hicieron gala de mantener una gran amistad y se unieron para grabar el tema "Call Me", de Blondie. "Nos encontramos en un festival y, simplemente, decidimos que había llegado el momento de hacer una cosa juntas", explicaron.
Un cáncer acabó con la vida de Myra, su pareja

Profundamente enamorada de su novia, Samantha hizo público que pensaban contraer matrimonio, pero Myra enfermó de cáncer y la boda se fue retrasando. Finalmente, el 4 de agosto del año 2015, la que había sido compañera sentimental y mánager de la cantante durante casi 15 años perdió su lucha contra la enfermedad y falleció. Tenía 60 años. A pesar de estar rota por esta pérdida, la artista reunió fuerzas suficientes para homenajear a Myra en las redes sociales. "Adiós mi amor. No más sufrimiento. Siempre te querré y siempre estarás en mi corazón", escribió junto a una foto de la que iba a ser su esposa.
Tras este duro golpe, Samantha se centró en su carrera musical, participando en giras y actuaciones en vivo en diferentes partes del mundo, consolidando su estatus de ícono de la música. Sus presentaciones continuaron cautivando a sus seguidores, y su presencia en el escenario siguió siendo impactante.
Además de su enfoque en la música, Samantha Fox incursionó en la televisión y participó en varios programas y reality shows. Uno de los momentos destacados fue su participación como concursante en la versión británica de "Celebrity Big Brother" en 2016. Este reality show le brindó la oportunidad de compartir más sobre su vida personal y experiencias con el público.
En el ámbito literario, Samantha también dejó su huella al publicar su autobiografía titulada "Forever" en 2017. Este libro revelador ofreció a los lectores una mirada más profunda de su vida y en él contaba desde episodios de acoso sexual de todo tipo durante su adolescencia a los malos tratos, engaños y adicciones de su padre o la desolación por la muerte del amor de su vida.
Feliz con su actual mujer

Sin embargo, la felicidad ha regresado a la vida de Samantha Fox gracias a Linda Olsen, la mujer con la que se ha casado este año. Las dos se habían comprometido en marzo de 2020, pero la pandemia de coronavirus las obligó a cancelar sus planes.