Aceites para el pelo: un plus de hidratación y brillo
El aceite capilar, considerado un auténtico elixir de belleza nutre los cabellos más secos, sella las puntas castigadas, disciplina el pelo encrespado y, por si fuera poco, lo cubre con un velo de resplandor y brillo. ¡Melena envidiable en tiempo récord!
Pelo saneado sin pisar la peluquería
En pleno veranito, nuestro cabello pide a gritos un tratamiento reparador. ¿Te lo notas castigado o desvitalizado? Incluye en tu rutina un aceite para el pelo.
¿Aceite? Es oír la palabra aceite y pensar en una melena apelmazada y de raíces grasientas. ¡Nada de eso! Los que son de tacto seco o se venden en versión light tienen una textura tan ligera que hidratan sin apelmazar. Con unas pocas gotas, podrás nutrir el pelo, disciplinarlo, darle brillo y lucir un cabello con más movimiento.
Descubre todo lo que hacen por ti:
Oro líquido. La mayoría de marcas suelen mezclar aceites que reconstruyen y reparan el cabello en profundidad: aceite de coco, argán, aceite de ricino, almendras, cártamo, jojoba...
Puntas dañadas. Los hay especialmente diseñados para cerrar las puntas abiertas, la zona más vulnerable. Aportan brillo y una mejor manejabilidad del pelo.
Termoprotector. Estos aceites crean un escudo protector contra las agresiones provocadas por el calor del secador o las planchas.
Dos por uno. Las fórmulas que sirven para el pelo y el cuerpo son de lo más versátil. Allá donde se aplican ofrece nutrición, suavidad y un extra de luminosidad. Es ideal en tus curas de belleza integral.
¡Dale una nueva vida a tu cabello!
Recuerda la máxima: con el aceite capilar, menos es más. Si lo usas con cuentagotas y eres constante, harán maravillas en tu melena.
Con el pelo húmedo. Cada vez que te laves el pelo, justo después de absorber el exceso de humedad con una toalla, reparte unas gotas de la loción por medios y puntas. No te saltes este paso si tienes el cabello seco, fino y quebradizo o te cuesta desenredarlo.
En seco. Una vez te hayas secado el pelo, vuelve a aplicar unas pocas gotas de aceite capilar por medios y puntas o sólo por los extremos. También puedes aprovechar su poder moldeador para disparar las puntas o dar movimiento a ciertos mechones. Desde el primer día, este ritual dotará a tu cabello de una extraordinaria sedosidad y un brillo espectacular.
¿Tienes el pelo encrespado? Lleva en el bolso una versión mini del aceite capilar que utilices. A la que veas que el pelo se eriza, emulsiona 2-3 gotas en las palmas de la mano y pásalas por encima de las capas más superficiales de la melena. Tu pelo se disciplinará al segundo y tendrá un plus de hidratación.
Cura intensiva. Embadúrnate el cabello con un aceite para el pelo restaurador, recógelo en un moño y deja actuar toda la noche. A la mañana siguiente, lávatelo con dos enjabonadas y comprueba por ti misma el resultado. Te lo notarás más suave al tacto, fuerte y brillante.
Elige tu aceite capilar ideal
JOJOBA. ¿Tienes el pelo graso? ¿Muy fino, pero sano? Olvídate de los aceites con fórmulas nutritivas, pero pesadas. Opta por el aceite de jojoba o el de menta.
ARGÁN. Es el aceite más indicado para disciplinar los cabellos más rebeldes: encrespados, difíciles de peinar o moldear, etc.
RICINO. Si lo que te preocupa es la debilidad de la fibra capilar –se te cae, te lo notas quebradizo, etc.–, consigue un cabello sano con el uso del aceite de ricino o el de cártamo.
ALMENDRAS. Es ideal a la hora de disparar el brillo de una melena desvitalizada y reavivar el color del pelo teñido.
DE COCO. Tanto el de coco como el de aguacate, restauran el cabello castigado por el sol, el tinte, las planchas...