Isabel II: un año después de su muerte, su familia está más distanciada que nunca
Cuando se cumple el 1º aniversario de la muerte de Isabel II, analizamos la difícil situación de los miembros de la familia Windsor
El perfil bajo de los nuevos reyes de Inglaterra
Carlos y Camilla, el día de su nombramiento como reyes.
Desde el pasado 6 de mayo, Carlos de Inglaterra es, oficialmente, el rey Carlos III. Junto a Camilla, desde entonces, la pareja ha reducido notablemente sus apariciones públicas, conscientes de su bajada de popularidad. En estos cinco meses, lo que más destaca la prensa internacional es la austeridad que marca el inicio de su reinado, quizá como objetivo de despertar de nuevo el cariño del pueblo.
Los Cambridge, la cara visible de la familia real
Los Camdridge, la cara visible de la familia real.
No hay duda de que Guillermo, Kate y sus hijos son los miembros más queridos de la familia real inglesa. Esta pluscuamperfecta familia tiene el don del carisma y la comunicación, y el pueblo se vuelca con ellos. La pareja ha sabido desmarcarse de los muchísimos escándalos que han salpicado a los Windsor, desde Harry y Meghan, hasta el príncipe Andrés.
Harry y Meghan no quieren saber nada de los Windsor
Harry y Meghan junto a Doria Ragland, madre de la actriz.
Los duques de Sussex viven en California, a miles de kilómetros de los problemas de su familia en Londres, y no parecen querer saber nada de lo que se cuece en Palacio. Ellos, que han manifestado abiertamente su rechazo a la familia real aunque oficialmente no han dejado de formar parte de la institución, allí son verdaderas estrellas, y llevan vidas de 'celebrity'.
El príncipe Andrés, el desterrado de la familia
En príncipe Andrés, en una imagen de archivo.
Pese a haber estado implicado en una de las tramas de trata de blancas más sórdidas del planeta, el caso Epstein, Andrés de York siempre fue el ojito derecho de su madre. Pero nada más tomar las riendas de la corona Carlos, el exmarido de Sarah Ferguson está apartado de sus deberes reales, además de haber visto, por orden de su hermano, reducidos sus excesivos gastos personales.
Nadie quiere saber nada de Andrés, al que incluso han sacado de su lujosa residencia, Royal Lodge, para trasladarlo a Frogmore Cottage, el discreto chalet en el que vivieron Harry y Meghan.