Isabel II: desvelan sus manías al volar
Desde su imprescindible Martini hasta su siesta, descubre las curiosas manías que la reina Isabel II mantenía durante sus vuelos
Una de las costumbres más conocidas de la reina era su afición por el Martini. Isabel II nunca despegaba sin disfrutar de su clásico cóctel a bordo. Esta bebida se convirtió en un ritual indispensable en cada uno de sus vuelos, y su equipo de tripulación siempre tenía todo listo para prepararlo a su gusto tan pronto como se acomodaba en su asiento.
La importancia de las siestas de Isabel II durante los vuelos
Además de su bebida, la reina tenía una regla inquebrantable durante sus vuelos: respetar su siesta. Isabel II solía tomar una breve siesta en pleno vuelo, con sus propias almohadas, y su equipo estaba instruido para asegurarse de que no fuera interrumpida bajo ninguna circunstancia.
Esta necesidad de descanso formaba parte de su rutina diaria, incluso cuando se encontraba en el aire, y era crucial para que pudiera mantenerse fresca y lista para cumplir con sus compromisos oficiales al aterrizar.
Otro de los detalles que formaban parte de sus manías eran los caramelos de menta, concretamente de la marca Velamints. La reina Isabel II siempre llevaba consigo una pequeña caja de estos dulces, los cuales solía consumir durante el vuelo.
La tripulación que acompañaba a la reina también recibía instrucciones estrictas sobre el ambiente a bordo. Por ejemplo, la temperatura debía mantenerse en un rango específico para su confort, y el servicio de alimentos seguía un protocolo riguroso, donde se evitaban ciertos ingredientes para garantizar la frescura y calidad de los platos servidos a Su Majestad.